viernes, 27 de septiembre de 2013

¿DONDE ESTÁ TU NECESIDAD?

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¿DONDE ESTÁ TU NECESIDAD?
El vínculo de la amistad
1er Libro de Crónicas, 19:12-13
"Y dijo: Si los sirios fueren más fuertes
que yo, tú me ayudarás; y si los amonitas fueren más fuertes que tú, yo te
ayudaré.
Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades
de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le
parezca."  


Amigo lector, posiblemente usted es uno de aquellos hombres o mujeres que siempre han luchado sus propias batallas hasta el último momento, y han ganado muchas de ellas, otras las hemos perdido y quizás nunca hemos pedido ayuda y no porque no queramos hacerlo, no porque no queremos que piensen mal de nosotros, quizás hemos luchado solos porque así nos acostumbraron, pero tarde o temprano las fuerzas se agotan, las puertas se cierran, la economía disminuye…. ¿Te ha pasado alguna vez que te has visto en la necesidad de pedir ayuda? Creo que sí, es un momento que a todos nos llega, y puede pasar también que algunas veces no pedimos ayuda por orgullo, por el que dirán las otras personas, que nuestra marca o reputación no necesita de una ayuda de éste o de aquel.
Sinceramente, es bueno pedir ayuda. Ya lo dice el libro de Eclesiastés 4:10 “Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”
También se da el caso de que nosotros tenemos amigos que han estado en mejores posiciones sociales y económicas más que nosotros. Ahí están, pasan los días y ahí están, quizás cada vez mejor, dices tú. Pero resulta que aquel hombre fuerte, aquel amigo próspero, aquel hombre versátil y dinámico, le llegan los problemas. Dicen por ahí que entre más grande es la persona, mas grande es la piedra que le tiran para que caiga. Es aquí donde el Señor nos habla, para poder nosotros ser aquellas personas que estemos atento a las necesidades de aquel amigo, de nuestro jefe superior quien con el tiempo se vuelve parte de nuestras personas de íntima confianza, de alguien de autoridad.
Veamos ahora el caso de Joab, todo un general al mando del Ejército de Israel. Por algo era el “general” hombre de muchas batallas y  le llegó el momento de la aflicción o de algún momento de temor, donde alguna fuerza oscura le ponía situaciones en donde tenía que luchar. Llega el momento de pedir ayuda y el  pasaje nos enseña que Joab pidió ayuda a su hermano Abisaí.  Ambos son guerreros con mucha experiencia, Abisaí había matado gigantes y Joab era todo un estratega militar.   Ese hombre exitoso, en todas las tareas de la milicia, ve a su hermano con ese vínculo de amistad, que hace que un hermano se mantenga de pie en todo momento. Le dice: "Si los sirios fueren más fuertes que yo, tú me ayudarás"
Me han enseñado que la amistad sobrepasa al vínculo de amor, por ello, Jesús les dice a los discípulos que ya no les llamará "siervos" sino amigos, porque es el rol que debemos de tener cuando hay una verdadera comunión con Dios. Me enseña el pasaje que Joab pide ayuda a su hermano. El proverbio 17:17 dice: "En todo tiempo ama el amigo y "es como un hermano en tiempos de angustia", así que Joab pide a su hermano ayuda, pues estaba en cierto tipo de aflicción, pero me llama la atención que además le dice implícitamente: - "Y dijo: Si los sirios fueren más fuertes que yo, tú me ayudarás; y si los amonitas fueren más fuertes que tú, yo te ayudaré."
Este es el fondo de este mensaje para ti mi amigo lector: que Joab le dice -mira, necesito tu ayuda, debes de estar pendiente tú de mi. Sin que yo te lo pida, está pendiente de mi necesidad, porque eres mi amigo, necesito de tu ayuda. En otras palabras, Abisaí tenía que estar pendiente de la situación de su hermano, por cualquier situación anormal que pase. Tú y yo tenemos que estar pendiente de nuestros hermanos, de nuestros amigos para ver en que les podemos ayudar. No importa si quizás no es dinero el que puedas aportar, sino tus palabras, tu compañía, tu presencia, etc. que hace que la otra persona se sienta apoyada, deseosa de salir adelante. Empodérate  de aquella promesa de Mateo
18:19 "Si dos o más se pusieren de acuerdo en cualquiera cosa”  Cuando lo hagamos y estemos pendiente del hermano, no para hundirlo, sino para ayudarlo, entonces podría haber contribuido a esa
bendición que Dios desata sobre su pueblo, sobre sus hijos, aunque algunas veces le fallemos.

 La reflexión de Joab fue clara: "Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades
de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le parezca."
Es entonces cuando argumento a nuestro Dios, que mi hermano debería estar mejor, por su esfuerzo, por sus luchas, etc. no porque hayas sido bueno, fiel, sino por la condición de ser hijo, que está en apuros,
He aprendido con el tiempo, que siempre hay un hermano o varios de ellos intercediendo por tu necesidad. Ese hermano, ya no te ve como un hermano, sino como “un amigo”.
Así que esta reflexión es más que todo para mí, estar pendiente de la necesidad del amigo, del hermano, que quizás haya necesitado de un abrazo, de un consejo, de una palabra de Aliento y  no se lo he expresado, pero nunca es tarde mi amado lector para hacerlo.
He palpado en estos días la necesidad de que mis amigos tienen la necesidad de ser escuchados y cuando los he llamado, ciertamente me lo han expresado por lo menos. En otros he captado la necesidad de una compañía, aunque sea corta, pero compañía.
Dios nos llama a estar unidos. Cuando en una familia, hay alguien que esté débil, toda la familia esta en peligro, por que la puerta está entre abierta, la bendición se puede diluir, te la pueden robar.

Así que manos a la obra y ha buscar al amigo, aquel amigo que por mucho tiempo fue tu alero, tu cuate y que ahora posiblemente le fue mejor que a ti, y por quien vamos a pedir siempre que te vaya bien.   Un abrazo fraternal. Su amigo, Roberto González.  

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Haciéndome Fuerte En Las Batallas De La Vida.

Haciéndome Fuerte En Las Batallas De La Vida.
Hebreos 11:32-34
11:32 ¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 
11:33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
11:34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
Siempre no nos deja de sorprender la forma de cómo Dios escoge personas para llevar a cabo sus propósitos divinos. Y es que tal sorpresa se da cuando uno mismo, al leer estas historias de hombres que son héroes de la FE, se da cuenta que ese héroe puedes ser tu mismo. Sí, ese hombre o mujer que tiene miles de defectos, el que tiene muchos vicios, el que siempre ha dicho que así nació y así será, etc. Quiero animarlo amigo lector,  que se centre  en que lo que al autor está escribiendo en todo el capítulo 11 y se dará cuenta que  TODO LO RELACIONADO A LA FE, esa fe que se necesita en todas las áreas de nuestras vidas está ahí plasmado y que conllevan actitudes que acercan al hombre a ser un hombre especial ante los del mundo por el poder de Dios en él. En este caso, a Barac lo ocupa para libertar al pueblo de Dio de la opresión de un enemigo poderoso.

Le muestro ahora, un pequeño bosquejo, para que si en algo se identifica en su vida personal, lo pueda estudiar con detenimiento y ser el próximo héroe de la fe.

1.      ¿Quiera era Barac?
Barac el hombre que siguió a Dios. Barac significa que se enciende para luchar contra una guerra encontra el rey Jabín de Canaán. Barac era de la tribu de Neptalí, el Hijo de Abinoam un Midianites. y 5o Juez de Israel a lo largo de lado Débora 1237-1198 a.C.
2.     La realidad de los hechos de ese momento(Puede ser tu realidad)
IMAGÍNESE usted frente a frente con un batallón de soldados enemigos dotados de lo último en material bélico y listos para emplearlo. En comparación, usted y sus compañeros se hallan prácticamente indefensos.
Barac, Débora y 10.000 israelitas vivieron esta experiencia durante la época de los jueces de Israel. Los cananeos, comandados por Sísara, componían el ejército enemigo. Su armamento incluía carros de guerra con ruedas provistas de mortíferas hoces de hierro. El escenario de la batalla fueron el monte Tabor y el valle torrencial de Cisón. Lo que allí ocurrió pone de manifiesto que Barac fue un hombre de fe ejemplar. Analicemos los sucesos que precedieron a este enfrentamiento.

3.     Enfrentarse a esa realidad. 
El libro de Jueces habla de las repetidas ocasiones en las que los israelitas abandonaron la adoración verdadera y de las nefastas consecuencias que esto tuvo. En todos los casos, cuando suplicaban sinceramente la misericordia divina, Dios nombraba un salvador que los libraba, pero ellos enseguida volvían a rebelarse contra Él. Fieles a este patrón, “los hijos de Israel de nuevo empezaron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová ahora que estaba muerto Ehúd”, un juez que los había liberado de la opresión moabita. De hecho, “procedieron a escoger dioses nuevos”. ¿Cuál fue el resultado? “Jehová los vendió en mano de Jabín el rey de Canaán, que reinaba en Hazor; y el jefe de su ejército era Sísara [...]. Y los hijos de Israel empezaron a clamar a Jehová, porque [Sísara] tenía novecientos carros de guerra con hoces de hierro, y él mismo oprimió a los hijos de Israel con dureza durante veinte años.” (Jueces 4:1-3; 5:8.)
Las Escrituras describen la situación de Israel: “[En aquellos días] no había tránsito en los senderos, y los viajantes de veredas viajaban por senderos indirectos. Los moradores de la campiña abierta cesaron” (Jueces 5:6, 7). Los israelitas vivían aterrorizados por los cananeos que merodeaban en carro por los alrededores. “El miedo dominaba la vida del pueblo —dice cierto estudioso—; parecía que toda la comunidad estaba paralizada e indefensa.” Por eso, como ya habían hecho antes, los desalentados israelitas clamaron a Jehová en busca de ayuda.
La gente se olvida de Dios, cuando ya están en paz, cuando están en abundancia, cuando otros quehaceres, sean estudios laicos u otras tareas.  Aplique esto para su propia vida, como en forma involuntaria se ha olvidado de honrar a Dios, viniendo a la iglesia, cantando, orando, etc, todo lo que Dios le demande en este lugar. Si hacemos esto nuestra manera de vivir, nos olvidamos por completo y llegará el tiempo en que no nos importa si vamos o no vamos a orar, a congregarnos.


4.      Recibimos el castigo  de lo que se le llaman las consecuencias del pecado.
Muchas veces el mismo Padre cierra las puertas, no responde en el momento que nosotros lo necesitamos, su ira se vuelve contra nosotros,  y hace que el devorador llegue establecer escasez, sufrimientos, derrotas, humillaciones que  nos doblegue el brazo.

5.      Dios siempre se acuerda de su pueblo, a pesar de infidelidad  Vea. El Vers. 3 del cap. 4 de Jueces “Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.”

  En medio de la crisis nacional que atravesó Israel bajo la opresión cananea, Dios usó a la profetisa Débora para dar a conocer sus juicios y sus instrucciones. De este modo, Jehová le concedió el privilegio de actuar, en sentido metafórico, como madre en Israel (Jueces 4:4; 5:7).
Débora mandó llamar a Barac y le dijo: “¿No ha dado la orden Jehová el Dios de Israel? ‘Ve, y tienes que desplegarte sobre el monte Tabor, y tienes que llevar contigo diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón. Y ciertamente atraeré hacia ti, al valle torrencial de Cisón, a Sísara el jefe del ejército de Jabín, y sus carros de guerra y su muchedumbre, y verdaderamente lo daré en tu mano’” (Jueces 4:6, 7). Con la pregunta “¿No ha dado la orden Jehová [...]?”, Débora dejó claro que ella no era ninguna autoridad sobre Barac. Ella se limitó a intervenir como el medio a través del cual se transmitía un mandato divino. ¿Cómo reaccionó Barac?
“Si tú vas conmigo —dijo Barac—, entonces ciertamente iré; pero si tú no vas conmigo, no iré.” (Jueces 4:8.) ¿Por qué era reacio Barac a aceptar la tarea que le encomendaba Dios? ¿Por cobardía? ¿Porque le faltaba confianza en las promesas divinas? De ningún modo. Barac no rechazó la misión ni desobedeció a Jehová. Más bien, su respuesta indicó que no se sentía capacitado para cumplir el mandato divino por sí solo. La presencia de la representante de Dios le garantizaría la guía divina y les infundiría confianza a él y a sus hombres. Así pues, la condición que puso Barac no fue una señal de debilidad, sino una muestra de su fe firme.
La reacción de Barac puede compararse a la de Moisés, Gedeón y Jeremías, quienes tampoco confiaban en su capacidad para llevar a cabo las comisiones divinas. Pero no por ello se les consideró menos fieles (Éxodo 3:11–4:17; 33:12-17; Jueces 6:11-22, 36-40; Jeremías 1:4-10). ¿Y qué se puede decir de la actitud de Débora? En vez de intentar apoderarse del control, sirvió a Jehová con modestia. “Sin falta iré contigo”, le respondió a Barac (Jueces 4:9). Estuvo dispuesta a dejar su hogar —un lugar mucho más seguro— y acompañar a Barac a la inminente batalla. Débora también es un ejemplo de fe y valor. Al buscar hacer el bien a su pueblo, el llama a personas que ante sus ojos son capaces de hacer el mandado que les delega. Por ello nunca diga no puedo.

¿Qué aprendemos de esta mención en la Biblia del nombre de Barac?
El relato de Barac nos enseña importantes lecciones. Todo el que aparta de su vida a Jehová acaba teniendo problemas y frustraciones. Sin embargo, acudir a Dios con arrepentimiento y demostrar fe en él permite librarse de diversas clases de opresión. También es necesario que cultivemos la obediencia. Incluso cuando parece que las instrucciones de Dios no se ajustan a la lógica humana, podemos estar seguros de que siempre nos reportan beneficios duraderos (Isaías 48:17, 18). Barac puso “en fuga a los ejércitos de extranjeros” porque ejerció fe en Jehová y siguió sus instrucciones (Hebreos 11:32-34).
La canción de Débora y Barac concluye con una nota conmovedora: “Así perezcan todos tus enemigos, oh Jehová, y sean los que te aman como cuando el sol sale en su poderío” (Jueces 5:31). ¡Qué ciertas serán estas palabras cuando Jehová ponga fin al malvado mundo de Satanás!

DIOS NOS BENDIGA A TODOS.