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miércoles, 30 de noviembre de 2011

LA BUENA COMUNIÓN


TEMA: LA BUENA COMUNIÓN

CUANDO DIOS PONE SU ESPÍRITU EN UN ENCUENTRO

Salmos 133

133:1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos juntos en armonía!
133:2 Es como el buen óleo sobre la cabeza,
El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón,
Y baja hasta el borde de sus vestiduras;
133:3 Como el rocío de Hermón,
Que desciende sobre los montes de Sion;
Porque allí envía Jehová bendición,
Y vida eterna.

En cierta ocasión, hice un bosquejo de una predicación donde titulaba el mensaje: “Dios propone, el hombre dispone” en donde hacía referencia a aquellas propuestas o pensamientos que Dios tiene para el hombre para hacerlo sentir y lucir bien. 
¡Qué hermoso es tener momentos de compañerismo, de amigos o de hermanos ya sea de sangre o espiritualmente! cuándo después de haber pasado momentos de crisis, tensiones, enojos o altercados, se han superado aún en diferentes circunstancias.
El sábado pasado tuvimos una linda fiesta con Jesús a la cual le denominamos “El Rey te ha mandado a llamar” actividad que fue planeada hace un mes y nunca me imaginé tener en reencuentro con varias personas que marcaron mi vida especialmente con aquellas que comencé en el ministerio. Y es que Dios es Dios de sorpresas, agradables y memorables y con mucha pasión puedo decir que el Salmo que he puesto como referencia explica en gran manera lo que sentí y sintieron aquellos que acudieron a esta cita. Ciertamente, cuando Dios te invita a una vigilia, a un servicio, etc, es El Rey quien te manda a llamar y en ese llamado pueden haber varias circunstancias llenas de poder, como algunas que les explico a continuación:

A.     Poder de Unidad
Sentimientos de identidad, de compañerismo, de hermandad. Me acuerdo que en mi vida sin Cristo, habían varios compañeros de trabajo que con el paso del tiempo nos llegamos a tratar como “hermanos” Nos colaborábamos en todo, salíamos a comer juntos y participábamos de muchas cosas. Había un amigo que hasta de sobrenombre le llamábamos “Cajero Amigo” porque no se negaba a prestar dinero sin intereses a todo aquel que se lo solicitara. Pues bien ahora en Cristo, ¡cómo no es de sentirse alegre, jubiloso por lo que Dios hace en cada uno de nosotros!, como sus hijos y cómo nos ha llevado de un nivel a otro, en una misma trinchera o bien aunque sea en la distancia pero que nos lleva a un mismo fin.  El Salmo en mención, en el versículo 1 dice “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” Entender esto en el Espíritu si es maravilloso. Porque habitar es sinónimo de convivir, de compartir un mismo techo, un mismo aire, una misma pertenencia.   En el 2° libro de Reyes, cap. 3,  encontramos la siguiente declaración:
“3:7 Y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá: El rey de Moab se ha rebelado contra mí: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Iré, porque yo soy como tú; mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como los tuyos.” Ambos reyes se unían en una causa y no se hacía notar alguna diferencia o malicia.

B.     PODER DE FUERZA
Estar en armonía significa que aún cuando tengamos diferencias en esto o en lo otro, no serán esas diferencias las que definan el actuar o caminar juntos, sino algo más grande como es el propósito de Dios en cada uno de nosotros.
En la carta a Efesios 4:2, el apóstol Pablo nos dice “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,” y en Colosenses 3:13 nos dice: soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”   Si aplicáramos el concepto de “soportar” en nuestra vida personal  tal como Cristo lo aplicó con sus 12 discípulos, veremos que hay un equipo de trabajo trabajando siempre juntos y habitando juntos. Nunca Jesús puso en primer plano aquella diferencia de Judas, de Pedro, de Mateo como para trabajar a favor de las multitudes. El mismo hecho de soportarse unos a otros nos da la fuerza de poder, de unidad, porque el enemigo nos quiere divididos aún en la misma casa de Dios.
Encontramos también en el libro de Eclesiastés 4:12 la siguiente cita: “Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.”  Entre más hermanos estemos en armonía trabajando a favor del Reino de Dios menos cargas sentiremos también nosotros. Y es que trabajar a favor del Reino de Dios no significa literalmente que sólo en la iglesia vamos a trabajar, sino en todas las áreas de la vida cotidiana: trabajo, diversión, iglesia, ministerio, etc

C.     PODER DE AUTORIDAD
 Ciertamente cuando dos personas han superado sus diferencias, después de haber tenido enojos, malos entendidos,  reprensiones y se tiene esa madurez de entender de que era necesario pasar por esa prueba, entonces y sólo entonces se puede tener la potestad de autoridad de hablarle a nuestro Padre Celestial de nuestras necesidades porque hemos vencido al enemigo que minó nuestra casa o tierra que labramos. Usted pide, usted recibe. Demostramos que entre nosotros, después de haber superado cualquier crisis en nuestra mente o corazón, somos capaces de convivir y por ende, la bendición no se hace esperar. En el versículo 3b del Salmo 133 encontramos la siguiente cita: “Porque allí envía Jehová bendición,  y vida eterna.”
En una reunión donde hay comunión tenlo por seguro que hay bendición que viene del cielo, bendiciones espirituales que caen sobre el creyente y por la palabra misma nos garantiza que somos lavados y refrescados en nuestro interior. Una persona con un espíritu en paz, tiene discernimiento, seguridad, temple y fe. Por ello, Mateo 18:19-20 encontramos también esto:
18:19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos..
Tremendo poder de autoridad, porque habla de ponerse de acuerdo entre nosotros. Si fuimos capaces de superar toda rencilla, amonestación, mal entendido, enojo, lo que sea, entonces también seremos capaces de ponerse de acuerdo para ayudar a otro hermano en su necesidad, de orar con él y por él y es entonces donde el poder de nuestro Padre se manifiesta como señal de pertenencia, de una familia en donde el padre vela por los suyos.   Te imaginas esta escena: Dos o tres orando en un lugar, porque se han puesto de acuerdo, para pedir por un milagro a favor del hermano, y teniendo la promesa de que ahí está Jesús, entonces podremos decir que la batalla ya está ganada.

Retomando entonces nuestro relato inicial, pude entender en gran manera de cuán bien se siente con un hermano, que fue tu maestro, tu pastor, tu jefe, y llegar a entender que es necesario limpiar el corazón pidiendo perdón por aquellas malas actitudes del pasado,  de llegar a entender de que gracias a ese empuje que nuestro jefe nos dio, de la paciencia que tuvo un amigo en soportarnos tal como somos, de la tolerancia que alguien tuvo a favor de nosotros para  beneficiar al grupo familiar nuestro, etc y sobre todo de ver a los demás compañeros y amigos prosperados y bendecidos por la mano de Dios y que hacemos lo mismo que aquel que fue nuestro líder.
No hay mejor honra que se le pueda dar a un padre que cuando su hijo pueda aprender y poner en práctica lo que él le enseñó o influyó.
Hubieron varios que faltaron a la cita,  pero estoy seguro que si hubieran llegado hubiéramos tenido un mismo sentir y un mismo gozo. Pero puedo decir que faltan muchas citas que cumplir con nuestro amado Jesús y en la medida que hagamos nuestro ese sentir de unidad, de poder y autoridad podemos declarar que un buen ejército se ha levantado con Cristo Jesús adelante, afirmando nuestros pasos y nuestro camino y poder declarar más adelante que en Cristo, “somos más que vencedores”

Oración: Padre nuestro, gracias por preparar grandes momentos para tus hijos y por las sorpresas que nos das siempre a favor de tu pueblo. Gracias por estar en medio de un pueblo, que aunque cojeamos cada uno en tu presencia, nos reivindicas y restauras como un solo pueblo. Permítenos seguir colaborando a favor de tu Reino y ensancharlo acá en la tierra uniendo esfuerzos, pensamientos y recursos, como un solo pueblo, no importando aún distancias ni denominación.
Un abrazo cordial y que DIOS derrame bendiciones sobre cada uno de nosotros. Amén.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Llevando un refrigerio especial a otros hermanos y/amigos

Pastor Roberto Ernesto González
Septiembre 21 de 2007

Llevando un refrigerio especial a otros hermanos y/amigos

Gálatas 6:2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

¿Sabe lo que significa comúnmente la palabra “refrigerio”? La Real Academia Española lo describe así: refrigerio.

(Del lat. refrigerĭum).

1. m. Beneficio o alivio que se siente con lo fresco.
2. m. Alivio o consuelo en cualquier apuro, incomodidad o pena.
3. m. Corto alimento que se toma para reparar las fuerzas.

En cualquiera de las tres definiciones, usted como discípulo de Jesús tiene que aprender a ejercer una bella labor como es la de llevar “refrigerio” a otros hermanos en Cristo.

Refrescar a otros es tener algunas de las siguientes características:
1. Ser sensible ante las necesidades de las demás personas.
Una de nuestras funciones dentro del Cuerpo de Cristo, es ser sensible ante las necesidades de las demás personas. Algunas veces dentro de esas necesidades encontraremos algunas raíces que originan dichas necesidades y es nuestro deber hacerle ver a las personas involucradas cuál es el problema y su posible solución.
Para ello tendremos que tener presente lo siguiente:

  • Confrontar algunas veces la Verdad contra la situación o realidad que está viviendo otras persona a sabiendas de que la “primera imopresión será de rechazo, enojo, críticas, etc.

El apostol Pablo hizo algunas veces esta tarea y en algún momento se sitió mal, como triste, deprimido porque tuvo que enviar una carta muy fuerte a los Corintios a causa de un problema moral: La fornicación. Aun más, habrá veces que usted estará mal de ánimos en su ser, por otras circunstancias, pero aún así debe de hacer la labor de “refrescar a otros”.
Pablo confesó abiertamente a la iglesia en Corinto que él experimentaba tiempos de profundos problemas y angustia mental. “… sino que en todo fuimos atribulados: de fuera, conflictos, y de dentro, temores. (2 Corintios 7:5). Cuando él escribió esto, el gran apóstol estaba en Macedonia, donde el se sentía abatido, ineficaz y totalmente rechazado por la iglesia.

¿Como había llegado Pablo a este punto? Miremos el fondo de su situación. Pablo acababa de escribir su primera epístola a los corintios, una picante reprobación para corregir una situación inmoral en la iglesia. A pesar de que su carta contenía un mensaje difícil, Pablo la había escrito a través de lágrimas y angustia de corazón.

La ocasión para esta carta era por un acto vergonzoso de fornicación que estaba siendo pasado por alto. Pablo le escribió a los corintios: “Ustedes están henchidos de orgullo, rehusando dolerse por ese pecado abierto en sus medios. Ustedes no han juzgado esta situación rectamente. Ustedes debieron poner al perpetrado fuera de su reunión, hasta que vieran verdadero arrepentimiento.” Pablo entonces los instruyo “el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.” (1 Corintios 5:5).

Fue un mensaje fuerte y duro. Y por un tiempo después, Pablo se arrepintió de haberlo enviado (vea 2 Corintios 7:8). Ciertamente, desde ese día Pablo se contristo, preocupándose como los corintios responderían. ¿Mal interpretarían su motivación? O sabrían que él lo escribió en amor, con una preocupación profunda por la dirección que tomaba la iglesia? Mas tarde él les escribió, “No lo digo para condenaros…’ (7:3).

¿Hace actualmente esta labor? ¿Cómo se cura una herida? Algunas veces habrá más dolor para quien la tiene la herida actualmente pero al confrontar la situación y si somos inteligentes, los resultados posteriores serán muy satisfactorios tanto para el que recibió “el regaño”, la exhortación, etc, como el que la dio.


  • El ministerio de Refrescar a otros conlleva a que enfrentes críticas inmerecidas o sin fundamento, aún de tus propios hermanos en Cristo, con el objetivo de disminuir tu autoridad espiritual. Y es que las críticas no van enfocadas a la labor que estás desarrollando sino a como te ves ante ellos.
Pablo también supo que falsos profetas estaban entrando a la iglesia de los corintios y haciendo que otros ‘despreciaran” sus sufrimientos. De hecho, esta gente estaba diciendo de él, “Si Dios verdaderamente esta con este hombre, entonces ¿por qué todo este reproche vergonzoso se acumula sobre él? ¿Por qué Pablo esta en la prisión? Y ¿como puede cualquier hombre de Dios decir que él ‘desespero de vivir’? No entendemos como un hombre de oración puede ser atacado tan a menudo y llevado tan bajo. Si Pablo tuviera fe de verdad, él no estaría experimentando estos problemas.” Tales acusaciones todavía son lanzadas a siervos piadosos quienes soportan sufrimientos y reproche. Cuantas veces ha escuchado a un cristiano decir de otro, “¿Debe haber algo malo en su vida para que pase tanto sufrimiento”? En el caso de Pablo, era cuestión de que sus críticos querían cortar su autoridad espiritual.

  • El que tengas algunas pruebas o padecimientos serán para que salgas con Victoria...pues serán el aliciente para que otros puedan también superarlas.
Cuando Pablo se sentó a escribir su segunda carta a los corintios, el vio ante el una multitud que enfrentaba las mismas clases de sufrimientos que el. El les dijo, “Yo quiero que sepan, estas aflicciones que estoy soportando tienen todo que ver con ustedes y sus propios tiempos de tribulación.”

“Pero si somos atribulados es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados es para vuestra consolación y salvación, la cual se realiza en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos.” (2 Corintios 1:6). Pablo estaba diciéndoles, “Dios esta usando mis pruebas para enseñarme los caminos del consuelo. Así que cuando enfrenten sus propias aflicciones, ustedes sabrán que mis palabras a ustedes tienen poder, porque yo lo he pasado también.”



2) Sacar de la confusión de su mente a otros hermanos. Hay veces que tenemos la necesidad de que otras personas a quienes amamos muy especialmente nos de palabras de aliento, porque adentro de nuestra mente, nuestro corazón hay alguna confusión que por alguna razón nos ha hecho desmayar, dudar o detenernos en nuiestra obra.

En una ocasión Pablo pasó por lo mismo. Sabemos es que su experiencia en Efeso le hizo estar “abrumado en gran manera mas allá … que perdimos la esperanza de conservar la vida” (2 Corintios 1:8). Ciertamente, Pablo habló de ser perseguido, perplejo, abatido en espíritu. Ahora, mientras se dirigía a Troas, el ansiaba ver a Tito, su piadoso hijo en Cristo, quien podía levantar su animo. Pablo podía aliviar su corazón con Tito y conocer el impacto de su carta. Sin embargo, cuando Pablo llego a Troas, Tito no estaba allí. El espero que su hijo espiritual regresara, pero Tito no llegaba. Mientras tanto, puertas de ministerio se abrieron para Pablo en Troas, pero para este tiempo el corazón del apóstol estaba cansado. Pablo escribe de la experiencia, “Cuando llegué a Troas para predicar el evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor, no tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado a mi hermano Tito. Por eso, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.” (2:12-13).
Es importante reconocer que cuando se está confundido, preso de algún sentimiento, no se pueden tomar buenas decisiones aún cuando Dios en su misericordia está mandando provisión, abre oportunidades para tu vida y aún mas claro, te está diciendo que en su depósito no hay escasez. Pablo estaba solo, y desesperadamente necesitaba consuelo de alguien.
Algunas veces el enemigo te puede susurrar algunas mentiras cómo las que Satanás le lanzo a Pablo:
“Ya Dios no esta contigo, Pablo. Has sido rechazado por todos en Asia. No queda uno que te respalde. Hasta tu hijo espiritual, Tito ha sido infestado con dudas por tus oponentes en Corinto. “Acéptalo, Pablo, has perdido tu unción. Considera a Apolos, las predicas del cual atraen a grandes muchedumbres. Todos hacen alarde de cuan efectivo es su ministerio, mientras que tu solo alcanzas a pequeños números. Has comenzado disturbios cuando predicas, y los avivamientos que diriges terminan cerrándose, tal como en Efeso. No eres amado, Pablo, y ya no eres necesitado. Es claro que estas siendo castigado por el Señor. Has contristado al Espíritu Santo de alguna manera, y Dios ha levantado su mano de sobre ti.”

Algunos hermanos líderes de Grandes Ministerios pueden estar pasando lo mismo : “Eres rechazado por todos. No tienes ministerio, ningún lugar en la obra del reino de Dios. Solo estas tomando espacio.” Eso es del fondo del infierno.


3. Hay que buscar al que esta herido.
La iglesia en conjunto es poderosa y llegar a ejercer el poder para sanar a los enfermos, poder para ganarse a los perdidos, poder para vencer el pecado. Pero hay gran poder de sanidad que fluye de una persona refrescada y renovada. Depresión, angustia mental o un espíritu atribulado puede causar toda clase de enfermedades físicas, pero un espíritu refrescado y animado – uno que se hace sentir aceptado, amado y necesitado – es el bálsamo sanador necesitado por la mayoría.


¿Como trae Dios consuelo y refrigerio a su pueblo en sus tiempo de abatimiento?

  • A través de su Espíritu Santo en algunas ocasiones a través de personas especiales, escogidas por él para refrescarte. Así fue para Pablo la llegada de TITO. 2 Corintios 7:6 Tito llegó a Macedonia con un espíritu refrescante, y de repente el corazón de Pablo se animo. Hubo gozo que fluyó por el cuerpo, mente y espíritu de Pablo, y el apóstol escribió, “Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en medio de todas nuestras tribulaciones. (7:4). Pablo estaba declarando, “Aun enfrento problemas, pero el Señor me ha dado lo que necesito para la batalla. El me ha refrescado a través de Tito.” Otras veces habrán pèrsonas especiales que te dirán: “El Señor está contigo, Roberto, Samuel, David, como te llames , y aun eres amado en tu familia, en tu iglesia, en tu ministerio. Quizá no lo sientas así ahora, pero tú vas a ser rey. Tu trabajo solo ha comenzado.” . En mi experiencia personal, lo recibí del Señor hace unos días cuando tuve la visita de un ministerio de Puerto Rico. Dios habló a mi vida, mente y corazón y me fortaleció. No hay que descuidar una Palabra tan valiosa.


  • Las buenas noticias de Una Gran Cosecha:
Aquella semilla que sembraste, quizás ya no te acuerdes, pero ha germinado y para bien. Tengo un amigo con quien compartimos varias veces la Palabra de Dios y él se rehusaba a aceptar el reto de seguir a Cristo, como El lo demanda. Eramos compañeros de trabajo y hace unos días me escribió diciendo que “estaba en el Camino del Señor y que se había reconciliado con él”. Me llenó de mucha alegría y lo sigo estando porque le tengo un cariño muy especial.
Hay que saber esperar, hay que saber ver para ver todo el cuadro en el que estás viviendo: Hay avivamiento en tu obra a causa de tu mensaje



En conclusión podemos decir que Dios usa a la gente para refrescar a otra gente. Y es mi deseo que tú seas uno de ellos: Que ores al Señor para que este día, agarres un teléfono y hagas una llamada a alguien a quien conoces y que necesita una Palabra de Fé. Que vayas a un cybercafé o enciendas tu computadora y lo primero que hagas es escribir un E-mail y le escribas a un amigo, a un familiar escribiendo una cita bíblica. Tú no sabes que tan fresca será esa cita para ese amigo. Te desafío también a que si encuentras una persona, aún cuando te es desconocida, háblale de Cristo, de las oportunidades que Dios está abriendo para él y te aseguro mi amado hermano que la Biblia dice que cada uno de nosotros por quien la obra ha sido escrita será precioso para el: “Serán para mí especial tesoro,” (Malaquías 3:17). Si, hay gente que te necesita, y la intención del Señor es que tus consolaciones pasadas lleven refrigerio a otros. Llame a ese alguien y diga: “Hermano/a, quiero orar por ti y animarte. Tengo una buena palabra para ti.” No importa que cargo ostente, o que tan importante sea. Tú tienes una tarea importante que Dios te la delegado. Sólo obedece.

Se un Tito a alguien que esta abatido en espíritu. Ora para tener un espíritu de Onesíforo, quien busco al herido para llevarle sanidad. Piénsalo: se te ha dado todo el poder del cielo para refrescar a un creyente herido, alguien que necesita la consolación que Dios te ha dado a ti en forma extraordinaria.

Nota: Algunas citas han sido tomadas de un escrito de Hno. Pastor David Wilkerson.

DIOS TE BENDIGA......