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martes, 22 de septiembre de 2015

ADVERTENCIA CON CINCO TIPOS DE ORGULLO

“Porque el SEÑOR es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo conoce de lejos.”
Salmos 138:6



El orgullo se puede definir de esta manera: “Exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás.”
Es un problema que muchas veces se vislumbra en la niñez, que el padre de familia puede disminuir o quitar dependiendo de la forma como se trate en el niño.  Por ejemplo a un niño se le enseña a caminar paso a paso. Se le agarra de su manito y con esfuerzo vamos caminando. Llega el momento en que el niño quiere caminar sólo sin la mano que le ayude.   El orgullo  es un arma que hace caer al hombre ante los ojos de Dios, tal como el diablo cayó en el cielo.  El orgullo y la altivez dan origen a la rebeldía y ésta trae consigo consecuencias negativas en la persona.  Acuérdese de que el enemigo quiso sentarse en el trono de Dios y ser como Dios y para ello convenció a 1/3 parte de los ángeles por lo cual fue expulsado del cielo junto con sus seguidores y esos espíritus en la tierra, tratan de utilizar a las personas para hacer llorar a Dios, haciéndolas orgullosas.  Las personas orgullosas son personas gobernadas por  un espíritu de orgullo que de acuerdo a su naturaleza se comportarán despreciables ante las demás personas.
Por ello quiero contribuir a ese cambio que tú anhelas. Quizás te has dado cuenta de que padeces de este mal o puede ser que no te hayas dado cuenta de que lo tienes.  A continuación te presento 5 tipos de orgullo que podemos poseer los hijos de Dios y que no nos ayuda a nuestra misión o propósito y podamos cambiar para bien.

1.       El Orgullo tipo faraón.
“Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.”  Exodo 5:2
Este tipo de orgullo es aquel que no te permite recibir consejos,  que sólo lo que él conoce o sabe basta y no admite otro conocimiento.  No admite oír la voz de Dios aún cuando es para su bien. Son testarudas, de dura cerviz.  Muchas personas son visitadas para presentarles a Dios como salida a su problema.  Ellos conocen su estilo de vida, y saben que no es el mejor, pero  les parece que ese estilo de vida  es suficiente, que no hay otro mejor. No oyen la voz de Dios porque su poder, su posición económica les parece que basta y sobra para vivir “feliz”.  No, no te equivoques. Podemos pensar que no hemos necesitado de Dios para llegar a tener dinero, conocimiento, poder, pero te tengo noticias: siempre ha sido Dios el autor y creador de todo lo que tenemos, pero la falta de desconocimiento de Dios perdemos lo que nos ha sido dado. Faraón perdió a su familia, perdió a su ejército, perdió riqueza.

2.        El Orgullo tipo Naamán.
“Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.”  
2º Reyes 5:11
 Este tipo de orgullo es común en aquellas personas que han llegado a escalar en una posición social o económica. Aplica también para aquellas personas que quieren hacer las cosas a su manera y no  la manera sencilla que Dios nos ordena, aún sabiendo que se tiene una gran necesidad.  Naamán era el general del ejército sirio, se enfermó de lepra.  Estaba acostumbrado a recibir honra en su país y en donde se presentase como oficial del rey.  Esa forma de vivir, los contamina el corazón, se vive viendo por el hombro a las personas, incluyendo a la familia.  Ataca también a los hijos de Dios, porque les hace olvidar quien los sacó de la pobreza, del pozo cenagoso, de la ignorancia.  ¿Has visto a alguien que por su cargo que ostenta quiere que todo mundo le reverencie?  Muchos hombres al titularse como licenciados, como doctores, etc, ya no quieren que se les llame simplemente por su nombre sino por el título que tienen. Esa actitud es de alguien que vive pobre en su mente.  La grandeza de un hombre no está en el título o en su cargo que tiene, sino en la humildad que ostenta con ese título o con ese cargo.


3.       El Orgullo tipo Uzías.
“Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso. ”  
2º Crónicas 26:16
Este espíritu también quiere persuadir a los hijos de Dios.  Uzías llegó al poder a los 16 años. Gobernó en Jerusalem 52 años. Comenzó haciendo bien todas las cosas. Dios lo fortaleció, lo empoderó y llegó a posicionarse como todo un gran señor.  Pero acabó haciendo cosas que no le estaba permitido hacer como rey. Y es que el orgullo en el hombre, una vez posicionado en el lugar que has soñado, una vez conquistado el sueño de niño, se les olvida quien les ayudó y en vez de hacer un  acción de gracias o seguir compartiendo las bendiciones recibidas, ya no lo hacen o si lo hacen, lo hacen a su manera. 
Cuanto hijo de Dios es levantado desde cero. Levantan su negocio, encuentran trabajo, emigran a otro país, y ya afirmados en ello, se les olvida seguir buscando a Dios y se vuelven esclavos a su propio trabajo o negocio.  Vemos que cuando ganaban $ 200.00 diezmaban, no fallaban, servían y todo estaba bien. Ahora que ganan $ 1,000.00 o más, ven con recelo el dar el diezmo de $ 100.00 ó más. Conjeturan que aquel que lo recibe lo echará a perder en esto o en lo otro y dicen: -sólo daré $ 40.00 y el resto lo daré a los necesitados, a alguien que lo necesite. Y  se les olvida dar ese resto a quienes dijeron que lo harían.  Y si lo hacen, no están haciendo conforme a la enseñanza que Dios nos manda.   No nos equivoquemos amigos y hermanos.  Tenemos que saber que aquel que nos llamó lo hizo confiando en nosotros, en administrar bien sus dones y privilegios que nos dio  y él nos recompensa en gran manera, nos lleva a tener prosperidad y a posicionarnos en lo que soñamos, pero ya lo dijo Jesús: “Sin mi, nada podeis hacer” Hagamos las cosas tal como él quiere.

4.       El orgullo tipo Ezequías:
“Mas Ezequías no correspondió al bien que le había sido hecho: sino que se enalteció su corazón, y vino la ira contra él, y contra Judá y Jerusalén” 2º. Crónicas 32:25 
Este otro tipo de orgullo se registra en aquellos que reciben favores de otros y se les olvida dar las gracias a quien le dio la mano. Ezequías había sido sentenciado a morir, casi de inmediato. Sin embargo, el oró a Dios y él le oyó y le dio quince años más de vida.  Sanó de su enfermedad y llegado un momento se olvidó de aquel que le ayudó. ¿Cuándo pasa esto en el creyente?  Cuando oran y oran y Dios les favorece, les sana, les da el trabajo, les abre puertas donde querían llegar y ya sanos, ya no vienen a la iglesia. Dicen en su corazón: -Yo tengo mi relación con Dios, que nadie ve sólo él y yo sabemos….y así pasa el tiempo y se van quedando secos, sólo son hojas porque no hay fruto en ellos.  No se nos olvide de donde nos sacó el Señor, que quien es el dueño del oro y de la plata y de la tierra.  Cuando te pase eso a ti, cuando te enfermes, cuando clames a él ciertamente él te ayudará, lo ha prometido, pero no te olvides de él, porque así como te salvó, también puede llegar tu ruina. 
Lo bueno es que Dios siempre te da oportunidades.  Ezequías se dio cuenta de su error y se humilló ante Dios y las consecuencias de su error fueron mínimas.  Así es Dios, grande en misericordia y en su amor para con los suyos.

5.       El orgullo tipo Amán:   
“Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira.” Ester 3:5
Este tipo de orgullo se aloja en aquellas personas que tienen subalternos a su cargo. Que son jefes y tienen personas bajo autoridad. Esperan que el subalterno le bese los pies, para garantizarles su puesto, su trabajo y si no lo hacen los miran  de menos.  He visto pastores que quieren que todos los servidores estén atentos a cualquier instrucción que de ellos emanen y les sirvan incuestionablemente.   No, no funciona así en El Reino de Dios. Dijo Dios, el que quiera ser grande en el Reino de Dios que sirva, que sirva a su hermano, a su subalterno, al discípulo, al amigo, al pastor, a todos.  "No ha de ser así entre ustedes, sino que el que entre ustedes quiera llegar a ser grande, será su servidor,” Mateo 20:26  Distinto es cuando un subalterno quiere agradarnos y nos lleva una taza de café, un pancito, que bueno y no hay que rechazarla pues detenemos la bendición para aquel que nos quiere bendecir. Pero no debemos de esperar que todos hagan lo mismo ni que recibamos elogios. Podemos recibir críticas, murmuraciones, etc. y seguir siendo amigos, seguir siendo el jefe, con armonía y clase y no distanciados por que las personas que tengo a mi cargo no me agradan.  Si estamos en autoridad, si estamos en poder, sirvamos a los que están bajo de nosotros.

En conclusión, el orgulloso no es agradable ante los ojos de Dios.  El orgulloso no quiere comprometerse con el Reino de Dios.  Vinieron a Cristo y quieren seguir con un yugo: el orgullo.  Así que les animo a que si pensamos que el título que ostentamos es el que nos da de comer, estamos equivocados; que si estás en posición elevada y no admites consejos, vas a la ruina; que si eres favorecido con gracia y al final no haces las cosas como deben de ser, sigues siendo orgulloso.  Si hemos sido sanados, debemos de seguir buscando a Dios y no olvidarnos de quien nos sanó y de no admitir que la vanidad, los elogios, el cargo, el dinero, etc, sean los que miremos de menos a las demás personas.
Procura no tener ninguno de estos tipos de orgullos y si percibes que tienes alguno o más de alguno, acuérdate de esta promesa: “abogado tenemos para con Cristo Jesús.”  Pidamos perdón a Dios y él justo y misericordioso que nos perdona.  En el nombre de Jesús, Amén.
Te doy la hora mi Señor por poner estas palabras en mi mente y poderlas escribir en mi computadora. A Dios sea la gloria.

lunes, 5 de enero de 2015

UN VERDADERO PROPOSITO EN EL 2015: ANDAR EN LA VERDAD

"Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Atalas a tu cuello," Prov. 3:3

Si has de hacer propósitos nuevos en el 2015 comienza a applicar lo que dice el Proverbio arriba descrito: ¡Qué la verdad te acompañe siempre! y no permitas que el enemigo siembre mentira.
En el libro de Hechos encontramos la historia de Ananías, que le mintió a Pedro en cuanto a la venta de una propiedad suya, el cual mintiendo a Pedro, le mintío al Espíritu Santo y por esta causa murió de inmediato.
La mentira nuna es buena consejera ni buena ayudante, porque tarde o temprano te alcanza la verdad.
Así que mejor piensa, mejor es andar con la verdad por voluntad propia, que la verdad te alcanze a causa de la mentira. Andar con la verdad te traerá gracia y serás deseable y buen testimonio, andar en la mentira te traerá vergüenza ante los ojos de la gente. Dice la 3a Carta de Juan: "No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad." Si usted ya es padre o madre de familia sabrá que es gratificante saber que nuestros hijos anden siempre en la verdad y que son de confianza ante la mirada pública de la gente.
Ama a Dios, ama a la verdad. Dios te bendiga.

viernes, 10 de septiembre de 2010

NO LE PONGAS LÍMITE A TU VICTORIA



NO LE PONGAS LÍMITE A TU VICTORIA
2° Reyes  13:14-19
13:14 Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!
13:15 Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. 
13:16 Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, 
13:17 y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos. 
13:18 Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 
13:19 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria. 


 


¿Alguna vez te han dicho tienes que hacer oración para que te vaya bien?
El día de hoy platicaba con un joven quien todavía no ha recibido a Cristo, y  por varias semanas me ha visitado en la iglesia fuera de los horarios de servicio. Al platicar con él, me confiesa que es un chico que le gusta la tecnología y que desea aprender más acerca de esto y reinventar algunas funcionalidades de aquellas cosas que existen. Le  hemos platicado acerca del Plan de Salvación de Jesús. El tiene temor de aceptarlo porque en su mente hay una lucha entre la ciencia y lo espiritual. Me confesaba además de un temor a la muerte porque padece de cierto problema con su corazón en una de sus válvulas y que cuando se pone a pensar en lo que quiere ser y se acuerda de su problema se deprime de una manera terrible y me preguntaba: ¿Dios me puede curar de las depresiones?
Por supuesto que ustedes ya suponen la repuesta que le di, y estoy más que seguro que no tardará en aceptar a Cristo, pero tengo que tener el cuidado de enseñarle a ser persistente en lo que desea y no desmayar aún cuando las adversidades estén a la vuelta de la esquina.
En el pasaje que hemos puesto de referencia, encontramos a un rey afligido por los constantes asedios que tenía el ejército de Siria contra Israel, y encontramos una acción muy atinada como el de venir a pedir consejo a un profeta como el de atender las instrucciones de quien da el consejo.
El punto es que así  como este muchacho que está enfermo le enseñaré que la fe en Jesús puede curarnos de toda enfermedad, la impaciencia de algunos le pone freno a lo que Dios quiere realizar en sus vidas. Quieren resultados de inmediato y no esforzarse a profundidad.
¿Ya has oído este versículo: “En Cristo somos más que vencedores” Rom. 8:37?
Pero en Cristo significa que debemos de “perseverar” en la sana doctrina, en la casa de Dios, en la oración y entendimiento todos los días.
Hay una palabra con una gran verdad “somos más que vencedores” y es aplicable en todas las situaciones de dificultad que podemos tener.
Eliseo le dijo al rey de Israel “porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos.” Esto es una palabra fe como de acción. Tenemos que pelear, no quedarnos a medias sino hasta terminar con el enemigo, hasta terminar con el problema tomando decisiones radicales y certeras.

GOLPEA LA TIERRA

En la iglesia tradicional te dicen: “Por la absolución de tus pecados debes de rezar 3 padres nuestros y 10 ave marias” y las personas lo hacen conforme a lo que indicaron. – Muy mala práctica  porque limitan a hacer un palabrerío y sólo lo que le indican. Ahora bien en el cristianismo te dicen tienes una herramienta poderosa como es la oración que es “hablar con Dios”  y estamos bajo promesa que si nos acercamos a Dios en oración él se acercará a nosotros, más sin embargo oramos sólo lo necesario o mientras el problema se resolvió. Y quizás usted me dirá que no hay tiempo, que sale muy cansado de sus obligaciones, etc. y llega a la casa de oración o a la iglesia “cansado” y ya no llega con buen espíritu sino más bien por obligación “moral” a Dios.
Hoy en estos tiempos dice la Biblia nos dice en Efesios:
5:15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 
5:16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Hablemos con Dios en todo momento, en la calle, en el trabajo, en su vehículo, en su casa, y procure aprovechar cada momento de reunión en la casa de Dios y ore con pasión. Pídale al Espíritu Santo que le ayude y no desmaye en seguir orando por la solución a su problema y sí Dios empieza a corregir su problema, incremente más la intensidad de hablar con Dios. Si te pidieron que vayas a la iglesia a escuchar Palabra de Dios, que sea a eso, que no sea a murmurar, que no sea criticar. Si te pidieron servir, no sólo hagas lo que te dijeron que hagas sino hace más. Si te dijeren que tienes que orar para sanarte, que no sea sólo por esa enfermedad sino por todas las que viniesen adelante. No te conformes con sólo orar por ti, sino por tu vecino, por los que te han traicionado, por los que se burlan de ti, por los que abren su boca para destilar veneno so pretexto de hablar justicia por que lo han tratado mal, etc, ora y ora y ora y ora, sin desmayar. Que el esfuerzo que hagas sea muy extenso para la que victoria que Dios te va a dar sea completa, que no tengas que volver más adelante para pedir por el mismo problema.
No haga a Dios chiquito cuando le decimos “Diosito” ayúdame, porque ya le pusimos límite a Dios en la solución a nuestro problema, pues hacemos chiquito a Dios y grande al problema.

Conclusión:
Vea siempre con pasión a cada instrumento que Dios ponga en tus manos para alcanzar tu victoria en cualquier área.
Tus saetas pueden ser:
1.      Tu oración
2.      Tu paciencia
3.      Tu gracia
4.      Tu ministerio
5.      Tu iglesia.

Dale duro al enemigo, orando, teniendo paciencia a su hermano, a su amigo, a su pastor. Dele duro al enemigo poniendo en uso esa gracia especial que Dios le ha dado para llegar a corazones necesitados, que le abren su corazón y le confiesan sus temores.
Dele duro al enemigo sirviendo con diligencia y con pasión en su ministerio y  asistiendo a todos los servicios de su iglesia. No desmaye.

DIOS LE BENDIGA.