viernes, 11 de octubre de 2013

SOBRE TODA COSA GUARDADA


SOBRE TODA COSA GUARDADA…………

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.

Proverbios 4:23

Somos dados a guardar cosas de valor en lugares estratégicos, donde menos pudieran pensarlo. Recuerdo en los días de infancia, que mi madre guardaba el dinero de la cosecha del café en una cómoda(ropero) en una cajita de madera aterciopelada que se la regaló mi abuela. Otros amigos y familias guardaban su dinero en bolsitas de plásticos enterrados bajo tierra, debajo de la cama, o bajo un ladrillo falso en el piso de la sala, aún en estos tiempos.  La gente trata de guardar sus objetos de valor en los bancos, los aseguran en Aseguradoras Financieras, otros aseguran sus cosechas, aseguran sus vidas, de cualquier accidente o robo, o hurto, etc. pero……. Se nos olvida algunas veces este consejo del Proverbio 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”   

Entender diría yo es fácil, sobre todo cuando se tiene discernimiento y se tiene el hábito de la buena lectura leyendo Las Sagradas Escrituras.  Jesús mismo nos da la pauta que cuando fue tentado en el desierto, le fue dicha palabra tergiversada por el enemigo, pero él le contestaba a cada tentación: “Escrito está….”   Mateo 4:4     En ese libro y  escritura celestial no hay borrador que lo pueda borrar, ni Asamblea Constituyente que lo pueda modificar, porque es la palabra que permanece para siempre y es desde los tiempos primeros hasta los tiempos postreros.  Dios en su palabra nos dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;” Esto nos lleva a la reflexión de que si has retenido La Palabra, y la oyes con detenimiento, guardarás tu corazón en múltiples aspectos:

1.       Guardarás tu corazón en el trabajo

2.       En los momentos de conversaciones con el jefe, con el compañero de trabajo, con el amigo, no importa que tan íntimo sea, guardarás tu corazón.

3.       Lo guardarás cuando conozcas a un varón o a una señorita,

4.       Lo guardarás al momento de que ofendan

5.       Lo guardarás en el momento de que te venga la abundancia,

6.       Lo guardarás en los momentos de la escases

7.       Lo guardarás en los momentos de enfermedad,

8.       En los momentos de tu “sana diversión”

9.       En los momentos de dar cuentas

10.   En los momentos de dormir,

11.   En los momentos de quedarte solo, en fin, lo guardarás en todo momento y en todo lugar.

 

Nuestro Señor Jesús quiere habitar siempre en tu corazón, no quiere salir de ahí cuando vienes esos malos pensamientos de lujuria, de ira, de cobardía, porque aunque ciertamente él no nos desampara, él te ha dicho que en él somos más que vencedores.  No tengas temor y guarda La Palabra en Tu Corazón.  El fin de esta reflexión es:

¿De qué te sirve guardar tu dinero y no guardas tu corazón?  El enemigo te lo va a robar

¿De qué te sirve guardar tu casa, ponerle mil cerrojos, asegurarla con el banco, etc. Y no guardas las palabras de Jesús en tu corazón, si no meditas en lo que haces?  Vendrá un terremoto, un incendio, un accidente de tránsito, una enfermedad, etc…..ahí se fueron tus bienes, tu póliza, tu poder, tu fama… 

¿De qué te sirve guardar La Biblia en lugar seguro, en lo más limpio de tu casa, si guardas la Palabra en tu corazón?  Ocurre que con frecuencia las peores faltas hacia Dios ocurren en la casa, cuando no tratamos bien a la esposa, no la instruimos, no la amamos ni tratamos como vaso  frágil, aislamos a nuestros hijos de nuestro mundo y viceversa, no tenemos la confianza plena, etc.

Te animo que a leas siempre La Palabra de Dios, y anímate a buscar ayuda en Cristo, y en maestros y pastores como los que te escribimos en esta ocasión.  Un abrazo fraternal.

 SONRIE, DIOS TE AMA. :=)

 

 

Roberto González.

Pastor

viernes, 4 de octubre de 2013

LA FE DE SANSON (Uno de los grandes de la Fe)


 LA FE DE SANSON  (Uno de los grandes de la Fe)
Por Vincent Cheung
“¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas”   Heb, 11:32


Para muchas personas el nombre de Sansón no puede ser separado del de Dalila. Este personaje bíblico es recordado por su debilidad moral y por su lujuria sexual sin embargo esta forma de verlo no se corresponde con la visión que Dios mismo tiene de Sansón.
Vincent Cheung tiene un libro llamado “Samson and His Faith” (Sansón y su fe) donde se presenta la vida de Sansón desde la perspectiva de Hebreos 11: donde es mencionado como uno de los grandes de la fe.
Dentro de ese libro encontramos un estudio muy apegado a las Escrituras, el cual escribe el siguiente texto: Sansón y su fe

No comenzaremos en Jueces 13, donde la narrativa bíblica de la vida de Sansón comienza. Antes, ya que la mayoría de las personas lee su historia con falsas presuposiciones en sus mentes, comenzaremos corrigiéndolos examinando el propio comentario bíblico de la vida de Sansón. Una vez hecho esto estaremos en condiciones de estudiarlo desde la perspectiva correcta.
Hebreos 11.1-2, 6, 32-38 dice:
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos…
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan…
¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra
De acuerdo a los versículos 1-2, los hombres y mujeres listados en Hebreos 11 – incluyendo a Sansón – fueron loados por su fe, ellos habían alcanzado la aprobación de Dios por su fe.
Por ello les animamos a que siempre vean a las personas por el lado positivo, pues todos estamos en proceso de transformación.  De ello podemos  enumerar los siguientes puntos.
Punto No. 1  Dios quiere que nuestro ser nos lleve a ser mencionado como hombre de fe. Dr Ser loado( premiado, mencionado, recibir premio)  por su creencia.


Dios no concede su aprobación por cosas pos las cuales la gente piensa que pueden conseguir créditos. Dios no nos aprueba o desaprueba por nuestra raza, género o posición social, tampoco nos acepta por nuestras buenas obras.
A él le importa si tenemos o no tenemos fe, concedida por su gracia soberana. Jesús pregunta en Lucas 18.8: “Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” ¿Se acuerda amigo lector, de cuando Jesús vio cara a cara a Herodes y éste le preguntó que si él era el rey de los judíos, y Jesús le dice: lo dices porque lo crees o porque te lo han dicho?  ¿Qué tal si él hubiera respondido que sí, que lo creía….Otro gallo le cantara.
Entonces, Hebreos 11.6 dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios.” Aquellos que se acercan a Dios deben creer que Él existe y que Él recompensa a aquellos que honestamente creen en Él.
Punto No 2:  SOMOS IMPERFECTOS
Resalte que detrás de cada hombre hay una imperfección en alguna área de nuestra vida, y con esa debilidad es la que luchamos.  Pablo decía: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades.”  2ª. Corintios 12:9
La gente listada en Hebreos 11 eran imperfectos. La lista incluye grandes hombres como Abraham, Isaac, Jacob, José y Moisés. Ellos no eran creyentes débiles, pero todos ellos pecaron.
Moisés pecó desobedeciendo a Dios en el desierto. Así Dios le dijo en Deuteronomio 32.49-52:
Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel; y muere en el monte al cual subes, y sé unido a tu pueblo, así como murió Aarón tu hermano en el monte Hor, y fue unido a su pueblo; por cuanto pecasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel. Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.
David también pecó. Él primero cometió adulterio con Betsabé. Cuando ella se embarazó, David asesinó a su marido. Dios envió al profeta Natán para confrontar a David, diciendo: “¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón (2 Samuel 12:9).”
Esta gente era imperfecta, pero ellos fueron incluidos en Hebreos 11. Esto es porque ellos no agradaron a Dios por sus buenas obras sino que por su fe. Dios estaba satisfecho con ellos debido a su fe, pero esa fe llegó a ellos por la soberana voluntad de Dios, no se originó en sus propias decisiones de forma que no haya lugar a la vanagloria. Como dice el Salmo 130.3-4: “JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? 4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado.” Dios les dio el regalo de la fe y soberanamente olvidó sus pecados.
Después de citar un gran número de ejemplos de cómo varias personas fueron justificados delante de Dios por su fe, el versículo 38 dice que “el mundo no era digno” de ellos. En todas sus rebeliones y debilidades el mundo no es digno de aquellos que tienen fe en Dios.

Punto No. 3:  Muchos ponen la mirada en las riquezas materiales, las del momento y no en las oportunidades que él te dará siendo un elegido de él.
Muchos dicen ser Cristianos, pero la mayoría de ellos no considera “mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios” (Hebreos 11.26). Así, su fe es falsa, de hecho ellos no son cristianos, y sufrirán el tormento eterno en el infierno. Si tú realmente tienes la fe que Dios da soberanamente a sus elegidos, entonces tu manifestarás las señales de la fe como la gente nombrada en Hebreos 11.  Al pasar por todas las circunstancias adversas, y sin cambiar la mirada, ni dejar de caminar en donde él te ha puesto, entonces podemos confirmar a los de afuera, a los mismos hermanos de la fe, que hemos creído en el Señor.
Algunos pueden sorprenderse al encontrar a Sansón nombrado junto a los padres de la fe como Abraham y Moisés. Ellos pueden protestar: “¿Qué pasó con Dalila?” Bueno, ¿qué pasa con ella? La historia de Sansón no se trata de Dalila. Aquellos que piensan que su historia se trata principalmente de su inmoralidad y falta de autocontrol están mal enfocados. Aquí en Hebreos 11, él es loado por su fe.
Punto no. 4:  No ver lo negro o las debilidades en la vida de las personas
Así, cuando estudiamos la vida de Sansón no debemos enfocarnos en Dalila, ni tampoco debemos buscar indicios de lujuria sexual donde no la hay. Sino que debemos tratar de encontrar su fe. ¿Qué lo hizo tan grande? ¿Qué hizo Dios en Sansón para que creyera tan fuertemente que llegara a agradar el corazón de Dios? Nosotros entenderemos la historia de Sansón como es mencionada en la Biblia cuando miremos la naturaleza de su fe. La historia de Sansón no se trata sólo de su relación con Dalila. Sansón enfrenta dos situaciones similares en Jueces 16.4-20, donde Dalila aparece, y en Jueces 14.12-18. En cada situación la información le es arrancada a Sansón a través de la manipulación psicológica de una mujer – esto es, a través del llanto, incomodidad y palabras tales como “realmente no me amas.”
Punto no 5:  No caer en las manipulaciones de amigas o amigos o del grupo.
Aunque cuestiones sexuales puedan relacionarse con esto, la causa directa de la caída se Sansón no se basó en la lujuria sexual sino en la vulnerabilidad ante esas manipulaciones.
Contrario a la perspectiva bíblica en Hebreos 11, no muchos libros y comentarios muestran a Sansón positivamente. Aunque su vida puede advertirnos acerca de pecados sexuales puede enseñarnos más que eso. La mayoría de los cristianos profesantes no tienen la fe de Sansón, en parte debe ser porque la mayoría de los que dicen ser cristianos no son realmente cristianos. Una de nuestras principales preocupaciones debe ser encontrar e imitar su fe.
No se equivoque acerca de esto – Sansón tenía sus debilidades, y ellos le costaron su vida. El punto es que sus problemas no eran los que la mayoría de las personas piensan que eran ya que en toda la Escritura se le reconoce como una persona de fe.