viernes, 29 de marzo de 2013

EL CABALLITO


EL CABALLITO
Un padre llevó a su hijito por un paseo largo en el bosque. Como era pequeño le llevaba sobre sus hombros por mucho rato.
Luego le puso sobre sus pies y le dijo que tendría que caminar hasta la casa. Al rato el pequeño lloraba porque estaba muy cansado, demasiado cansado para tomar un paso más.

El padre cortó un palito y lo limpió muy bien de toda astilla mientras el niño observaba.
Al terminar, dijo: "Mira, hijo, te presento con tu propio caballito para que te lleve a casa." Encantado, el niño se montó sobre su caballito y felizmente llegó a su casa. Y en casa dio vueltas por todo el jardín hasta que tuvo que ir a bañarse y acostarse, ya rendido.

A veces nuestro Padre nos lleva y a veces nos deja caminar, y muchas veces creemos que ya no podemos más cuando alguien, movido por Él, por el Espíritu Santo nos ofrece un caballito. Ese caballito puede ser:

  •  Una idea, una promesa, 
  • Una canción nueva, un cariño, 
  •  Una oración intercesora, 
  •  Lo que sea, y llegamos a la meta, sobre….. EL CABALLITO……

¿Necesitas un caballito?

¿Otro hermano está necesitando un caballito? Ofrezcámoselo con ternura, recordando nuestro propio cansancio a veces.
Eso hace toda la diferencia para un pequeño hermano. Los jóvenes necesitan mucha ayuda de ese caballito.

En esta semana piensa:

Yo mismo seré un caballito, gozoso para llevar en mis hombros, a mis hermanos cuantas veces sea necesario, Cuando estén cansados o desanimados, les daré una Palabra de Poder.  Jesucristo dijo: CONSUMADO ES. Juan 19:30  Todo lo podemos en Cristo, Fil. 4:1, Recibiremos Poder  Hechos 1:8

Cuando necesiten que alguien los cargue, diré: “Aquí estoy yo ”  Amén.
Dios te bendiga.
. 

jueves, 21 de marzo de 2013

SÁNAME, SÁLVAME (Del escritorio del pastor)



SÁNAME, SÁLVAME  (Del escritorio del pastor)
Leyendo en la noche Las Sagradas Escrituras, me encontré con este versículo en Jeremías 17:14 que dice: “Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.”, Inmediatamente, mi cerebro hizo click en el tema que el domingo pasado estuvimos hablando a la iglesia, de las dos maneras en que nosotros como hijos de Dios damos por vencido al diablo, al enemigo eterno de Dios. Y es que según Apocalipsis 12:11, dice también “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. ” En el desarrollo de este mensaje usted me irá comprendiendo la concatenación del versículo de Jeremías con Apocalipsis.

Cuando digo que mi cerebro hizo click, es porque recuerdo precisamente que el domingo pasado  que nos comprometimos a testificar de lo que Dios ha hecho en nosotros, a un amigo, a un compañero de trabajo, a la iglesia misma, pues al testificar de lo que Dios hizo por mí, derroto más y más al enemigo, le doy más palos en su espalda. Y al leer esté versículo cuando dice “ sálvame, y seré salvo” recuerdo una noche de aflicción, una noche de febrero de 1999, cuando pensé que iba a ir a la cárcel, que iba a perjudicar a un gran amigo, que había atropellado a alguien y que podría haber fallecido esa persona.
Quizás en algunos apuntes anteriores, o en la página de internet de nuestra iglesia, podrías haber leído acerca de cómo llegué a Cristo, pero al menos, tratando de testificar lo que Dios hizo por mi esa noche, te contaré algunos detalles que me ayuden a explicar porque le doy gracias a Dios y porqué testifico.
Fue un día sábado 20 de febrero de 1999 cuando un buen amigo, me vendió su vehículo, un lindo Geo Metro,  color rojo, polarizado, con algunas franjas decorativas a los costados, con quemacoco (no muy común en ese entonces en los vehículos pequeños)  y que para mí era el carro soñado, pues era mi segundo vehículo después de haber tenido por varios meses a un Volslwagen , modelo de 1970, color verde metálico,  en el cual aprendí a manejar, tuve varias aventuras buenas y malas,  tuve como 4 accidentes, y en ninguno de ellos salí herido, siempre me protegió la mano de Dios. Así que en ese sábado me entregó las llaves mi amigo y me dispuse ir a celebrarlo junto con otros amigos e ir a comer a un lugar pintoresco llamado Olocuilta, a 25 Km. De San Salvador,  famoso en nuestro país por hacer una ricas pupusas de arroz. Fuimos al anochecer y aunque bebíamos bebidas alcohólicas, ese día no tomamos, sino que sólo comimos y decidimos regresar como a las dos horas de estar en ese lugar.
Nos subimos a mi vehículo, bien me acuerdo de haber comprado una franela para limpiar el polvo, tú sabes, la manía que se obtiene cuando se tiene un juguete nuevo como este, que no quieres que se ensucie y nos dispusimos a regresar. La carretera, una autopista de 4 carriles era sin iluminación, y quizás habíamos recorrido unos 2 kilómetros, cuando en una curva,  una persona salió por el costado izquierdo de la carretera, presuntamente ebrio, porque sin precaución alguna, sólo se dejo ír, no pudiendo esquivarlo, a pesar de la maniobra respectiva y de venir a velocidad moderada, la persona rebotó en el parabrisas por el lado derecho, cayendo al piso posteriormente y sin señales de vida.
Me bajé del vehículo para ver el atropellado, no se movía para nada y uno de mis amigos gritaba como loco diciéndome: “lo mataste, lo mataste”, y otro venía casi dormido por lo que no se dio cuenta del accidente.  Me dispuse a esperar la policía, resignado a responder por ese hecho accidental, pero un automovilista, sin conocerlo, detuvo  su carro y me dijo: amigo, suba a su carro, no espere más, porque si la policía te agarra te va a meter preso,  andate, vete, rápido y eso me animó a hacerlo. Apenas había encendido el carro cuando ví venir a una gran cantidad de personas que venían con lámparas, gritando: “agárrenlo, ese lo mató, agárrenlo”. Emprendí la marcha, mis amigos me decían metele la pata, vámonos rápido, pero yo decidí venir despacio, pensando en mi mente que si la policía me alcanzaba, que estaba bien. Llegué a San Salvador y ningún carro policial me siguió. Uno de mis amigos, un buen amigo llamado Ramón, me ofreció su casa para ir a pasar la noche, el otro, el que gritaba como loco, me ofreció su garaje para dejar mi vehículo, cuyos daños se podían ver: parabrisas roto, caperuza abollada y sin espejo retrovisor izquierdo, pues había quedado  quebrado en el lugar del accidente.
En el desarrollo de la noche, al llegar a la casa de mi amigo Ramón, empezó a angustiarme la idea de que la policía me encontrara, ya no quería tener que encontrármela y me llevara preso, me angustiaba pensar en la persona atropellada, si estaba viva o muerta, me angustiaba aún más pensar que en el espejo retrovisor estaban mis huellas digitales, por la constante limpieza que le había estado dando horas antes. También me angustiaba pensar que mi amigo, el que me había vendido el vehículo, lo podían ir a capturar, ya que el traspaso del vehículo no se había hecho en el departamento de Tránsito, temiendo que alguien hubiese anotado las placas del carro. Tenía un torbellino de angustias, y me acordé de las palabras de mi amigo Wilfredo, el que me vendió su carro, que meses atrás me había hablado de Dios, de su plan de salvación y de haberme invitado a la iglesia a donde él iba.  Ya antes lo había oído en labios de varios amigos. Años atrás, otros amigos habían diseñado planes de evangelismo para mi vida, incluyendo a  mi primera novia en bachillerato, pero nunca había dado mi brazo a torcer.  Así que angustiado en gran manera decidí llamar a mi amigo Wilfredo y exponerle el caso. Recuerdo que con voz temblorosa le marqué y le conté lo sucedido y le doy gracias a Dios, Aleluya,  porque la voz que oí no fue la de un acusador, ni de una persona temerosa con dudas, sino de alguien seguro, afirmado en lo que creía, y me dijo: “No te preocupes Roberto, todo estará bien, no tienes que preocuparte por mí, más bien, es el momento de que pienses más en ti, en lo que Dios te puede ayudar”. ¿Dios, -dije en mi mente?  No recuerdo haberle pedido a Dios ayuda, no recuerdo haberle confesado como mi Salvador, sino que en forma vaga tal vez le había pedido un tipo de ayuda.  Mi amigo prosiguió:  Mañana es domingo, -dijo,  te espero en tal lugar, a las 8:30 AM para que vayas conmigo a la iglesia y te pongas a cuentas con Dios.  Me devolvió la paz a mi corazón. Soy poco para que las aflicciones me quiten el sueño, también hasta en eso le doy gracias a Dios, porque puedo dormir en paz, en cualquier circunstancia, ahora más con la ayuda de mi Padre.  A partir de ese momento comenzaría a desarrollarse el maravilloso plan de salvación para mi vida, pues fue a partir de este incidente en donde decidí abrir mi corazón al Dios de Israel.
A partir de ese momento, mi boca pidiendo ayuda en mi aflicción, ha de tener la seguridad que Jesús, mi Rey, me salva, y me ha sostenido, me ha respaldado, me ha ayudado. No sólo me ayudó a través de mi amigo Wilfredo a encontrarme con Él, sino a gozar de las innumerables añadiduras en el Reino de Dios.  Gracias a él he llegado a lugares donde nunca me los imaginé llegar y aún faltan muchos más, he comido deliciosos manjares impensables, conocido a grandes personalidades y sobre todo a estar ministrado de su poder, de su gloria, de su amor a las personas que así lo han pedido. 
Sí amigo lector, al leer ahora este versículo “Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza”  si puedo decir, CIERTAMENTE LA MANO DE DIOS me sostiene, me ayuda, no da mi pie al resbaladero y que cada vez que le pido sálvame de una tribulación, EL ME SALVA, que cada vez que pueda estar quebrantado en salud, ÉL ME PUEDE SANAR con el poder de su amor.  GRACIAS DIOS, GRACIAS JESÚS, GRACIAS PADRE, GRACIAS ESPÍRITU SANTO. TE AMO  ¡¡¡ESA ES MI ALABANZA!!!

domingo, 17 de marzo de 2013

DIOS YA HIZO SU PARTE, HAS TU LA TUYA



DIOS YA HIZO SU PARTE, HAS TU LA TUYA
Apocalipsis 12: 10-12
12:10 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 
12:11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 
12:12 Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. 


 En este tiempo de marzo, mes en que el calendario romano pone a todo el mundo en perspectiva de apartar un momento, -le llaman “reflexión”- para que se acuerden de Dios, dicen, para que te vuelvas un creyente, para que haya un cambio en tu vida, etc, pues nosotros como iglesia tenemos  que recordar esto:  TENGO A UN DIOS VIVO, que promete estar siempre conmigo, hasta el fin del mundo y  en las congregaciones donde se reúnen hombres y mujeres, ancianos y jóvenes, niños e infantes, para recordar que estamos en su presencia y que nada podemos esconder delante de Él.   Esta afirmación de tener a un Dios vivo la tenemos por la  Sagrada Escritura, que nos dice que  Dios envió a su hijo y que por amor,  se ofreció asimismo como ofrenda aceptable para siempre, muriendo, después de un gran tormento, padecimiento de dolores, de morir en una cruz, pero QUE RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS, para que todo aquel que en el crea no se vaya a sufrir al infierno sino que venga a vida eterna, vida en abundancia.   Juan 3:16
Por ello es que al hablar de salvación, aquel que la ha experimentado, tiene que tener muy bien grabado en su mente y en su corazón lo siguiente: 
Que ha venido de momentos que no son agradables pero que ya han  pasado y esto es que:
  1. De tristeza hemos venido a alegría y mi alegría es Cristo y todas las cosas que nos añade.
  2. De muerte hemos venido a vida
  3. De escasez hemos venido a abundancia
  4. De enfermedad hemos venido sanidad
  5. De ser desordenado hemos venido a ser ordenado
  6. De ser alguien desconocido hemos venido a ser conocidos no sólo en la tierra, sino en el cielo, no sólo por los ángeles sino también por aquellos demonios que ahora saben que en verdad, eres hijo de Dios.

Amados,  Dios quiere recordarnos que la salvación es gozo, es canto, es testimonio, es transformación, es renovación, es alabanza, porque Dios ha cumplido su palabra, que a pesar de lo que hayamos sido en el pasado, se fijó en nosotros,  nos está enseñando, nos está afirmando, nos está puliendo, nos está perfeccionando.
Si a una persona que estudia, se gradúa, y aplica para meterse a una institución policial, éste, sale a las calles y se instruye poner orden en las mismas, sí el lo desea, puede detener en su marcha a cualquier peatón, a algún vehículo en marcha y tanto el peatón como el que conduce el vehículo se detienen. ¿Por qué?  ¿Por la fuerza o estatura, o el color de su piel que tiene la persona que es policía? ¿Por alguna amenaza de éste?  No amado,  el peatón o el conductor se detienen porque el policía tiene la autoridad de detenerlo y el poder de sancionarlo por alguna falta que ha cometido 0 de dejarlo ir sea que haya incurrido en alguna falta, pues ha sido delegado para ello.
Pues de esa manera, la salvación que  Dios te ha dado ha traído consigo un beneficio tras otro, dice Apocalipsis “ Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo.

Siempre en nuestro caminar hay momentos difíciles,  momentos de tropiezo, que nos llevan a un momento de turbación, de shock, pero dice Pablo en su carta a los Filipenses:
“4:4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! ”  y estoy seguro que en esa actitud Dios nos pide que demos alabanza, que demos testimonio de lo que él ha hecho por nosotros y en nosotros y que el enemigo, Satanás, está vencido, no es creíble, porque es padre de la mentira y que aunque te esté acusando de día y de noche, Dios Padre, está siempre pendiente de ti, porque su entrega a través de Cristo, fue por amor a ti.

¿Por qué  he de regocijarme?    Por que hay promesa grande cuando dijo Jesús en Lucas 17:1 “Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!   y Dios te dice hoy, mira que con la salvación te he dado: “el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo

Aquí es, en estos momentos de tropiezo,  donde Dios quiere que tomes la autoridad, para decirle al enemigo: ALTO, STOP,  STOPED, NO SIGAS….., no más, no más miseria, no más dolor, “DETENLO” y no porque solo lo vayas a hablar, sino porque tienes la autoridad de detenerlo. Eso es lo que te recuerda Dios, porque ésta vencido, y lo sigues venciendo, si se atreve a levantarse, siga venciéndolo, porque la sangre de Cristo lo ha vencido.   Esa es la parte de Dios, esa es la parte que te has de recordar.   Dile con autoridad:   “Y daré por respuesta a mi avergonzador,  Que en tu palabra he confiado.”  Salmos 119:42

Tienes el poder para decirle: Vete, reprendo tu mala semilla, tu cizaña, aquella palabra de muerte, de maldición, porque ya no soy un cualquiera, soy un hijo de Dios.  Hoy, en la mediodía alguien conocido, no cristiano, me maldijo,  y me acordé de aquella palabra de Génesis 12:3 pero también me acorde de esa comunión con mi Padre y le dije, Señor, ten misericordia de esa persona, no le hagas mal alguno, más tráela a la luz, para que conozca de lo que ha hecho y pueda gozar de tu salvación.
El enemigo te acusa, siempre….. no se te olvide, por eso mi mejor defensa es el ataque,  ataque de oración de ayunos, de comunión.  Ataque al enemigo, haciendo lo que Dios quiere  que usted haga: DE TESTIMONIO DE LO QUE DIOS HA HECHO EN SU VIDA. 

LA SALVACIÓN Es un NUEVO ESTILO DE VIDA…..
Mi testimonio es declarar algo, sobre el Reino de Dios, sobre Jesús, sobre Dios Padre, sobre Dios Espíritu Santo y esa declaración es en privado como en público.
Me encanta ver a niños, muchachos, adultos, ancianos, perder la pena y hablar de Cristo,  en las calles, a los amigos, a los conocidos, pero lamentablemente son pocos.  Y me encanta aún mas ver dentro de esos pocos, a los  que la gente le llama locos.   –Vayan a trabajar, nos dicen cuando andamos tocando puertas, hablando de Dios; otros nos insultan, nos maldicen por lo que somos: una amenaza a sus malas obras.  El apóstol Pablo les decía:
 Nosotros somos insensatos por amor de Cristo…”  1ª Cor. 4:10ª,  de aquellos aventados dispuestos a hacer muchas cosas en el reino.   

Contar de Cristo pareciere fuera de serie, pero requiere:
A) Seguridad, que ya Dios nos la dio.
B) Poder, que no hay nada que no podamos hacer, con la poderosa bomba del Espíritu Santo.
C) Voluntad, de ser ese soldado de Cristo, que lucha por su patria celestial acá en la tierra,  porque se prepara para una gran PATRIA llamado JERUSALEM.

Una vez más Dios te recuerda Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte” Apoc. 12:11
Te pregunto a ti amado lector: ¿Dejarías rondar al ladrón cerca de tu casa? Conociendo al enemigo que es mentiroso, destructor, asesino, ¿lo dejarás acercarte?  Ciertamente este enemigo es insistente en quererte hacer caer, pero recuérdale, esto a él y a quien quiera destruirte, a quien no te crea, recuérdales, dile esto:  “No dará tu pie al resbaladero.” Salmo 121: 3  Y dile que  la Biblia lo dice, él me sostiene, GLORIA A DIOS.  
Testifica,  comprométete con Dios que en estos días próximos, con alguien hablarás de tu salvación, de que res “hijo de Dios” de que eres especial, que hay un tesoro dentro de ti. Háblales, pero háblales. No importa si ya lo hiciste unas cien veces, si lo has hecho mil, sigue disparando contra ese ladrón que quiere llegar cerca de ti, con mentiras, con chambres, con rumores, con tonteras, NO LE HAGAS CASO y dispara palabra contra ese mal. 
Y cuando vengas a la iglesia, ven convencido de que vienes a seguirle disparando, a rematarlo, a dejarlo como perro revolcado.   Mira lo que dice Isaías 30:32 “Y cada golpe de la vara justiciera que asiente Jehová sobre él, será con panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos.   
Que seas conocido como el conquistador de muchas batallas, no con tus fuerzas, sino con las del Santo Espíritu Santo.   CANTALE CON AGRADECIMIENTO. EN ACCIÓN DE GRACIAS, EN ALABANZAS DE TUS LABIOS.

Conclusión: 
a)     El enemigo ya está vencido, por medio de la Sangre de Cristo que ha sido derramada en el altar para que tú seas limpio. 
b)     Que tú testimonio acerca de lo que ha significado ser limpio por medio de Jesús nos ha permitido recuperar lo que se había perdido, recuperar la sanidad, recuperar las finanzas, recuperar a tu familia, recuperar tu credibilidad, tu confianza en ti mismo, recuperar lo que hace mucho tiempo habías perdido.  El amor de Cristo está contigo y sobre nosotros.  Te amamos mucho y esperamos que en esta semana tengas muchas victorias, muchas noticias buenas, muchas palabras de agradecimiento a Dios, muchas palabras de amor hacia tu prójimo, que con paciencia, con comprensión puedes hacerlo llegar a los pies de Cristo. 
c)      Que el enemigo, huye delante de ti, porque en ti está el poder y la autoridad dada por Cristo y que él está delante de Dios Padre intercediendo por ti cada día aunque hay acusador en contra de ti.  Te amamos pero no hay mayor AMOR que éste: Que Jesús puso su vida por ti.  Un abrazo a la distancia. 

Dios te bendiga.  Roberto González, pastor. 

jueves, 7 de marzo de 2013

EL MEJOR REGALO DE TODOS LOS TIEMPOS MARZO 2013



¿Has recibido Alguna vez algún regalo caro o extraño?...

Hace 2013 años hubo alguien que nos regalo vida eterna,
cuyo costo para ti es "gratis", pero para el que lo dio
significo el sacrificio de su propia vida..!! 
!! Jesús te ha regalado el regalo mas caro,
 de ti depende si lo aceptas...!  











miércoles, 6 de marzo de 2013

DIOS TE ESCUCHA EN LA DUCHA



DIOS TE ESCUCHA EN LA DUCHA

Ayer lunes 04 de marzo, hacía un recuento en voz alta de los pagos que teníamos que hacer como iglesia, entre ellos: alquiler, internet, energía eléctrica y otros gatos, haciendo un total de $ 200.00 y en el momento que me duchaba, le decía a mi Padre Celestial, ayúdame con ese problema.  Más sin embargo un amigo me había llamado el sábado para decirme que me necesitaba verme en su oficina para decirme algo, cuestión que pensé que se trataba de algún trabajo de computadora que necesitaba, y ahora que llegué a su oficina, me dice: Roberto, quiero darte las gracias por haberme dado tu apoyo cuando te lo pedí, me ayudaste en esto y en lo otro, etc.  y quiero darte esto: $ 100.00  y es que hace unos meses atrás mi amigo pasaba por una crisis emocional que parecía que su mundo se le derrumbaba. Más sin embargo le hablé de que Dios le amaba y que había que confiar en que cualquier error cometido, él lo perdonaría y le daba una nueva oportunidad. Cosa que así pasó, mi amigo resulto que sigue con viento en popa, pues su problema era labora. Ha empezado a ir a la iglesia y aún cuando hay algunos obstáculos, el sigue dando su paso hacia adelante con Cristo.  Todo tiene su recompensa, mi amigo, y se que lo que sembré ayer, Dios me hará cosechar en el futuro y muchas veces te lo dará cuando más lo necesites. ASI ES DIOS, él no se olvida de sus promesas.  Así que puedo descansar que Dios nos tiene en su gracia.
ISAÍAS 49:4 nos dice:
“Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios. ”