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sábado, 19 de febrero de 2011

EL ALCANCE DE TUS PALABRAS EN LOS AMIGOS

EL ALCANCE DE TUS PALABRAS EN LOS AMIGOS
Lucas 13:18-21
13:18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? 
13:19 Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
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Dios creó a la humanidad a su imagen y semejanza para que tenga compañerismo con Él y unos con otros.
Decidió crear a cada persona con una voluntad por la cual lo acepte o rechace.
Usted decide amar a Dios, como usted decide amar a otra persona, como también usted decide a ser amada o amado.
En nuestras vidas nos cruzamos con personas, con el de la tienda, con el cobrador, con el motorista del bus, con el soldado, con el policía, con muchas personas que no sabemos quienes son, pero que podemos hacer de esas personas muchos amigos especiales. Usted no sabe que clase de terreno podrá ser esa persona.
Así fue el encuentro entre dos personajes de mucha relevancia en la Biblia y de su inspiración divina con El Espíritu Santo.
Hablamos ahora de un hombre llamado Lucas, el que escribió el tercer evangelio y el libro de Los Hechos. Sabemos que su nombre se deriva del siguiente nombre en griego “Loukas” y que su profesión era  de ser médico.  Su origen es de Antioquia en Siria, aparentemente soltero o familia que lo distrajese en su vocación de servir a Dios. Murió según la tradición a los 84 años de edad.

¿Pero qué es lo que queremos resaltar? 

  1. La oportunidad de evangelizar a las personas y de declarar el poder y el nombre de Jesús. Pablo lo hizo con este hombre y posiblemente lo hizo estando él en la cárcel. Fue su médico personal digamos sea porque lo hayan llevado por X circunstancia, pero Pablo aprovechó para hacer lo que Jesús dijo que hiciéramos: “Os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; 9mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios[1]

La gran comisión 
  1. Lograr hacer amigos a través de la Palabra de Dios.
Se siente seguridad. La misma Palabra nos dice en Proverbios 17:17
En todo tiempo ama el amigo,  
Y es como un hermano en tiempo de angustia. 
El amor de Dioses universal, la manera de quererse y de actuar es única, es válida en toda nación, de toda lengua.

Aún cuando haces amigos por cierto interés, tarde o temprano Dios cruzará ese amigo en tu camino y por obligación o por deber, por aprecio ganado, etc. les serás útil. Jesús dijo ¨Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.[2]¨

  1. Transmitir la visión del Reino
Pablo como enviado, hizo varios viajes misioneros, y en el segundo, fue a Troas con Pablo y luego después de su tercer viaje se reunió en Filipos con Pablo. ¿Qué hace la persona que ha viajado, que se ha sacado la lotería, que ha experimentado algo bueno cuando se reune con otra persona?  Contar los detalles, detalles que suelen ser esencial para que comprendas a esa persona y que en reciprocidad te entienda a ti.


  1. Complementarse en todas nuestras actividades.
Pablo  se expresa de Lucas como un colaborador  en la carta a Flemón y lo hace con pasión, de ser su buen amigo “Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.[3]
Cuando encuentras a un amigo que te comprende, que te tiene paciencia, que sabe de tus necesidades y que mejor cuando se une en aquella labor especial: anunciar el evangelio de Jesús.
Que bueno es cuando eres de influencia, cuando los dotes de liderazgo se ponen de manifiesto, cuando sabes que tienes que preparar a otros para cuando faltes.

  1. El amigo incondicional
Pablo   relata un buen testimonio de su amigo, porque vale la pena, cuando dice en 2ª. Tímoteo 4:11 «Sólo Lucas está conmigo» Acá es cuando podemos decir que uno descubre que amigos son los que tenemos alrededor. El que nos ayuda en la cárcel, en la enfermedad, en la escasez


  1. El amor hacia nuestra ciudad, producto del amor de Cristo en las personas
Lucas conocía a fondo la iglesia de Antioquía, y se interesaba en ella de manera particular (Hch. 6:5; 11:19-27; 13:1-3; 14:26-28; 15:1-2, 30-40; 18:22, 23).

  1. El efecto multiplicador en los amigos de los amigos…..
En el libro de Juan encontramos la historia de un ciego de nacimiento, joven muchacho, cuyos amigos se dieron cuenta de su milagro recibido en la vista. Algunos de ellos decían: él es, otros decía: se parece a él. ¿Te imaginas a aquellos amigos sinceros de él que después de su milagro, los buenos comentarios que saldrían de su boca?  Creo que nuestros amigos conocen a Cristo, muchas veces no por que los hayamos evangelizado con textos bíblicos, sino con la forma de ser de nosotros, de haber visto la identidad de Cristo en nosotros. 

Amigo, hermano en Cristo, ese es el grano de mostaza sembrado en la tierra, esa semilla de amistad y de amor en Cristo sembrada en nuestro huerto de amigos, para que con el tiempo crezca y haya gran bonanza en donde el compañerismo y la amistad forman parte de nosotros y de nuestra familia. 

Oración:
Padre,  oramos por aquellas personas que aún no conocemos, pero que nuestros caminos se cruzarán con ellos para darles buenas nuevas de salvación y seremos amigos. Amigos sin ninguna malicia. Oramos por los amigos que están en necesidades, haznos útiles ayudándoles en lo que sea necesario, para expandir el Reino de Los Cielos”. Levanta amigos como Lucas, levanta a profesionales, de todo tipo y ponlos en  la iglesia donde nos has plantado para que sean colaboradores con la Familia de Dios.  Te lo pedimos en el nombre de Jesús. AMÉN.


[1]Reina Valera Revisada (1960), (Lucas 12:8).
[2]Reina Valera Revisada (1960), (Lucas 16:5).
[3]Reina Valera Revisada (1960), Filemón 24.

jueves, 5 de agosto de 2010

MI RESPONSABILIDAD CON CRISTO


MI RESPONSABILIDAD CON CRISTO
Marcos 8: 14-21
8:14 Habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca. 
8:15 Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes. 
8:16 Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan. 
8:17 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? 
8:18 ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís?¿Y no recordáis? 
8:19 Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de los pedazos recogisteis? Y ellos dijeron: Doce. 
8:20 Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de los pedazos recogisteis?Y ellos dijeron: Siete. 
8:21 Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis?

 
El ser discípulo de Jesús siempre requiere de tener asignadas responsabilidades para con el ministerio de la iglesia y para consigo mismo.  En un buen porcentaje las personas no les gusta tener responsabilidades por temor a fallara Cristo o a alguien  y pasa algunas veces que cuando fallan no se atreven a hablar con sinceridad con la persona indicada sea el jefe de trabajo o líder o pastor de una iglesia para darle un solución al problema.
Sabemos que servir es un privilegio que le agrada a Dios y que nos da múltiples beneficios personales.
En el texto base que hemos puesto en este mensaje, leemos que los discípulos habían olvidado de traer consigo los insumos alimenticios para la campaña que emprendían y lo más sensato era haberle dicho a mi amigo Jesús de lo que habían olvidado: traer pan.
Pero hubiera estado bien que ellos a propósito hubieran hecho tal cosa siempre y cuando ellos estuvieran convencidos de que con Cristo lo tienen todo, que así como alimentó a 5,000 y a 4,000 familias podemos decir, podía volver a repetir otra reunión similar.
Pero cuando sabemos cual es la falla en que hemos caído y no la decimos, el espíritu de turbación se apodera de nuestra mente y no ponemos atención a los consejos oportunos que nos dan nuestros mismos líderes. La mente cae en prejuicios tontos y pensamos que cualquier reflexión o consejos que nos den va con dolo o con dedicación a nosotros mismos. La realidad no es así.
Jesús orientaba a sus discípulos para que no cayeran en descrédito haciendo caso a rumores, reglas, incredulidad  o normas de los fariseos. La levadura era una especie de figura que Jesús ocupaba para que ellos entendieran que las religiosidad puesta en práctica en ritos o ceremonias, reglas o normas, sacrificios, etc. contaminaba el verdadero culto a Dios. Dios se complace en nuestra obediencia más que en actos religiosos, pero los discípulos perturbados de su falta de responsabilidad por la ausencia de pan, discutían entre ellos e interpretaron mal la instrucción de Jesús, y pensaban que era una especie de amonestación que Jesús les hacía por esa falta.
Pero miren que lindo es Jesús, que siempre va delante de nuestros pensamientos y sabe de lo que fallamos. ¡Ah! Si fuésemos más sensibles a su palabra y creyéremos fielmente, sabríamos que de antemano, nuestro Padre Celestial sabe de que tenemos necesidad, así lo dice la Biblia:
No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. —Mateo 6:8

El fondo del mensaje de reflexión está acá: Dejemos de ser ciegos y dejemos de sordos no porque lo seamos de nacimiento sino porque queremos ser ciegos y sordos adrede. Es lo más triste de esto. Muchos quieren seguir siendo ciegos y sordos porque les conviene.
Uno de estos días, un discípulo mío tristemente me dio esta enseñanza, pues le mandé a sacar la basura de la iglesia que estaba recogida en sacos(bolsas de nylon), lo cual hizo, pero mientras pasaba el camión que recoge la basura, llegaron unos perros y sacaron algunos desperdicios y dejaron la basura tirada en el suelo. Pasó el camión pero dejaron los desperdicios en el suelo. El discípulo salió a la calle y se percató de la regazón de los desperdicios pero en su mente pensó mejor meterse a la iglesia pues sabía que pronto saldría mi persona y que si lo veía por ahí de forma inmediata le iba a decir “recoge estos desperdicios”. Dicho y hecho así fue, pero no se salvó de tal cosa, pues al salir siempre me percaté de lo sucio que se veía la entrada de la iglesia  y le llamé y le dije que recogiera tal cosa. Puedo decir con certeza que en ese momento se volvió ciego por conveniencia, pues no quería “ensuciarse las manos” o hacer tal cosa porque no le gustaba hacer limpieza.
Así también nosotros debemos de cuidarnos de ser ciegos y de ser sordos a conveniencia.
Les vuelvo a traer a colación el versículo de Santiago 5:17 : “Y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado”
Procuremos con diligencia hacer bien las cosas, pues entiendo que siempre hay alguien que nos enseña a hacer bien las cosas: JESUS. Si por alguna razón le fallamos, hablemos con él, EL SIEMPRE NOS ENTIENDE.  Si fallamos en algo en nuestro trabajo hable con el jefe, que aunque talvez él no lo entienda o lo comprenda nosotros habremos actuado sanamente siendo honestos.
Dios les guarde y les bendiga.

Oración;
Amantísimo Padre celestial, muchas gracias por este nuevo día y por tu palabra siempre fiel a nuestra vida. Agradezco la responsabilidad que tengo en mi ministerio, en mi casa, en mi familia, en mi trabajo. Ayúdeme a ser diligente en todas las áreas que me has capacitado en lo poco y en lo grande. Bendice mi casa, mi familia, mi trabajo, mi empresa, mi iglesia, en el nombre de Jesús.









lunes, 22 de marzo de 2010

PENSANDO MÁS DE LA CUENTA


PENSADO MÁS DE LA CUENTA
Marcos 10:35-40

10:35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. 
10:36 El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 
10:37 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 
10:38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?Lucas 12. 50
10:39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; 
10:40 pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado.

 

Hay personas comunes y corrientes y hay personas especiales. Las comunes y corrientes son aquellas que se acomodan en su estilo de vida, que no hacen nada por enriquecer su conocimiento, y además de eso piensan que con lo que saben ¡lo saben todo! y se conforman con lo que han aprendido. Pero hay otros que son especiales, que han descubierto que hay que adquirir sabiduría e inteligencia siempre al lado de un gran maestro: JESÚS.
Pero cabe la posibilidad y así es, que aquella persona especial, se equivoque al mal interpretar lo que Dios nos da, lo que el nos permite administrar o lo que el quiere que usufructuemos.
¿No te ha pasado que algunas veces pensamos que con lo que nosotros le damos a Dios sea como ofrenda o diezmo, lo que le damos de tiempo como servicio, lo que pasamos como discípulo al lado de un maestro un poco gruñón, de lo que soportamos como bochornos o mal tratos de parte de superiores, etc, pensamos que somos merecedores de un favor de Dios o de justificar cualquier dádiva de Dios en manos alguien acá en la tierra? ¡Pobrecitos de nosotros que nos engañamos a nosotros mismos! No cuantifiquemos que recibiremos del Señor, sino cualifiquemos lo que le damos a Dios y aún así con lo que le damos, somos deudores de Dios, pues no alcanzamos a darle todo lo que el se  merece por su amor hacia nosotros.
En el caso de Juan y de Jacobo la Palabra de Dios nos enseña que no hay que confundir la gracia o favor de Dios para con nosotros con lo que nosotros debiésemos merecer.  Y es que ¿habrá alguien merecedor de pedir estar cerca deJESÚS o de recibir un milagro o un favor de Dios como si se tratara de una competencia con otros hermanos o hijos de Dios y decir que somos los más santos, los más espirituales, los más justificados? ¡NO nos corresponde a nosotros decir o asignarnos premios, pues entoinces hemos entendido mal el Reino de Dios
¡No sabéis lo que pedis les dijo a los discípulos!  Pues creo que merecemos tambien esa respuesta. Ciertamente yo quiero estar al lado de Jesús, pero tengo que ser de aquellos que “entreguen la vida por los demás” en una labor que es tan especial: El servir a todos”, sin distinción, sin rencor, sin prejuicio alguno, sin esperar nada a cambio, sino que al contrario, pensar que con lo que hace para con determinada persona, que llegue a pensar lo mejor de Dios para su propia conversión.
En el pasaje paralelo de Mateo 20:20 nos enseña que es el Padre el que nos asignará el lugar  o premio que nos corresponde con Jesús, y será un lugar muy especial para el que sirve con un corazón humilde y sincero para con su prójimo.
Te animo a que acá en la tierra, mientras te sean dados mas años de vida tengas presente que una de las mejores maneras de recibir el favor de Dios es sirviendo y en silencio. No servir y publicarlo como una lora, sino que el que pesa los corazones sepa como nos esforzamos por servirle a alguien acá en la tierra como si fuera Cristo.
El que tenga oídos que oiga.  Un abrazo fraternal.







domingo, 16 de agosto de 2009

CUANDO DIOS TE HACE BRILLAR

CUANDO DIOS TE HACE BRILLAR

Mateo 27: 57-61

27:57 Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús.

27:58 Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.

27:59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,

27:60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.

27:61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.


Todos los que hemos confesado que Cristo es nuestro Salvador, y habiendo sido de alguna manera discipulado en su momento hemos recibido capacitaciones en alguna área de nuestra vida, donde hemos descubierto alguna habilidad o potencial para nuestro beneficio, para nuestro hogar o ministerio.

En ese momento de llamado nos discipularon de tal manera que nos identificamos con la iglesia, con el pastor o con el líder. Llegamos a servir, llegamos a formar parte de una congregación, de una célula o de una misión evangelizadora. Brillabas tan natural como las estrellas en la noche y digo “brillabas” porque puede ser que ya no haya ese fuego tan grande en ti. Dios te mandó a que resplandecieras, pues el mismo Jesús te da ese brillo, ese resplandor y la gente lo nota. Me acuerdo de un retiro que hice hace varios años, el cual duró tres días completos, y en ese período Dios me habló, me animó, me hizo pedir perdón de corazón como a perdonar aquellos que me habían ofendido. Le pedí perdón a mi propia hija, por lo malo que había actuado con su madre cuando ella estaba en su vientre, en fin fue tan linda esa experiencia, que bien me acuerdo que antes de salir a ese retiro, uno de mis tutores me llevó a un espejo y me dijo: Ve ese rostro y verás que cuando regreses no será el mismo rostro. Cuando regresé de ese maravilloso retiro, mi familia y mis amigos me decían que me veían diferente y que mi rostro resplandecía.

Dios nos dice en la Biblia, en Isaías 60:1 “Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz , y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”.

Pero en ocasiones, el enemigo pone un decreto contra nosotros para que no brillemos, aunado nuestra debilidad en alguna área, el enemigo se aprovecha y le abrimos puertas a tal grado que terminamos como macetas de corredor que ya no pasamos de la misma función y que con el tiempo se deterioran con todo el ambiente a su alrededor.


Ese es el caso de este hombre llamado José de Arimatea, hombre con las siguientes características:

1. Hombre rico

2. Era miembro noble del concilio (Marcos 15:42)

3. Era osado

4. Era varón bueno y justo (Juan 23:50)

5. Era hombre de convicciones radicales

6. Tenía miedo a los judíos

7. Conocía a Nicodemo, otro discípulo de Jesús que lo seguía en secreto, el cual le ayudó a poner a Jesús en el sepulcro. Juan 20:38

Con todas estas características, José se había apartado de la buena doctrina de Jesús, de su compañía, de su enseñanza, de su amor, porque había temor en él, de su estatus social para con los judíos y principales religiosos. Nos apartamos de Jesús por intereses propios, para complacer a la carne. Muchas de las ausencias de hermanos en la iglesia es porque han sido puesto en disciplina por cuestiones de fornicación, de adulterio, y dejan de ir, porque quieren seguir en la misma situación carnal o dejan de ir por que “que dirán” los demás hermanos si me ven disciplina. Y aunque no es el punto central “la disciplina” bien nos hace someternos a nuestras autoridades y dejar de hacer aquello en que nos han pillado.

Y sucede que aunque nos separemos de él, él siempre nos da oportunidades de corregir ese error, de sacar ese “valiente guerrero” que hay dentro de ti, pues siempre se nos presenta ocasiones en donde distinguimos, dentro de aquellos que están bien en todo(al menos en apariencia. Gracias a ese amor infinito de Jesús que nos da la oportunidad de volver a brillar, es decir de volver a tomar decisiones correctas, de volver a tener ese liderazgo en el ministerio pese a que hayamos quededado mal con otras personas.

A nadie le gusta que nos digan nuestras verdades o que alguien de nuestro mismo equipo opine diferente a nuestro pensamiento. Lo juzgamos como traidor, como vendepatria, y lo marginamos por sólo el hecho de que opine diferente a nosotros.

Ponte a pensar de que José formaba parte del Concilio y disintió con ellos por lo que se le acusaba a Jesús. Pudiesen haber quedado prejuiciados con él, pero dice la escritura que osadamente le pidió el cuerpo de Jesús a Pilato. Sacó a relucir su inteligencia con la que había sido instruido, aparte de que el tiempo apremiaba porque se acercaba el momento de los preparativos del día de reposo. En pocas palabras, sacó fuerzas de flaqueza ante la situación apremiante, ya que los demás discípulos, los “titulares” se habían desaparecido. Su nombre ahora aparece en los cuatro evangelio, no porque haya abandonado a Jesús, sino por recobrar su sensatez y volver a servir a Jesús. Siempre es bueno actuar correctamente, porque la conciencia, El Espíritu Santo, te recuerda cual es tu deber. Cuando escuchemos en nuestro interior que algo no está bien, que debemos de actuar, que debemos de hablar para pedir disculpas, es porque Dios te quiere hacer brillar, no te quiere opaco, no te quiere como una maceta. Te quiere activo, te quiere actuando bien, te quiere diligente, inteligente en todo por la misma palabra de Dios. Acuérdate, de estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; (Filipenses 1:6) DIOS TE BENDIGA.