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miércoles, 28 de febrero de 2018

LA CONVERSIÓN DE ROBERTO ERNESTO GONZÁLEZ


 
En un día como hoy, día 28 de Febrero de 1999, el Señor llegó a ser mi Salvador Personal.  Era un día domingo, asistí al segundo culto de la iglesia CEFAD, donde iba mi buen amigo Gustavo Serrano, pero en esa ocasión yo decidí ir al culto de las 11:00 AM pues mi amigo acostumbraba ir al de las 9:00 AM.  La convicción de aceptarlo estaba decido desde un día domingo anterior.  Y llegó el día y la hora señalada. La convicción de recibirlo vino después de haber tenido un accidente de tránsito y en donde hubo una persona involucrada que murió. Ahí fue donde Dios, a través de otro amigo llamado Wilfredo Ruano, me invitaba constantemente a los cultos de la iglesia Tabernáculo Bíblico Bautista Amigos de Israel pero nunca le prestaba atención.

¿Pero como nace este llamado de parte de Dios? Mi vida estaba perdida, en un mundo de fiestas, alcohol, mujeres y playa. Y me había hecho el llamado en un montón de veces, desde que recuerdo, desde los 16 años, Estaba casado, con una hija de por medio y reconozco que mi esposa en ese entonces no le daba buena vida. Fue un día, este amigo Wilfredo,  me vende un carro, en excelentes condiciones y el día que hicimos el negocio, para celebrarlo, cayendo la tarde me fui con otros amigos a comer pupusas a Olocuilta.  No tomamos en ese entonces bebidas embriagantes, sino sólo gaseosas y las respectivas pupusas. Era como las 9:00 pm cuando decidimos regresar y ya en carretera, en una curva, una persona, aparentemente en estado ebriedad salió de improviso en plena carretera a mi costado izquierdo y en donde quise esquivarlo, pero no pude, logrando impactarle casi de frente, y con el rebote en el parabrisas, cayó al piso, quedando en carretera, a merced de otros vehículos que pasaban a gran velocidad y lo alcanzaban a arrollar. Quedé impactado por tal imprevisto, al igual que los otros amigos que venían conmigo. Quise esperar la policía, pero alguien paró su vehículo de improviso y me dijo: “Hoy lo mataste, vete rápido que si la policía te atrapa te mete al bote de seguro” ´-Casi balbuceante me subí a mi vehículo y emprendí el retorno, pero a velocidad lenta, pensando que sería bueno que la policía me alcanzara, cosa que nunca pasó. Mi vehículo se podía distinguir de noche, ya que tenia una placa trasera con luz neón que no era común en los carros de ese entonces.  En el accidente, perdí uno de los retrovisores, y pensando en grande como en las películas de detectives, pensé que mis huellas habían quedado en el espejo, puesto que lo había limpiado en la mañana con gran delicadeza. Preocupado por eso, me acordé que el carro aún seguía a nombre de mi amigo Wilfredo y que si alguien hubiese anotado las placas, darían parte a la policía y mi amigo iba a ser el sorteado.

Así que ni lerdo ni perezoso, le llamé explicándole la situación, era de noche y ¿saben las palabras con las que me tranquilizó mi alma? –Robert, me dijo, tranquilo que todo está bien.  ¿A dónde estás me preguntó? –En casa de Ramón, le dije. Entonces, me dijo, paso por ti, mañana domingo  a las 8:45 AM en las fuentes Bethoven, para que vayamos a la iglesia. No me pude negar y le dije que sí. Así fue como en un domingo, en el culto de las 9:00 AM llegue al Tabernáculo Bíblico Bautista. Me hicieron el llamado a recibir a Cristo, pero me dio pena por que estaba con mi amigo Wilfredo, y erronéamente pensaba que se iba a burlar de mí o algo así. Así que en mi mente pasó la siguiente idea:  El próximo domingo iré a la iglesia a donde va mi otro amigo Gustavo, pero iré al culto de las 11:00 AM pues así no me verá mi amigo porque también me iba a dar pena que me viera aceptando a Cristo.

Asi que ese domingo 28 de febrero, ahí estaba en CEFAD, esperando que el pastor hiciera el llamado, y cuando el pidió que levantaran la mano aquellos que querían recibirlo, yo era el primero en levantarla. Así que me llamaron y luego me condujeron a un cuarto donde me hicieron hacer la oración de fe, dándome además unos libritos de lectura del evangelio de San Juan y otro donde me indicaban mi fecha de nuevo nacimiento. Es por ello que no se me olvida esa fecha especial.

Ahora me doy cuenta que si tanto Wilfredo como Gustavo se hubieran dado cuenta de mi decisión sus palabras hubieran sido de beneplácito y de alegría porque ¿Qué amigo no se alegraría de que otro amigo estuviera en los caminos del Señor? Estos amigos hicieron muchas invitaciones, cada uno empleado estrategias de la iglesia donde asistían. Gustavo me decía: estoy orando y ayunando por vos. Me invitaba a cenas donde después de cenar me presentaban el plan de salvación y yo me negaba. Wilfredo en cambio  era compañero de labores en el Banco Cuscatlán, y asistía al Tabernáculo Bíblico Bautista y en días de semana laboral, después de las 4:00 PM cuando nos quedábamos noche haciendo horas extras, cuando ya no atendíamos público, él ponía un radio con predicaciones del pastor Edgar López Bertrand en Radio Bautista. Yo ponía una grabadora con música merengue, cumbias, baladas etc.  Ahí es donde él me decía que escuchara las predicaciones pero no le hacía caso.

Así que al tener el accidente de tránsito, era la gota del vaso de problemas que este servidor tenía en ese entonces. El querer recibirlo era por una necesidad de cambio tanto en mi familia, en mi vida personal, en las destruidas finanzas, etc.

Fue después de esa fecha que Dios me fue llamando poco a poco a su servicio y yo acepté con gusto.  A los pocos días de haber aceptado, mi amigo Wilfredo y yo pasamos por las aguas bautismales y los seis meses de haberlo recibido me llamaron a ser misionero, y al año me hicieron el llamado a ser pastor, cosa que no quería, pero que gracias a otro accidente, que contaremos en otro blog, desde el 2001, estamos en este oficio, respaldado por la mano de Dios y su amor eterno en mi. Gracias Señor por permitirme compartir este relato.  DIOS LES BENDIGA A TODOS.

Roberto González,
Pastor.

martes, 26 de noviembre de 2013

UNA HISTORIA PERSONAL...TESTIMONIO

Una Historia en Mi Vida Personal
Lo que prometes a Dios, no tardes en cumplirlo. Te lo recuerdo.

Sucedió el domingo antepasado, por la mañana, antes de dar el servicio de las 10:00 AM. Había sido inspirado para hablar de ser agradecido con Dios, de darle gracias a Dios por lo que tenemos y no renegar por lo que no tenemos. 
Que la gratitud se manifiesta en nuestra actitud al cantarle alabanzas al Señor.
Pues bien con las baterías encendidas y dispuesto a ser siempre el que ministra la Palabra a todo sediento, fui a mi aposento, ahí encontré a mi mascota, una perrita llamada Licha, la cual había comido pero no se le había dado agua, por lo que dispuse darle agua en un recipiente de capacidad de medio galón.  Andaba en mi bolsillo de la camisa mi celular, un modelo que aunque no ostentoso, estaba con las funciones básicas que alguien de “la nueva era tecnológica necesita”: Internet, Wi-Fi, Blue Tooth. Al agacharme a darle el agua, mi celular cayó en el agua, sin darme cuenta y quedó ahí por 30 minutos.  Cuando regresé por otro asunto,  me acerco a mi perrita y veo al celular en lo profundo del recipiente. Bueno, pensé, ya se arruinó, y poniendo en práctica los consejos que nos dan, lo saqué del agua, le retiré la batería, no se había mojado por dentro, era un milagro y después de secarlo por fuera, lo sopletee con una secadora de cabello y uno de mis colaboradores lo conectó otra vez y encendió y aparentemente todo estaba bien, más no funcionaba la pantalla táctil.  Le pregunto a un “Cuasi” ingeniero, que le podría haber pasado y me dice: -eso, ya es cadáver de teléfono, es lo típico que les pasa cuando se caen al agua, etc. Bueno, dí el servicio comos siempre y terminamos glorificando a Dios, me fui a comprar alimentos para el almuerzo y cuando venía de regreso a la iglesia, una voz me dice: “Bueno, da gracias por lo que tienes” y viendo el aparato, dije: Sí Señor Gracias, que tengo a un Dios Poderoso que puede hacer funcionar a un “cadáver” de tel. tal como me lo dijo el hermano, pero se que puedes cambiar eso y dispuse conectarlo a mi computadora y “walla”  funcionaba perfecto, no tenía ningún daño en su sistema. En ese instante me dice otra vez ese susurro de Voz, da gracias y publícalo, y dije: Te lo prometo, lo publicaré  hoy en el servicio de la tarde y en mi blog, en mi perfil de Facebook, etc.
En el servicio de la iglesia de la tarde si lo dí, pero no así en mi blog, ni en Facebook, ni en ninguna de las redes en las que interactúo. Todavía el jueves por la noche me vino el recordatorio de que no la había hecho la publicación, y bueno, llegó el viernes y nada. Ese día, en mi oficina llegaron unas visitas de dos parejas que nunca los había visto, preguntando de unos servicios comerciales, y en un movimiento planificado por ellos, una pareja se quedó platicando conmigo,. Mientras que la otra pareja aprovechó el espacio y tiempo para introducirse a mi escritorio y sacar los teléfonos, el “resucitado” y otro de mi hijo. Me vine a dar cuenta de que me los habían hurtado hasta media hora después que quise hacer una llamada y no hallé a ningún teléfono. Entonces, ¿Qué cara crees que puse?  Me acordé de la Palabra que te dice: “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
¿Y Ahora? ¿Qué hago? Simplemente dale gracias a Dios por lo que tienes, me volvió a replicar aquella voz bendita.  Tengo vida, tengo buena salud, pero sobre todo tengo a Cristo, que es mi amigo. Ya nuestro Dios proveerá.  Y cambié mi enunciado y una vez más Señor, GRACIAS., SIMPLEMENTE GRACIAS. Y te aseguro esto: Mientras preparaba esta crónica hoy lunes, ya Dios me bendijo triplemente más de lo que el enemigo hurtó.  Y es más, alguien me invitó a ser parte de una aventura: ir a buscar a un indigente, bañarlo, darle de comer y vestirlo como príncipe y demostrarle que Cristo le ama. Alguien más me invitó a una cena de gala, mi hija salió bien librada de su parto, alguien me llamó para dar más de lo que se le había solicitado como colaboración a la iglesia…..
Así que te recuerdo aquel dicho que dice; que hasta el más listo se le caé la cuchara en el plato de sopa, pero no hay que descuidarse en las cosas del Reino que merecen toda nuestra atención. 

Dios, eres grandemente maravilloso conmigo,. No hay como pagarte todos tus favores, pero una cosa si sabes muy bien: Que cuentas conmigo en todas aquellas tareas que quieras mandarme. Te amo Dios, te amo Jesús, te amo Espíritu Santo. 

lunes, 22 de marzo de 2010

Peticiones de Oración Marzo 2010

Este sábado 27 de Marzo, interactúa con tu espíritu y unete con el de nosotros como familia que somos y pidamos con fé, los unos por los otros en aquellas peticiones que salen del corazón.
La biblia nos enseña a que te deleites en todo lo que haces para Dios, incluyendo el de pedir por los demás hermanos aunque no le conozcamos, pero hay alguien que si conoce los corazones de las personas.
Por lo tanto te animo a que pongas tu oración en este blog y luego testifiques de los que JESÚS ha hech por tí y en tí.
También te animanos a que si tienes un testimonio que dar, ponlo en este blog y lo estaremos dando a conocer en esta noche poderosa de bendición. Un abrazo fratenal.