Mostrando entradas con la etiqueta paciencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta paciencia. Mostrar todas las entradas

sábado, 16 de julio de 2016

¡SEÑOR, DAME PACIENCIA!
¿Cuántos de nosotros hemos hecho este clamor en distintas circunstancias de la vida? Quizás, hasta lo hemos hecho con un tanto de desesperación. Mas, ¿Estamos pidiendo con conocimiento?
En verdad, la paciencia está repleta de beneficios para nuestro caminar por este mundo.

1.     “Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas” (Lc. 21:19).
2.     Con paciencia aguardamos la esperanza de lo que no vemos (Ver Ro. 8:25).
3.     Con paciencia nos soportamos los unos a los otro en amor (Ver Ef. 4:2).
4.     Debemos ser “… imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia, heredan las promesas” (He. 6:12).
5.     De Abraham se testifica: “Y habiendo esperado con paciencia alcanzó la promesa” (He. 6:15).
6.      “Os es necesaria la paciencia para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa” (He. 10:36).
7.     “Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía” (Stg. 5:7).


Para saber si debemos pedir a Dios paciencia, miremos estos aspectos esenciales:

Primero, estas son las fuentes sagradas de la paciencia de los santos:

1.  La paciencia es parte del fruto del Espíritu que se manifiesta en la vida del que ha nacido de nuevo: “Mas, el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Gl. 5:22).
2. La paciencia es una pieza en el uniforme de los hijos de Dios: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia (Ver Col. 3:12).
3.  La paciencia es una virtud que deben seguir los que son de Dios: “Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre” (1 Ti. 6:11). Pablo alaba en Timoteo el que haya seguido su paciencia: “… tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia…” (2. Ti. 3:10).
4. La paciencia tiene también su fuente en la Palabra de Dios: “… por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Ro. 15:4).

Así que para tener paciencia, hay que permitir al Espíritu Santo que la manifieste entre nosotros. Entonces hay que seguir la paciencia, hay que vestirse de ella.

En segundo lugar, algunos pidieron al Señor ciertas posiciones y virtudes, pero no sabían la trascendencia de las contestaciones respectivas. Por ejemplo, una madre y dos de sus hijos vinieron al Señor y pidieron que ellos dos querían sentarse cada uno a su derecha y a su izquierda en su reino. El Señor les dijo: “No sabéis lo que pedís”. Entonces les preguntó: “¿Podéis beber del vaso que yo he de beber y ser bautizados con el bautismo con que soy bautizado?” Ellos dijeron: Sí. Entonces Jesús les aseguró: “A la verdad, de mi vaso beberéis y con el bautismo con que yo soy bautizado seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre” (Ver Mt. 20:20-23). El contexto y los sucesos que acaecieron luego, a Jesús y también a ambos hermanos, demuestra que ellos aceptaron sin saberlo, beber la copa del sufrimiento por causa de Cristo, y ser bautizados con el bautismo de la muerte por causa de su Maestro.

En tercer lugar, debemos ser cautelosos si pedimos paciencia, por la manera cómo se produce más de ella: “… la tribulación produce paciencia” (Ro. 5:3). “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Stg.1:2-3).

Por ejemplo, del Apóstol Pablo, sabemos que él tenía “… mucha paciencia” (2 Co. 6:4). Hasta muestra las señales de un apóstol, “en toda paciencia” (12:12). Pero al descubrir su lista de tribulaciones, padecimientos, persecuciones y asechanzas, mientras transitaba predicando a Cristo (Ver 2 Co. 11:23-33), tenemos una idea de cómo en su vida se hizo patente lo que escribió a los Romanos: “… la tribulación, produce paciencia”. Por eso, presentando la paciencia como fruto de las aflicciones, se gloría en los Tesalonicenses al decirles: “Nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en medio de vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis” (2 Ts. 1:4).

Concluyendo, hoy nos puede estar ocurriendo como a David, quien “… subió la cuesta de los Olivos, y la subió llorando” (Ver 2 S. 15:30). Muchos, quizás, como Jabes, han nacido en dolor (Ver 1 Cr. 4:9). Posiblemente ahora mismo estemos pasando a través del “… valle de sombra de muerte” (Sal. 23:4), o por “el valle de lágrimas” (Sal. 84:6). En cualquiera de estas difíciles circunstancias, sepamos que:

1.  El fruto del Espíritu, que es también paciencia, se ha de manifestar en medio de esas angustias, para que podamos decir con el Salmista: “Pacientemente esperé a Jehová y se inclinó a mí y oyó mi clamor, y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña y enderezó mis pasos” (Sal. 40:1-2).

2.  Mediante la misma tribulación que estemos atravesando, Dios nos va a administrar la dosis de paciencia que necesitamos para que podamos soportar la prueba. Hubo un hombre que experimentó una fuerte investida de prueba, arrebatándole todo lo que tenía, incluso a su familia. De su testimonio se dice: “He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo” (Stg. 5:11).

3. Finalmente, sí se debe procurar que “… tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” (Stg. 1:4). “… fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Co. 10:13). La Biblia Textual, traduce “tentación”, como “prueba”. Así que el mismo Dios que permite la prueba, nos dará la paciencia para resistirla, y al final nos dará una salida. Es en esa salida, que la paciencia tiene su obra completa, añadiendo perfección y cabalidad a nuestra vida y a nuestro carácter cristiano.

Amados, por la Palabra de Dios les aseguro, que si guardamos la fe, no nos faltará jamás la gracia divina que nos sustenta con paciencia en la prueba. Así no tendremos que carecer de esta rica virtud, y nunca habremos de gritar desesperados,

¡Señor, dame paciencia!

En él,

Vuestro servidor,
Pst, Eliseo Rodríguez.

sábado, 4 de agosto de 2012

LA PERSEVERANCIA QUE RECOMPENSA (PRESO POR UN PREMIO)

LA PERSEVERANCIA QUE RECOMPENSA (PRESO POR UN PREMIO)
Gen. 31: 38-42
31:38 Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas. 
31:39 Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas. 
31:40 De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. 
31:41 Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces. 
31:42 Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche. 

¿Qué es perseverancia?
1      Dedicación y firmeza en las actitudes e ideas o en la realización de las cosas.
2      f. Firmeza y constancia en la ejecución de los propósitos y en las resoluciones del ánimo.Duración permanente o continua.
3      1 firmeza, tesón, constancia. inconstancia, incumplimiento, indecisión, desaplicación.
4      «La perseverancia está en las acciones y en la conducta; la constancia, en los sentimientos y en las opiniones. Tan constante fue Galileo en sus doctrinas sobre el movimiento de la Tierra, que perseveró en defenderlas aun después de condenadas.» José Joaquín de Mora
Le ponía entre paréntesis “preso por un premio” porque se me viene a la mente, la idea del que está preso por algún delito y tiene que pagar una condena. Durante esa estancia obligada, esta persona desea salir algún día. No conozco a nadie que quiera permanecer en ella después de cumplida su condena. Más sin embargo, tiene que saber que durante ese tiempo, tiene que estar en observación de buena conducta, de colaborador, de querer progresar académicamente, en fin de estar en un estado de ánimo y de servicio constante para lograr salir antes o en el tiempo estipulado cambiado totalmente.  Se supone que eso era el propósito de las cárceles con eso de los derechos humanos.    Pues bien bajo este esquema quiero hablarle hoy  de este tema: “la perseverancia”   que va amarrado a un propósito, a un objetivo o meta.
El preso tiene el propósito de salir, lo más antes posible.
El cristiano tiene que también saber perseverar y tiene que tener un objetivo concreto, no vago, no confuso.  Un pastor amigo mío expreso una frase que me pareció atinada a este tema:"Dame un empleado de almacén que tenga una meta, y te mostraré un hombre que hará historia. Dame un hombre sin una meta y te mostraré un empleado de almacén"
Alguien que no se persevere, que no sabe lo que desea, rápido abandona el trabajo, le vale un pepino dejar tirado el hogar, la familia, el ministerio, el llamado a ser un hombre transformado. En una compañía de prestigio se tiene siempre oportunidades. Se logra llegar a conquistar una buena posición.

Por ello, he aquí tres características de alguien que persevera: (espero que seas uno de ellos)
Ø  Pagando lo que otro se comió.  Gen. 31:39 “Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas. 
Hablamos acá de alguien que económicamente está pagando quizás una deuda, que sirvió de fiador, que sin consultar a Dios ayudó a alguien pero le falló y  pero también aplica para aquellos que son acusados y sentenciados injustamente.  
El cristiano tiene que persevera, sabe hacia donde va y que es lo que quiere alcanzar, en diferentes áreas de su vida. 
El caso de Jacob, producto de una falta familiar, tuvo que salir huyendo hacia sus parientes, más sin embargo, en el camino, después de haber cometido la falta, tiene una revelación de Dios para con su vida. Un llamado del cual no se puede resistir
El cristiano tiene que hacerle frente al desánimo, al rencor, a la desconfianza, al egoísmo, porque todos ellos, uno a uno o en conjunto quieren que no logres tu milagro, tu meta. Por lo tanto clave una y otra vez, debe de perseverar, no me he de mover, no he desconfiar, me levanto aunque esté caído, debo de perdonar aunque sea doloroso, debo de compartir aunque no merezca aquella persona, etc.

Ø  Sufriendo incomodidades. Gen. 31:40
Si alguien padece de impaciencia, pídale al Espíritu Santo que le ayude a conseguir el fruto de la paciencia, porque ojos la impaciencia, en un abrir y cerrar de ojos, se vuelve aliado con los otros malos espíritus para sacarte de la carrera, de la visión, del sueño, de la meta.
Si en algún momento has pasado por esto:
*      Vas al banco o algún restaurante y está  lleno, rebalsa de gente y no le gusta hacer fila para alguna cosa, pero lo haces, de buena manera o de mala gana, pero lo haces.
*      Has aguantado hambre, trabajando por algo o para alguien, y no es que no hayas tenido dinero.
*      Sí haciendo algún favor a alguien u obedeciendo a un llamado laboral y porqué no decirlo, has atendido a un llamado espiritual,  has aguantado frío, o calor, has dormido en el puro suelo, etc.  Jacob lo hizo, puso de cabecera a dos piedras, Gen. 28:11. Jesús también no tenía donde recostar su cabeza. Mt. 8:20
*      Has caminado descalzo, los zapatos se te han roto, te han humillado en circunstancias nada agradables, sin causa justificada.
Si todo esto lo has hecho, ya tienes la mitad de tu premio, la meta está cerca. Siga perseverando.
En todo esto, tendrás que aumentar más tus metas. Ibas por una, pero ahora, después de un tiempo, la meta ya la tienes, vas por otra que ayude a la meta que ya tienes. Jacob lo hizo así, primero tuvo esposa por lo cual lucho y luego vino la riqueza. Ojo en esto: El esfuerzo de la perseverancia es parte tuya, de tus fuerzas, de tu ánimo, pero la otra meta, le corresponde a Dios, la riqueza, ya fue la gracia ante los ojos de Dios, fue por su amor a su hijo. Siga persevernado.
Ø  Sufriendo engaños Gen. 31:41  “Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.”
A esto yo le llamo pagando la factura del pasado. Viene el tiempo de lo que sembraste ahora lo cosechas:
ü  Hemos tenido la oportunidad de haber sido engañados, timados, 
ü  Promesas que a último momento las rompen
ü  En vez de aumentarte el sueldo, te lo  bajan.
ü  Te descienden de posición laboral.
ü  Nos pagan con infelidad, etc. Ver el caso de Oseas)
Si así han sido las cosas, persevere, tenga paciencia, el premio ya casi lo tienes.
Si en la familia tienes algún caso de adulterio, agárrese de esta palabra “Yo y mi casa serviremos a Jehová” persevere hasta el fin.

Conclusión:
En todo este tiempo en que te has mordido tus  labios para no habar más de la cuenta, en donde has estado como chocobanano, helado, helado; en donde has estado con hambre, en donde se han burlado o reído de ti, alguien ha visto tu aflicción, y ese alguien es es EL QUE VIVE. Gen. 31.42
En todo esto, en tu perseverancia, si dejas que Dios haga lo suyo, en donde tú no le ayudas a é, porque él sabe como hacerlo, entonces llegará ese día donde así como a Jacob, Dios te dará:
Ø  La recompensa
Ø  La restauración familiar
Ø  Las riquezas financieras
Ø  El respeto que se había perdido.
Ø  La justicia anhelada
Ø  La credibilidad en TU BUEN NOMBRE

Todos pasaremos por un tiempo de disciplina, así como el preso, su disciplina fue pasar un tiempo en la cárcel, en algo parecido nos tocará a nosotros, quizás estar solos, quizás enfermos, quizás económicamente acabado, triste, huyendo, en fin, pero ten ánimo: Ya eres parte del proyecto de Dios. De hecho eres un proyecto y estás dentro de otro proyecto de Dios, su novia, su iglesia. Dios nos de fuerzas en toda circunstancia, donde quizás hemos dejado la familia, momentos de diversión, momentos de placer, pero  yo creo y declaro que mi posterior estado será mucho mejor que el que tengo ahora. En el nombre de Jesús, amén.





viernes, 10 de septiembre de 2010

NO LE PONGAS LÍMITE A TU VICTORIA



NO LE PONGAS LÍMITE A TU VICTORIA
2° Reyes  13:14-19
13:14 Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!
13:15 Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. 
13:16 Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, 
13:17 y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos. 
13:18 Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 
13:19 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria. 


 


¿Alguna vez te han dicho tienes que hacer oración para que te vaya bien?
El día de hoy platicaba con un joven quien todavía no ha recibido a Cristo, y  por varias semanas me ha visitado en la iglesia fuera de los horarios de servicio. Al platicar con él, me confiesa que es un chico que le gusta la tecnología y que desea aprender más acerca de esto y reinventar algunas funcionalidades de aquellas cosas que existen. Le  hemos platicado acerca del Plan de Salvación de Jesús. El tiene temor de aceptarlo porque en su mente hay una lucha entre la ciencia y lo espiritual. Me confesaba además de un temor a la muerte porque padece de cierto problema con su corazón en una de sus válvulas y que cuando se pone a pensar en lo que quiere ser y se acuerda de su problema se deprime de una manera terrible y me preguntaba: ¿Dios me puede curar de las depresiones?
Por supuesto que ustedes ya suponen la repuesta que le di, y estoy más que seguro que no tardará en aceptar a Cristo, pero tengo que tener el cuidado de enseñarle a ser persistente en lo que desea y no desmayar aún cuando las adversidades estén a la vuelta de la esquina.
En el pasaje que hemos puesto de referencia, encontramos a un rey afligido por los constantes asedios que tenía el ejército de Siria contra Israel, y encontramos una acción muy atinada como el de venir a pedir consejo a un profeta como el de atender las instrucciones de quien da el consejo.
El punto es que así  como este muchacho que está enfermo le enseñaré que la fe en Jesús puede curarnos de toda enfermedad, la impaciencia de algunos le pone freno a lo que Dios quiere realizar en sus vidas. Quieren resultados de inmediato y no esforzarse a profundidad.
¿Ya has oído este versículo: “En Cristo somos más que vencedores” Rom. 8:37?
Pero en Cristo significa que debemos de “perseverar” en la sana doctrina, en la casa de Dios, en la oración y entendimiento todos los días.
Hay una palabra con una gran verdad “somos más que vencedores” y es aplicable en todas las situaciones de dificultad que podemos tener.
Eliseo le dijo al rey de Israel “porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos.” Esto es una palabra fe como de acción. Tenemos que pelear, no quedarnos a medias sino hasta terminar con el enemigo, hasta terminar con el problema tomando decisiones radicales y certeras.

GOLPEA LA TIERRA

En la iglesia tradicional te dicen: “Por la absolución de tus pecados debes de rezar 3 padres nuestros y 10 ave marias” y las personas lo hacen conforme a lo que indicaron. – Muy mala práctica  porque limitan a hacer un palabrerío y sólo lo que le indican. Ahora bien en el cristianismo te dicen tienes una herramienta poderosa como es la oración que es “hablar con Dios”  y estamos bajo promesa que si nos acercamos a Dios en oración él se acercará a nosotros, más sin embargo oramos sólo lo necesario o mientras el problema se resolvió. Y quizás usted me dirá que no hay tiempo, que sale muy cansado de sus obligaciones, etc. y llega a la casa de oración o a la iglesia “cansado” y ya no llega con buen espíritu sino más bien por obligación “moral” a Dios.
Hoy en estos tiempos dice la Biblia nos dice en Efesios:
5:15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 
5:16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Hablemos con Dios en todo momento, en la calle, en el trabajo, en su vehículo, en su casa, y procure aprovechar cada momento de reunión en la casa de Dios y ore con pasión. Pídale al Espíritu Santo que le ayude y no desmaye en seguir orando por la solución a su problema y sí Dios empieza a corregir su problema, incremente más la intensidad de hablar con Dios. Si te pidieron que vayas a la iglesia a escuchar Palabra de Dios, que sea a eso, que no sea a murmurar, que no sea criticar. Si te pidieron servir, no sólo hagas lo que te dijeron que hagas sino hace más. Si te dijeren que tienes que orar para sanarte, que no sea sólo por esa enfermedad sino por todas las que viniesen adelante. No te conformes con sólo orar por ti, sino por tu vecino, por los que te han traicionado, por los que se burlan de ti, por los que abren su boca para destilar veneno so pretexto de hablar justicia por que lo han tratado mal, etc, ora y ora y ora y ora, sin desmayar. Que el esfuerzo que hagas sea muy extenso para la que victoria que Dios te va a dar sea completa, que no tengas que volver más adelante para pedir por el mismo problema.
No haga a Dios chiquito cuando le decimos “Diosito” ayúdame, porque ya le pusimos límite a Dios en la solución a nuestro problema, pues hacemos chiquito a Dios y grande al problema.

Conclusión:
Vea siempre con pasión a cada instrumento que Dios ponga en tus manos para alcanzar tu victoria en cualquier área.
Tus saetas pueden ser:
1.      Tu oración
2.      Tu paciencia
3.      Tu gracia
4.      Tu ministerio
5.      Tu iglesia.

Dale duro al enemigo, orando, teniendo paciencia a su hermano, a su amigo, a su pastor. Dele duro al enemigo poniendo en uso esa gracia especial que Dios le ha dado para llegar a corazones necesitados, que le abren su corazón y le confiesan sus temores.
Dele duro al enemigo sirviendo con diligencia y con pasión en su ministerio y  asistiendo a todos los servicios de su iglesia. No desmaye.

DIOS LE BENDIGA.

martes, 12 de enero de 2010

LA TOLERANCIA


LA TOLERANCIA
Marcos 9:38-39
9:38 Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. 
9:39 Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. 

¿Alguna vez has renegado por tu compañero de trabajo por lo poco aplicado, por lo flojo, por lo lento  o por alguna cosa en especial.
¿Alguna vez algún hermano o amigo personal no hace las cosas como las debiera hacer?

Bueno,  la tolerancia es una palabra que tendríamos que conocer y aplicar en el cristianismo. Aprendamos de ello un poquito con la siguiente reflexión:

En 1995, se dedicó el  Año de la Tolerancia.Así lo calificó la ONU a ese año  y la UNESCO haciéndose eco de esta designación, recordó los 50 años de su fundación en ese entonces y propone que se reflexione sobre la trascendencia de la filosofía en el diálogo entre las culturas.  Eran épocas de crisis de guerras, movimientos sociales, en contra de uno y de otro.

¿Qué significa "Tolerancia"?
El diccionario de la lengua española define a la tolerancia como la acción y efecto de tolerar. El vocablo "tolerar" significa sufrir o llevar con paciencia; permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente.

De estas definiciones surge que la tolerancia es una acción que implica autodominio. Si la persona no controla sus propios impulsos, resulta intolerante, puesto que no "lleva con paciencia" o no "sufre con paciencia". Todos tenemos experiencia que hay muchas situaciones en las que el primer movimiento impetuoso es "tirar todo por la borda". Pero luego de una reflexión en la que se ponen de manifiesto los fines buenos o los inconvenientes mayores que se derivarían de aquel acto, decidimos"sufrir con paciencia". Por lo tanto, parece que para ser tolerantes hay que ser pacientes. He de aquí una virtud importante: la paciencia. (es un fruto del Espíritu Santo)

Aplicando el  significado del vocablo "tolerar" nos dice que es la acción de "permitir algo que no se tiene por lícito". Aquí se introduce un aspecto moral: la licitud de la acción. Por esto el diccionario aclara que se permite pero "sin aprobarlo expresamente". Esta actitud podría significar una salida pragmática; es decir: considerar la utilidad de la acción permitida, dejar hacer, pero no comprometerse al no aprobarlo expresamente.

Sin embargo, no es ésta la significación de vocablo. Todos tenemos experiencia que para convivir, a veces, es necesario callar o ceder en aquello que uno no haría. Pero teniendo presente el bien común, se permite. ¡Cuantas veces los padres permiten a los chiquillos, en ciertos momentos, desordenar la casa con sus juegos!, o también permiten a sus hijos adolescentes reunirse con sus amigos y soportan la música y canciones que tal vez ellos escucharían.

Y qué decir de las modas, de los bailes de los jóvenes, de los horarios de trabajo, de las series de TV, de los periódicos y revistas, de los chistes de los amigos, de los mensajes de TV o de la radio que expresamente de un modo subliminal se lanzan a los televidentes o a los ciudadanos. Muchos actos de tolerancia pueden narrar los matrimonios que va celebrando, año tras año, su aniversario de bodas. Esto no sería posible si no fueran tolerantes. Es necesario la aplicación de mucho amor y mucho "Aguante". Lo mismo podríamos decir de los miembros de cualquier familia. La unidad familiar subsiste por amor y tolerancia. Cuanto mas numerosa es la familia, más ocasión hay para ejercitar ambas virtudes.

En verdad, hay muchas cosas que no tenemos por lícitos pero se permiten aunque no las aprobemos expresamente. Podemos preguntarnos ¿por qué lo permitimos si no la tenemos por lícito? La respuesta es: por el bien común de la familia; por el bien común de la sociedad, o para procurar al sujeto un bien mayor. Con frecuencia es por la paz en los hogares, o por la paz en la patria o entre las naciones, eso era el espíritu de nombrar el año 1995 como El Año de La Tolerancia

Tolerar implica transigir en algo. Pero también exige que conozcamos el bien y la verdad para actuar en consecuencia para ser tolerante hay que ser virtuoso o por lo menos , la persona que pretende ser tolerante debe esforzarse en practicar las virtudes morales: Benignidad, bondad, humildad y paciencia.

Aplicación de NUESTRA FE:
Tal como lo leemos en el pasaje de la Biblia en el inicio de esta reflexión,  Juan sugiere marginar a uno que creía en el Poder de la Palabra de Dios, pero que no se sometía a ellos, pues no los seguía. En pocas palabras, hacía más bien lo que a él le parecía. Muchas veces actuamos como Juan marginando a este tipo de personas, poniendo de excusa la disciplina, el orden, la espiritualidad, etc. Pero sabemos que Dios nos creó a su imagen y semejanza. Somos semejantes a Dios. Pero no somos Dios, y que tenemos errores de conducta, de conocimiento, de compulsiones, etc.  En esta vida cotidiana nuestra tarea es conocernos en lo que somos (relacionarnos unos a otros) y expresarnos como lo decía el libro de Eclesiastés
7:13 Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció? 
Si procuramos  a lo que estamos llamados a ser, obtendríamos un fruto del Espíritu Santo: la paciencia. Dios nos creó para la felicidad eterna. A ella llegamos por el camino del amor verdadero que es fuente de paz y alegría profunda. Quien ama de verdad, vive en paz, vive alegre y es tolerante. Como el Señor Jesús que deja crecer el trigo y la cizaña, pero enseña que una cosa es el trigo y otra la cizaña.

Tal vez, si los cristianos viviéramos plenamente conscientes de nuestra semejanza con Dios en su paciencia, nos esforzaríamos en vivir la virtud de la tolerancia.

Practicar la tolerancia en el cristianismo nos lleva a muchas esferas de nuestra vida diaria: la escuela, universidad, trabajo, familia, amigos, etc. y es necesario recordar que todos somos miembros de una misma humanidad. Hay rasgos comunes a todos y a cada uno de nosotros. También hay rasgos que nos diferencian y confirman nuestra propia individualidad y nuestra personalidad. Esto acontece con las personas individuales. Se cumple también con cada pueblo, con cada sociedad, con cada cultura, porque ellas son expresiones de una colectividad de personas.

Tengamos  por seguro que vivir la convicción de que los dones espirituales, o materiales que poseemos, debemos hacerlos fructificar en bien del prójimo o en bien de la comunidad, comenzando con la comunidad familiar. Por este motivo es indispensable adquirir, cultivar y ejercitar las virtudes; principalmente la humildad.
El que tenga oído para oir, que oiga.

DIOS TE BENDIGA.