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martes, 26 de junio de 2012

SI AMAS A DIOS, AMA LAS COSAS QUE EL AMA Y ABORRECE LO QUE EL ABORRECE

SI AMAS A DIOS, AMA LAS COSAS QUE EL AMA Y ABORRECE LO QUE EL ABORRECE
Proverbios 6:16-19

6:16 Seis cosas aborrece Jehová, 
Y aun siete abomina su alma: 
6:17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, 
Las manos derramadoras de sangre inocente, 
6:18 El corazón que maquina pensamientos inicuos, 
Los pies presurosos para correr al mal, 
6:19 El testigo falso que habla mentiras, 
Y el que siembra discordia entre hermanos. 



Pensando en esta meditación, me llega a la mente la época de enamorados o de recién casados que pasa todo ser humano, en donde el romance, el sometimiento, las palabras dulces están a flor de piel, como se dice en mi pueblo. Nadie quiere hacer lo más mínimo para hacer sentir mal a la otra persona, porque decimos que la amamos. Cada quien conoce lo que le gusta o lo que no le gusta. Hacer aquello que no le gusta es sinónimo de pleitos, de enojo, etc. Pues bien algo parecido quiero tratar con esta porción de la Biblia que hemos puesto como base.
Si tú amas a Dios, y le conoces, y sabes que es lo que no le gusta….¿te gustaría hacerlo sentir mal?  ¿Te gustaría hacerlo llorar?  Creo que si en verdad lo amas o tienes identidad con El Reino o de pertenencia, no lo harías.

Es bueno la retroalimentación y es bueno poner en práctica el entendimiento de lo que Dios no quiere que hagamos, porque él lo aborrece. Veamos entonces, La Palabra:

1.     A Dios no le gusta las personas que tienen ese “espíritu de orgullo”.
Como hijos de Dios no debemos ser cómplices del enemigo y mostrarnos orgullosos porque tenemos mejor empleo, porque tenemos más dinero, porque somos los “jefes” y nos deben pleitesía, etc.
Abundan en el mundo muchas personas con esté espíritu, alimentado por el espíritu de mentira, pues viven engañados que ellos solitos pueden hacerlo todo, que con su dinero pueden arreglarlo todo, que con su inteligencia lo pueden resolver todo, más se olvidan de Dios.
Nos cuesta perdonar, es porque somos altivos, nos mostramos heridos y no queremos fácilmente dar el brazo a torcer.  Aborrece ese espíritu que puedas descubrir que te puede estar influenciado o que está en otras personas. No es a la persona el rechazo, es a ese espíritu altivo.
Date cuenta si eres altivo:
a.      Si pides las cosas y no dices “por favor” ni mucho menos das las gracias
b.      No escuchas consejos, de un joven o de un niño. Ellos hablan también con sabiduría.
c.      Quieres que te sirvan buena comida, porque “lo mereces”, porque eres hijos de Rey.
d.      No saludas a nadie donde vas caminando
e.      No pides perdón cuando te has equivocado
f.       Rompes las reglas porque eres el jefe o el que manda
g.      No llamas por teléfono a tus amigos, tú esperas ser llamado.
h.      No te bajas a la llanura, porque estás acostumbrado a sólo estar arriba, como en pedestal.
i.         Ves a las demás personas de menos, y te crees muy importante no teniendo nada.
Y hay tantos y tantos que espero en el Señor puedas analizarlos y parar de seguir siendo “altivo”

2.     A Dios no le gusta las personas que tienen el hábito de mentir Ver. 6:17
Amando a Dios, le mentimos. En anteriores ocasiones hemos mencionado que le enseñamos a nuestros hijos a mentir indirectamente, pues en ocasiones ellos han mentido por instrucciones nuestras: “Dile a tal persona que no estoy”, “si llaman preguntando por mi, di que he salido y que no sabes a que hora volveré, etc.
Algunas personas que son comerciantes declaran menos ventas para pagar menos impuestos, mintiendo y desobedeciendo el mandato de Dios: “dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”  Lucas 20:25
También hay muchos hermanos que dicen que “hablan con Dios”, pero sus acciones o sus reacciones en el momento de pruebas es muy distinto a lo que hablan. Dicen ser profetas y no lo son.
En principio, mentir está prohibido por Dios desde los tiempos de Moisés y  trae maldición a quien lo practica.
Si alguna vez te preguntaran de algo y no lo sabes, dilo con franqueza, la gente te valorará por eso.
Si en alguna ocasión te ves tentado a mentir, di con viva voz “aléjate y échate al mar espíritu de mentira” y si lo crees, verás que no habrá necesidad de responder porque nadie te va preguntar de lo que temías  te iban a preguntar.

3.     A Dios no le gusta aquellas personas que matan a  gente inocente, el caso de los pandilleros, el caso de niños abortados.
Me acuerdo que en los tiempos de mis abuelos uno caminaba por las carreteras, aquellas eran muy solitarias, eran el invento del siglo, pues la mayoría e los caminos eran rurales, polvosos, empedrados y en esas calles, era bien raro, pero raro, el encontrar una cruz enterrada a la orilla del camino. Preguntaba de niño que porqué esa cruz y me decía mi abuela: Es porque alguien murió, lo asesinaron para robarle.  Ahora es común encontrar en basureros, quebradas, en las calles principales cadáveres de muchachos de 15-20 años, asesinados algunas veces por rivalidad entre pandillas, otras veces por venganza, con niños o jóvenes que nada tenían que ver con asunto de pandillas.
Matan por matar, por diversión, como si fuera temporadas de cacerías..
Pero no necesariamente tiene que ser por heridas físicas, el que alguien mate a otra persona, sino cuando hay palabras venenosas que matan el espíritu interior de la persona, como sembrar desánimo, discordias, dudas,  como cuando a alguien se le descubre una verdad que aún no era el momento, porque era muy niño, porque no era la persona adecuada para contar cual y tal cosa.  Dijo Dios, “Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.”  Mateo 10:28
Recuerdo cuando a mis 8 años despertaron en mi un cierto rencor contra aquella persona que me adoptó como su hijo y que sin saberlo, yo pensaba que era mi mamá biológica, pero una hermana de ella, me dijo que yo no le obedeciera a ella, porque me corregía, pues ella no era mi madre. Me dolió mucho, pero ahora reconozco que era la persona que mucho me quiso, porque me lo demostró con vara, con preocupaciones, con llanto en sus ojos cuando me enfermaba, etc.


También cabe el repudio que debemos de tener los cristianos a todos aquellos que hacen aborto en muchachitas de 13,15  años.. Yo les llamaría seudo médicos que se prestan a hacer ese trabajo sucio, cuando Dios aborrece a las persona que matan a los niños, a los herederos del Reino, en ese estado. También Dios odia a a aquellos que  ponen a los niños como escudos humanos para que no les desalojen o para que no les ataquen
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4.     A Dios no le gusta ver a su creación pensando como hacer el mal, o pensando cosas bochornosas
Si algo le place Dios es que usemos nuestra mente en ser creativos, tal como él lo es. Pero algunas veces apartamos tiempo para pensar en como hacer algo malo.
La iniquidad significa torcer el camino. Si siendo conocedores de lo que no le gusta a Dios, nos ponemos a maquinar planes de traición, de robo, de mentir, de llegar tarde a una cita convenida, de levantar calumnias,  de cómo levantar a una joven o viceversa para conquistarla, etc.  El pensar en maldad es sinónimo de que tienes mucho tiempo holgado, en la cual media vez te pongas “relajado” saldrán pensamientos de mal. Entonces quedas embarazado del pecado hasta que das a luz, es decir hasta que lo consumes. Mira lo que dice Santiago 1:15 “Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”
Porque Dios no nos quiere muertos espirituales sino vivos espirituales.

5.     A Dios no le gusta ver a su creación correr para hacer lo malo Prov. 6:18b
Dice el Proverbio 7:22 “Al punto se marchó tras ella,  Como va el buey al degolladero,  Y como el necio a las prisiones para ser castigado;” 
Así nos vemos cuando somos presa de este espíritu para hacer lo malo. Vamos como espíritu sin rienda y terminamos mal. Y esto se ve especialmente en los jóvenes. Nuestro propios hijos pueden estar en peligro de caer, por pasiones juveniles a las cuales no les hemos parado de raíz, por ser tolerantes con sus amigos o con malcriadezas.
Pongo de ejemplo cuando hay algún accidente, todo mundo corre a ver, no para ayudar precisamente, y se quedan hablando más de la cuenta, pero para correr a hacer lo bueno, nadie, todos caminan despacio.
El tener citas, siendo casado, el acompañar a otros a una fiesta mundana, el ir en pos de riquezas ilícitas no le es bueno a nadie.

6.     A Dios no le gusta oír a su creación hablar cosas falsas. “El testigo falso que habla mentiras”….
Si alguna vez te dicen “ven, quiero que seas mi testigo y di esto y esto, cosas que no son, no lo hagas. Prestarse a este juego es también hacer enojar a Dios.
Si aún jurando diciendo la verdad es condenación, según Santiago 5:12 “Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.” Entonces, si testificamos con  mentiras, ¿Cómo quedaríamos antre Dios?

7.     A Dios no le gusta ver a sus hijos sembrando discordia entre la misma familia. ….“Y el que siembra discordia entre hermanos.”
Algunas veces nos equivocamos como siervos, como hermanos en Cristo y dañamos a las personas, de eso no hay duda, pero debemos de aprender a pasar por alto la ofensa, y cuesta su tiempo, cuestan lágrimas de sangre decía un amigo por ahí.
El hermano resentido que le quitan privilegios, siembra discordia con el otro que queda sirviendo; el hermano que dice que tiene  la verdad, se encarga de decir a todo el mundo lo malo de la otra persona, del pastor, del diácono, en fin, a tal grado que algunos le hacen caso y sudan calentura ajena, dejan de ir a la iglesia.
También hay hermanos que pelean el puesto del pastor, ¡si supieran los problemas que se enfrentan como tal! Y ya quisiera yo que me dijeran ¡deme el puesto!, pero en buena lid, y claro, si Dios me da el aval, yo se los doy,  pero no, se les posiciona el espíritu de Absalón y se ponen a hablar o rumorar en contra de el líder, en contra del jefe, en contra del patrón, etc.
Si nos damos cuenta todas las anteriores situaciones, vienen sostenidas por la mentira, que nos hace creer que somos los más importantes, que nos hace mentir piadosamente, que hacemos un bien matando a niños en forma de feto, o matando jóvenes de temprana edad, que nos hace torcer el camino de santidad donde Dios nos ha puesto, pues decimos una canita al aire no es pecado”, que no nos va a pasar nada si vamos corriendo a caer en brazos de la amante o del amante, que no nos va pasar nada por dar falso testimonio, porque lo hemos hecho otras veces y nada ha pasado…que tenemos que decirle a medio mundo en honor de la verdad, porque somos santos, porque no toleramos el pecado, y nos encargamos de destruir lo bueno que ha levantado aquella persona, si te das cuenta, hemos cambiado la verdad por la mentira y eso si aborrece Dios.  Romanos 1:25 nos dice “ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

Si Dios aborrece estas siete cosas, también debemos de procurar no tenerlas como aliadas bajo ninguna circunstancias. Dios es siempre fiel y él sabe en que momentos fallamos, pero debemos de acudir a él. A mirar su rostro, a pedir perdón y comenzar de nuevo, lo importante es que ya hemos avanzado mucho desde que él nos aceptó como hijo.  Espero te ayude esta reflexión y edifiquemos una buena familia biológica como espiritual.  Un abrazo fraternal.  Bendiciones.

miércoles, 11 de abril de 2012

LA PIEDRA QUE HAY QUE QUITAR

LA PIEDRA QUE HAY QUE  QUITAR
 Juan 20:1-10
20:1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. 
20:2 Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. 
20:3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. 
20:4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 
20:5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. 
20:6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, 
20:7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. 
20:8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó.
20:9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos.
20:10 Y volvieron los discípulos a los suyos. 

Decir que somos cristianos y serlo realmente son dos cosas bien distintas.  María Magdalena nos da la pauta para reflexionar que habemos personas que aún cuando hay libertad en Cristo Jesús, donde no hay obstáculo alguno para alcanzar la salvación., tienen piedritas o piedrotas que les impiden comportarse o verse bien como hijos de Dios.
El domingo recién pasado tuve una experiencia relacionada a este tema, y es que hay personas que en muchas iglesias no se sientan adelante, sino atrás o donde ellas quieren hacerlo. Pues bien, cuando comenzamos el servicio animé a la congregación a que todos nos uniéramos en un solo módulo, generalmente comenzamos poco y terminamos casi llenos en la capacidad del templo, y en ese momento se veían todos separados, y nuestro lema que dice que somos una familia, que incorpora, que discipula, etc, no se estaba aplicando en ese momento. Peo hubo un hermano, que dijo abiertamente que él no se movía ni sus acompañantes tampoco, porque “no éramos ordenados” y que él ahí se quedaba. Se vivió un momento de tensión, pues todos los que estaban en ese lado se movieron para donde se les indicó.
Actitudes como esa nos da la pauta a que nos hace falta mucho a algunos de nosotros para llegar a ser ese siervo manso y obediente, y lo peor del caso es que nos aleja la bendición, porque nos volvemos jueces, todo criticamos, todo es malo y ya no hay crecimiento sino destrucción en la persona y en los que lo rodean.
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A raíz de este incidente, les traigo las siguientes reflexiones:


1.      Ya no tenemos obstáculo para poder entrar al Reino de Dios. Una piedra quitada del sepulcro nos indica que la fe puesta en Jesús es mi base en mi salvación, ya que nuestro amado Jesús quitó la piedra de su propio sepulcro, es decir, vivo, venció a la muerte y no solo vive él sino también nosotros en él. . Sólo cree, como dice Juan 6:47b “El que cree en mí, tiene vida eterna. 

2.      No todo es correr, sino entender que estoy corriendo.  Ilustración del viejo dicho que dice que “No todo es llegar primero, sino  hay que saber llegar”. El discípulo Juan llegó primero que Pedro al sepulcro, pero no entró completamente, sino que sólo llegó como de curioso.  Yo me alegro cuando veo a los hermanos ocupando una silla, y me hago la idea, la ilusión de que la palabra que oyen llega a sus corazones. Pero es triste ver que ocupando una silla privilegiada, u ocupando un puesto como servidor, como líder, como diácono, como pastor y aún como solo congregante,  no entendamos el porqué estoy ahí.

3.       Siempre necesitamos un poco de ayuda para ver aquellas cosas que son sobrenaturales o del Reino. Me viene a la mente cuando el servidor de Eliseo vio con sus ojos naturales a un gran ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?, 2º reyes 6:15, pero Eliseo rogó a Dios que el servidor  viese aquello sobrenatural en beneficio de el mismo y de la ciudad aún cuando ya había visto cosas  sobrenaturales 2º. Reyes 6:17
La vista, uno de los sentidos del ser humano nos permite ver la creación de Dios en todo su esplendor, pero se limita a lo natural, a lo visible,  pero debemos recordar que ya Dios mandó a su hijo Jesús para quitar esa limitancia, sino que nos da la oportunidad de ver con los ojos espirituales para arrebatar con poder lo que es nuestro, lo que Dios ya vio y creó  para mí. El enemigo nos ha robado varias cosas, pero el ver con los ojos espirituales, me permite arrebatar a nuestra familia, a los tesoros de la casa, a nuestra salud, y ciertamente siempre hay alguien que Dios nos pone en nuestro caminar para que nos ayude a ir más allá de lo que estamos acostumbrados  a hacer en lo espiritual.

4.     Pero… ¿Entiendes lo que lees?
Me encanta leer la porción que escribe Juan en el texto base que pusimos al inicio cuando dice:   “Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura” El propio autor de este libro, reconoce que estando en el sepulcro vio y creyó y entendió por fin Las Escrituras. Imaginémonos que siendo Juan el discípulo amado, el que se recostaba en el pecho de Jesús, que reconoce en este momento que aún no había entendido lo de su resurrección, que hasta ese momento había creído completamente…. ¿Cómo quedamos aquellos que sólo leemos la Biblia los fines de semana, o los que la leemos sólo en momentos casuales.  En estos tiempos, algunos ya andamos la Biblia en el celular, y con ello presumimos que la leemos en el culto, cuando en realidad estamos “chateando” o revisando los mensajes.
Formado en una doctrina bautista, me acuerdo en el legado que nos hacía el pastor general de la iglesia, siempre en los anuncios de los servicios diarios con esta frase: “La Biblia Es El Mapa De Tu Vida” y bendita palabra, la que hallamos siempre en la Biblia, pero ciertamente algunos la leemos y la leemos, pero nos quedamos cortos en su discernimiento. Caemos en algo parecido por el Etíope que nos narra el libro de los Hechos 8 30 cuando Felipe le pregunta a él: Pero ¿entiendes lo que lees? ”  Ese amigo que me ayuda a discenir es mi amigo El Espíritu Santo, el que te habla las cosas de arriba y también comunica lo mío hacia el Padre Celestial. Ahora entiendo, dije, en mi interior, al ver la actitud de mi hermano que se quedó de rebelde en el módulo. Necesitamos urgentemente la ayuda del Espíritu Santo en todos nosotros, porque le fallamos en entender Las Sagradas Escrituras y ponerlas en práctica. ¡Esa piedra hay que quitarla.!

5.      Primera y Principal VERDAD DE NUESTRA FE   Los apóstoles de Jesús comenzaron su predicación anunciando este hecho indiscutible: Jesús de Nazaret, quien fue clavado en una cruz y sepultado RESUCITÓ.

6.      Mi Padre Y Mi Dios…¿Qué más podemos pedir?.Por Ambos lados tengo verdades que me ayudan a creer en lo que soy: “Un hijo de Dios ” y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Juan 20:17
Si tengo un padre que no tiene limitancias humanas, sino que busca mi bien y tiene objetivos definidos y buenos, ¿Qué más puedo pedir?  Y si aún más, tengo a un Dios sin igual, al que adoro, y sirvo, al que me dio salvación y perdón, que me pone en lugares que no merecemos, que nos honra, que nos da gloria, ¿Qué más podemos pedir?


7.     La Piedra quitada del Sepulcro, me dice que “¿Dónde está la victoria de la Muerte?
 Hay un nuevo horizonte para la vida y nuevo sentido para la muerte. La vida es un camino que se puede andar con esperanza, pues la muerte no es el fin del hombre, sino el medio para volver a su destino final: Dios Padre.·  1 Corintios 15:55, “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?”  VAMOS ARRIBA que somos más que vencedores.

Oración:
Señor Jesús, Amado Padre, Amado Espíritu Santo, quite todo obstáculo o impedimento en forma de piedra que hayamos puesto nosotros o que nos hayan puesto a nosotros  en nuestro caminar hacia la Patria Celestial. Como muchos, somos ovejas de tu prado, y queremos que tu misericordia que estrenamos todos los dias hasta hoy tengan su fruto esperado: llegar a ese blanco perfecto. Ayúdanos como lo hiciste con tu amado discípulo llamado Juan, como lo hiciste con el etíope, con muchos, amado Señor, y que si hay piedras, ayúdanos a quitarlas, para vernos bien y anunciar tu evangelio con autoridad y verdad. En el nombre de Jesús, Amén.