jueves, 23 de septiembre de 2010

No Caigas En La Provocación

NO CAIGAS EN LA PROVOCACIÓN
Lucas 9:51-56
9:51 Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 
9:52 Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 
9:53 Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 
9:54 Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?
9:55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 
9:56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. 


 
La provocación es una de las tretas que el enemigo ocupa para que pierdas el equilibrio espiritual y emocional y no puedas cumplir con algún propósito en un momento de tu vida. Por ejemplo, nos hemos dado cuenta de que hay algo malo en algunas de nuestras actitudes, de que hemos hecho sufrir a nuestras esposas por ser mujeriegos, que hemos perdido la confianza o credibilidad con alguien en especial por ser mentiroso, que somos de “mecha corta” y nos enojamos con facilidad con alguien, que estamos obesos y necesitamos rebajar de peso, etc. y cuando nos hemos propuesto enmendar tales situaciones aparecen situaciones que “si no estamos espirituales agarrados de la mano de Dios, caemos fácilmente en las trampas del enemigo: Nos seducen las palabras de los amigos para llegar tarde a casa, no hacemos las cosas como para Cristo, sino con mala gana porque ni modo, aparece una señorita con “cuerpo de botella de Coca Cola” mirándonos algo coqueta o por que no decirlo, de forma descarada, volvemos a mentir o a no aparecer por mucho tiempo en aquella tienda que nos dio crédito, o quizás perdemos la dieta porque hubo una invitación inusual de alguien para ir a comer. Me ha pasado alguna vez que estando en ayuno por algún propósito para Dios mi vecino, sin malicia alguna, me ha llevado un buen plato de comida, etc. y se que detrás de todo esto puede haber la mano peluda de este enemigo que quiere que desistamos de aquello que nos puede hacer un bien en nuestra propia vida.
En el pasaje de la Biblia que te he transcrito hay dos situaciones:
1.      La disposición de Jesús de empezar su camino a la cruz. Nada agradable por cierto, pero había que empezar: “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén” Creo firmemente que aunque algunas cosas se hagan por amor, no deja uno de sentirse mal por las circunstancias en que uno lo hace: quizás haya dolor físico, escasez financiera, incomprensión, le abochornan en público o delante de compañeros de trabajo, etc. pero lo lindo es que cuando se tiene la convicción de hacer algo por amor, por agradar a alguien, en este caso a Jesús, todas estas cosas se pasan por alto, y uno encuentra un gozo al final de esta acción, al final del día de haber vencido al adversario. Esto es un fruto del Espíritu Santo.
Quizás no haya un mal sabor en otras ocasiones, pero por algún detalle que no le prestas atención no se logra cumplir el cometido o propósito que te programaste.

La Biblia dice: “se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba” y significa que Jesús se aprestaba a toda una secuencia de acontecimientos: sufrimiento, muerte, resurrección, y, finalmente, ascensión. Este versículo da inicio a una nueva sección del Evangelio de Lucas: la resolución de Jesús de viajar a Jerusalén.
Como usted sabrá, los judíos y los samaritanos habían sido enemigos por siglos. Los peregrinos que iban a Jerusalén generalmente evitaban pasar por Samaria pues sus habitantes no eran hospitalarios. Al llegar Jesús a Samaria se mostraron hostiles no sólo porque Jesús era un judío, sino porque el Señor no reconoció el templo samaritano del monte Gerizim. Te explico algo al respecto:


 Gerizim es uno de los montes más altos con una altura de 881 metros. Está al sur del monte Ebal, del que está separado por un angosto valle. En la salida oriental de este valle estaba la importante ciudad de Siquem. El monte Gerizim se llama ahora Jebel et-Tor. Moisés ordenó que después que los israelitas cruzaran el Jordán fueran a Ebal y Gerizim, y que 6 de las tribus (Simeón, Leví, Judá, José, Isacar y Benjamín) estuvieron de pie sobre las laderas de éste monte y pronunciaran las bendiciones sobre quienes guardaran la ley de Dios (Deuteronomio:_11:29; 27:12, 13); por esta razón es llamado el monte de la bendición. Los israelitas cumplieron esta orden poco después que invadieran Canaán (Josué_8:33-35). Se lo conoce como el monte santo de los samaritanos, quienes construyeron allí un templo después del retorno de los judíos del exilio. Juan Hircano destruyó ese templo en el 128 a.C., pero los samaritanos siguieron usando el monte como su lugar de sacrificios (hasta hoy). Esta adoración fue mencionada por la mujer samaritana en su conversación con Jesús junto al pozo de Jacob (Juan_4:20, 21
Samaria estaba al norte de Judea, en el territorio donde se establecieron las tribus de Efraín, Manasés occidental y parte de Benjamín. Limitaba al norte con la planicie de Esdraelón y el monte Gilboa. En su centro estaban los montes Gerizim y Ebal, a cuyo pie estaba la antigua ciudad de Siquem (cerca de la actual Nablús), próxima al pozo de Jacob.

La ciudad de Samaria, por mucho tiempo la capital del reino del norte de Israel, estaba a unos pocos kilómetros más hacia el norte. Samaria era un país de colinas y fértiles valles. La enemistad entre judíos y samaritanos se originó cuando se separaron los reinos del norte y del sur, separación que duró desde la secesión en los días de Jeroboan I, en el año 931 a. C., hasta el cautiverio de las tribus del norte en 723 o 722 a. C.
Así que era más que evidente el por qué los samaritanos no le dieran un buen trato a Jesús, porque él era un judío y no les había reconocido el templo en este lugar para adorar a Dios. Pero sin embargo esta situación no le perturbó para seguir con su misión ni mucho menos para hacer algo en contra de ellos.


2.     El poder que Jesús le ha dado a los discípulos no es para fines destructivos
Ciertamente hoy podemos decir que aquella promesa que Dios dijo en Hechos 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” al igual que les había dado autoridad y poder sobre los demonios, malos espíritus y hasta poder bajar fuego del cielo.
Pero como vemos los discípulos habían mal considerado ese poder para poder usarlo para fines destructivos cuando fueron provocados más sin embargo Jesús les reprendió.  Hace tiempo atrás hubo alguien llamado Elías que sí bajó fuego del cielo, una vez para hacer ver lo poderoso que era Dios ante los sacerdotes que invocaban a Baal y  otra vez para defenderse de la ofensiva en su contra por parte del Rey Ocozías ya que éste había sido reprendido por haber consultado a otros dioses por su enfermedad. En ambos casos estaba Elías con el respaldo de Dios. Más en el caso de los discípulos era la enseñanza de Dios mismo en como saber tratar a los adversarios teniendo ellos ventaja.
Fácilmente podemos caer en la tentación de responder ante una provocación y perder la comunión con el prójimo como también con Dios. Decía alguna vez en uno de mis sermones que para que haya pleito en el hogar o en cualquier lugar hace falta dos personas con los guantes puestos. Pero si uno de los contrincantes baja los brazos, entonces no hay pleito, por más que el otro así lo desee.  Dice la Biblia: “La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa" (Proverbios 19:11
 Así que jamás piense en usar el poder de Dios para desearle mal al que le arremete u ofende. Tampoco utilice aquella promesa de Dios “Mía es la venganza” para decirle a Dios que destruya a aquel que nos ha dañado, maltratado o robado.  Sí en algo debemos de invocar el poder de Dios será para que les perdone, baje ascuas de fuego sobre sus cabezas de nuestros enemigos o detractores para les ilumine y le alcance el favor de Dios tal como nos alcanzó a  nosotros.
Oración:
Mi amado Padre Celestial, algunas veces hemos caído en la provocación cuando nos hemos trazado buenos propósitos de hacer algo bueno que te agrade a ti. Ayúdanos con el poder de tu Espíritu Santo a ser fuertes y sabios para apartarse de la provocación y bendecir al que nos maltrata, o arremete contra nosotros con palabras necias. Ayúdanos a tener templanza cuando el enemigo nos pone cascaritas para caer en su trampa para cuando nos hemos propuesto ayunar, dejar de fumar, dejar de tomar, dejar de mentir, dejar de hablar más de la cuenta., etc. ¡¡¡Te amamos Oh Dios!!!  Gracias por tu amor. Amén.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¿A Quien Le Pides Consejo?

¿A Quien Le Pides Consejo?
1er Libro de Reyes 12:1-18
12:1 Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey.
12:2 Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto, 
12:3 enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo: 
12:4 Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos. 
12:5 Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue. 
12:6 Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo? 
12:7 Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre. 
12:8 Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él. 
12:9 Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros? 
12:10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre. 
12:11 Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. 
12:12 Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día. 
12:13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado; 
12:14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones. 
12:15 Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat. 
12:16 Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas. 
12:17 Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá. 
12:18 Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén. 
 


Tengo por seguro que las personas ancianas siempre tienen una buena palabra para aconsejar a alguien que necesita un consejo. Es rarísimo encontrar a un anciano diciéndole  a  una persona que haga las cosas con malicia.  Ahora bien, siempre vienen a nosotros situaciones en donde tenemos que tomar decisiones ya sea en el área familiar, laboral, espiritual y es bueno siempre saber pedir consejo a quienes han pasado por una crisis y ¡quien mejor que los ancianos! Sean nuestros padres, maestros, tutores o pastores de nuestra congregación.
En mi experiencia personal encuentro personas que acuden a mí para pedir consejo para algo en especial que les marcará la vida  pero a la hora de tomar la decisión resulta que tomaron el consejo de un amigo, de un familiar o de un extraño, pues algunos acuden hasta aquellos que practican la adivinación. Algunos jóvenes consultan hasta el horóscopo del día para sentirse con expectativas ante una situación que le es difícil.
En el pasaje que les he transpuestota habla de un personaje llamado Roboam quien iba a ser proclamado rey de las 12 tribus de Israel. Mas antes de que esto pasara se acercaron a él todo el pueblo y le pidieron  ser mejor tratado en lo relacionado con los tributos al reino. Sabía él que tenía que tomar una decisión y pidió 3 días para dar una respuesta. Sabia decisión fue el acudir a los ancianos la cual le dieron una buena respuesta, en donde los resultados iban a ser de convivencia y de paz.  Pero su corazón también inclinó su oído al consejo que le dieron los muchachos, a los de su generación y en los jóvenes encontramos algunas veces un corazón altivo, soberbio y arrogante producto de aquella falsa visión de que “todo lo pueden, todo lo saben, que no necesitan esforzarse, etc.” 
Dice el proverbio: “14:7 Vete de delante del hombre necio, porque en él no hallarás labios de ciencia. ” En muchos jóvenes encontramos esta necedad, también en los adultos resentidos o heridos  por algún mal trato. ¿Quién los saca de sus manera de pensar equivocada?  ¿Hasta cuando cambian de forma de pensar? Hasta que se dan en los dientes por su manera de pensar. “Vivir a su manera” no les trae nada bueno.
También encontramos a mujeres frustradas por haber mal  escogido a una persona como su novio o esposo o viceversa y andan pidiendo consejo para saber si dejar al marido o a la esposa. ¿y sabes que es lo más común que les dicen?  ¡Deja a ese hombre! No va a cambiar, tienes una vida por delante, ¡eres hermosa todavía!  ¡todavía la puedes! Etc. Pero si le preguntaran a aquella anciana que está con su esposo, o aquella mujer que fiel sigue a Dios, la respuesta fuera distinta.
El resultado de haber escogido el consejo de los jóvenes fue que de las 12 tribus de Israel, sólo 2 se quedaron con Roboam, formando el reino del sur y continuando la dinastía de David  y las otras diez se fueron con Jeroboam, formando el reino del norte.
Te invito a que si pides consejos a tu pastor o a tus padres oye con detenimiento y lee la Biblia, ella es el mapa de tu vida y no hay consejo equivocado en ella. Debes de aprender a pedir y a aceptar los consejos de las personas sabias y prudentes: si así lo haces, nunca tendrás de qué arrepentirte.
En el proverbio 19:20  encontramos: “Escucha el consejo, y recibe la corrección,  Para que seas sabio en tu vejez.”  Aquella persona que aprendió a escuchar consejo y a ponerlo en práctica también sabrá dar buen consejo. Busca y encontrarás personas de gran valor para tu vida.

Oración:
Mi Buen Padre Celestial, sabemos que tenemos un ayudador en el Espíritu Santo, y él es quien nos debe de hablar con las palabras que tú le dices o que Jesús mismo nos dice. Algunas veces nos equivocamos de ayudador y le hacemos más caso a los consejos de los amigos,  a las palabrerías de la gente de la calle o de las mujeres ociosas. Pon siempre personas sabias y prudentes que nos ayuden a tomar buenas decisiones en todo nuestro caminar. Fortalece los lazos de amistad con nuestros líderes y pastores, maestros, y con nuestros mismos padres. Gracias por tu misericordia hasta el día de hoy, Amén.



viernes, 10 de septiembre de 2010

NO LE PONGAS LÍMITE A TU VICTORIA



NO LE PONGAS LÍMITE A TU VICTORIA
2° Reyes  13:14-19
13:14 Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo!
13:15 Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. 
13:16 Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, 
13:17 y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos. 
13:18 Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 
13:19 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria. 


 


¿Alguna vez te han dicho tienes que hacer oración para que te vaya bien?
El día de hoy platicaba con un joven quien todavía no ha recibido a Cristo, y  por varias semanas me ha visitado en la iglesia fuera de los horarios de servicio. Al platicar con él, me confiesa que es un chico que le gusta la tecnología y que desea aprender más acerca de esto y reinventar algunas funcionalidades de aquellas cosas que existen. Le  hemos platicado acerca del Plan de Salvación de Jesús. El tiene temor de aceptarlo porque en su mente hay una lucha entre la ciencia y lo espiritual. Me confesaba además de un temor a la muerte porque padece de cierto problema con su corazón en una de sus válvulas y que cuando se pone a pensar en lo que quiere ser y se acuerda de su problema se deprime de una manera terrible y me preguntaba: ¿Dios me puede curar de las depresiones?
Por supuesto que ustedes ya suponen la repuesta que le di, y estoy más que seguro que no tardará en aceptar a Cristo, pero tengo que tener el cuidado de enseñarle a ser persistente en lo que desea y no desmayar aún cuando las adversidades estén a la vuelta de la esquina.
En el pasaje que hemos puesto de referencia, encontramos a un rey afligido por los constantes asedios que tenía el ejército de Siria contra Israel, y encontramos una acción muy atinada como el de venir a pedir consejo a un profeta como el de atender las instrucciones de quien da el consejo.
El punto es que así  como este muchacho que está enfermo le enseñaré que la fe en Jesús puede curarnos de toda enfermedad, la impaciencia de algunos le pone freno a lo que Dios quiere realizar en sus vidas. Quieren resultados de inmediato y no esforzarse a profundidad.
¿Ya has oído este versículo: “En Cristo somos más que vencedores” Rom. 8:37?
Pero en Cristo significa que debemos de “perseverar” en la sana doctrina, en la casa de Dios, en la oración y entendimiento todos los días.
Hay una palabra con una gran verdad “somos más que vencedores” y es aplicable en todas las situaciones de dificultad que podemos tener.
Eliseo le dijo al rey de Israel “porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos.” Esto es una palabra fe como de acción. Tenemos que pelear, no quedarnos a medias sino hasta terminar con el enemigo, hasta terminar con el problema tomando decisiones radicales y certeras.

GOLPEA LA TIERRA

En la iglesia tradicional te dicen: “Por la absolución de tus pecados debes de rezar 3 padres nuestros y 10 ave marias” y las personas lo hacen conforme a lo que indicaron. – Muy mala práctica  porque limitan a hacer un palabrerío y sólo lo que le indican. Ahora bien en el cristianismo te dicen tienes una herramienta poderosa como es la oración que es “hablar con Dios”  y estamos bajo promesa que si nos acercamos a Dios en oración él se acercará a nosotros, más sin embargo oramos sólo lo necesario o mientras el problema se resolvió. Y quizás usted me dirá que no hay tiempo, que sale muy cansado de sus obligaciones, etc. y llega a la casa de oración o a la iglesia “cansado” y ya no llega con buen espíritu sino más bien por obligación “moral” a Dios.
Hoy en estos tiempos dice la Biblia nos dice en Efesios:
5:15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 
5:16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Hablemos con Dios en todo momento, en la calle, en el trabajo, en su vehículo, en su casa, y procure aprovechar cada momento de reunión en la casa de Dios y ore con pasión. Pídale al Espíritu Santo que le ayude y no desmaye en seguir orando por la solución a su problema y sí Dios empieza a corregir su problema, incremente más la intensidad de hablar con Dios. Si te pidieron que vayas a la iglesia a escuchar Palabra de Dios, que sea a eso, que no sea a murmurar, que no sea criticar. Si te pidieron servir, no sólo hagas lo que te dijeron que hagas sino hace más. Si te dijeren que tienes que orar para sanarte, que no sea sólo por esa enfermedad sino por todas las que viniesen adelante. No te conformes con sólo orar por ti, sino por tu vecino, por los que te han traicionado, por los que se burlan de ti, por los que abren su boca para destilar veneno so pretexto de hablar justicia por que lo han tratado mal, etc, ora y ora y ora y ora, sin desmayar. Que el esfuerzo que hagas sea muy extenso para la que victoria que Dios te va a dar sea completa, que no tengas que volver más adelante para pedir por el mismo problema.
No haga a Dios chiquito cuando le decimos “Diosito” ayúdame, porque ya le pusimos límite a Dios en la solución a nuestro problema, pues hacemos chiquito a Dios y grande al problema.

Conclusión:
Vea siempre con pasión a cada instrumento que Dios ponga en tus manos para alcanzar tu victoria en cualquier área.
Tus saetas pueden ser:
1.      Tu oración
2.      Tu paciencia
3.      Tu gracia
4.      Tu ministerio
5.      Tu iglesia.

Dale duro al enemigo, orando, teniendo paciencia a su hermano, a su amigo, a su pastor. Dele duro al enemigo poniendo en uso esa gracia especial que Dios le ha dado para llegar a corazones necesitados, que le abren su corazón y le confiesan sus temores.
Dele duro al enemigo sirviendo con diligencia y con pasión en su ministerio y  asistiendo a todos los servicios de su iglesia. No desmaye.

DIOS LE BENDIGA.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Restaurando Los Muros Y Las Puertas En Mi Vida


Restaurando Los Muros Y Las Puertas  En Mi Vida
Nehemías 2:13-17

2:13 Y salí de noche por la puerta del Valle hacia la fuente del Dragón y a la puerta del Muladar; y observé los muros de Jerusalén que estaban derribados, y sus puertas que estaban consumidas por el fuego. 
2:14 Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; pero no había lugar por donde pasase la cabalgadura en que iba. 
2:15 Y subí de noche por el torrente y observé el muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví. 
2:16 Y no sabían los oficiales a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo había declarado yo a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y oficiales, ni a los demás que hacían la obra. 
2:17 Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio.





Un muro común y corriente es lo que separa algo de o encierra algo. Generalmente un muro es para protección y resguardo, pero al mismo tiempo también tiene puertas o entradas a un lugar especial.
Nehemías sintió pasión por aquello muros destruidos de una ciudad donde Dios había llevado a su pueblo. Su pueblo del cual era desobediente y necio, pero que siempre hay alguien que sabe reconocer el porqué de nuestra vida y existencia. Este es el llamado para ti en esta ocasión: “venid y edifiquemos”
Los muros en nuestras vidas personales deben de estar en perfecto estado, con todo y sus puertas, pero sucede que parecen estar deteriorados o destruidos por nuestro propio orgullo, soberbia, egoísmo, negligencia, etc. Generalmente estos muros deben de manifestarse en:
1.       Nuestra personalidad
2.       Nuestra familia
3.       Nuestro hogar
4.       Nuestro trabajo

¡Cuántas veces hemos perdido un buen puesto de trabajo por el mal carácter, por alguna negligencia o descuido, por haber querido ser más que el jefe o patrono, etc.!
 ¡Cuántas veces no hemos terminado en divorcio por la falta de perdón, por no haber pedido perdón o por no saber dar perdón, por la falta de comunicación, por no cuidar pequeños detalles, etc!
¡Cuántas veces, más de alguno de nosotros fue a parar a la cárcel aunque sea por unos días por desobedecido a nuestros padres, por andar en mala compañías, por andar de metiche, etc.

Con el paso del tiempo, que corre más rápido que nosotros, esto nos cobra la factura, y estos muros están deteriorados o por el suelo. Muchos no tienen el ánimo o no se atreven a restaurar aquella relación con la familia, con la esposa o esposo, con el jefe, con el amigo, o con nosotros mismos, o con quien sea.
En el trasfondo de este mensaje lo que pretendo es que empecemos a restaurar esos muros y puertas que algo bueno nos ha de dejar y aunque quizás por nuestras propias fuerzas  aunque queramos volver a dejar algo como en su estado original, siempre queda una huella especial ya sea por fuera o por dentro pero con la ayuda de este poder del Espíritu Santo podemos borrar esa huella, esa pequeña raíz de amargura o mal recuerdo para poder perdonar y estar en paz con quien se deba de estar en paz.
En El Mapa de Nuestra, que es la Biblia, encontramos unos pasajes que nos hablan de aquellas personas que están luchando por restaurar esos muros o puertas, entre ellos:

1.       El famoso hijo pródigo.
 En el libro de Lucas encontramos a este muchacho restaurando el muro de ese sitio privilegiado que tenía y que perdió por su soberbia y altivez.
15:18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 
15:19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 
15:20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó
El recordó lo bueno que es tener techo que le cubra del frío y del sol, de un lugar en donde se podía descansar, de un lugar en donde el tenía privilegios con la misma casa, con los de afuera, etc. Pero tuvo la valentía de reconocer su error y esa confesión dentro de si mismo cuando dice “me levantaré”  lo lleva a la acción, pues dice la Biblia “Y Levantándose” vino a su padre.
Este chico ya no traía orgullo, ahora trae un cambio de actitud, cambio de mente, cambio de forma de pensar.  Por lo tanto, este chico restauró ese muro de sus finanzas, ya no más en bancarrota, ya no más desprecio hacia él ni para con los demás de parte de él.
Él puso esa puerta de nuevo siendo la confianza o la comunión con el padre. Esa puerta que nosotros debemos de buscar levantar para tener acceso a que se nos oiga, de ser portavoz de un buen mensaje, algo así como ser atalaya de lo bueno,

2.      La Mujer Samaritana
A esta mujer la ubicamos en el libro de Juan:
4:39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho
Este muro tiene que ver con la imagen de nuestra personalidad con los adentro como con los de afuera de la casa. ¡Cuanta madre de familia aconseja a sus hijos e hijas para no caer en brazos de alguna muchacha loca o viceversa, o de andar en malos pasos con amigos de dudosa reputación.!
Un día de estos dimos un servicio en acción de gracias que una familia pidió por que un hijo joven había salido libre de las bartolinas de la Policía Nacional por presunta asociación ilícita por el asesinato de otro joven. Me gusto como el muchacho, en frente de la congregación dijo: Hoy vengo a darle gracias a Dios por haberme sacado de la cárcel y al mismo tiempo a ponerme a los pies de Cristo, pues él a través de mi madre y del pastor siempre me recordaban que tenía que venir a la iglesia, que cambiara de estilo de vida y ahora reconozco que me había alejado de Dios, pero que prometo estar nuevamente acá con ustedes…..!  Me emocioné tanto, pues esas parecieron palabras sinceras de corazón de alguien arrepentido. Ese es el tipo de muro que hay que levantar, que ya no piensen los demás que andamos en malos pasos, pues vamos a cambiar de amistades, de manera de pensar, dejar de ser rebeldes o necios.
Esta mujer dio un gran paso: Testificó que Jesús habló con ella y que le conoció su corazón, algo que nadie había hecho, ni sus maridos que antes había tenido.
En el caso de esta mujer samaritana, llevaba una vida desordenada, se metía con hombres casados, le gustaba la vida fácil, era como las muchachas del mundo de hoy en día; de apodo les llaman “Taxi” porque cualquiera se sube en ellas”. Jesús tuvo un encuentro con ella y le hizo ver su verdad de una manera caballerosa, amable y la reacción de ella no fue de sentirse señalada o descubierta para vergüenza, sino para gloria en ella misma y para dejar aquella mala relación que tenía en ese momento de su encuentro con Dios.
¿Cuál era su muro? Su mismo cuerpo, su personalidad y su dignidad ¿Cómo levantó su muro? Diciendo la verdad de lo que Dios había hecho en su vida.¿Cual puerta abrió  o restauró? Valentía de reconocer nuestros errores y delitos y hablar con la verdad, pues pudo decir la verdad hablando con toda la gente, aún cuando pensaban lo peor de ella,  pues la Escritura dice que muchos creyeron en Jesús por la palabra de aquella mujer.

3.      El caso del ciego de nacimiento
Como usted recordará, hubo un muchacho, ciego de nacimiento a quien Jesús le devolvió la vista ante la mirada incrédula de muchos críticos, los fariseos. Llegó un momento de cuestionar si en verdad era ciego a tal grado que mandaron a llamar sus padres para verificar el hecho.
Pero el trasfondo de lo que quiero realzar esto:
¡El que te sanó sabemos que es pecador! –le decían. Pero él con una sapiencia especial respondió:
Juan 9:25 Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. 
9:26 Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? 
9:27 El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oir; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? 
Otro muro que debemos de levantar es la autoestima. Algunas limitantes que podamos tener no tiene que ser impedimento para sentirnos seguros de si mismo, de sentirnos amados por las personas, por los amigos, por la familia. Este muchacho podía haberle dicho a aquellos fariseos, que él un pobre ciego, que nadie lo quería, etc. y que Jesús se acercó a él por alguna lástima u otro argumento haciendo sobresalir su débil estado, sin embargo respondió a aquellos religiosos: “Sí es pecado no lo se” como quien dice, no me fijo en los prejuicios que la gente dice de alguien, sino más bien me fijo en su actuar.  Le dio la Gloria a Dios, por su sanidad y supo hablar con autoridad, no como alguien amargado por que estuvo ciego toda la vida….

Y podemos seguir hablando de muchos muros y puertas que levantar o reedificar para que estemos en paz con todos. Y es que debemos de reparar el daño que hemos hecho, actuando, no de palabras, porque las palabras se las lleva el viento dice un viejo dicho. Hagamos el propósito de luchar por levantar ese muro de buen esposo, de buen hijo, de buen servidor, de buen empleado, de buen jefe, de buen amigo, etc.  Las puertas tales como la comunicación, la confianza, la verdad, la honestidad, la sinceridad, la bondad, etc. debemos también de restaurar siempre con la ayuda del ayudador por excelencia: “El Espíritu Santo”.
No dudes en contactarnos si tienes alguna petición. Pruebe creyendo a Dios y que Él se acerque a usted. Que pases un buen día ese es mi deseo.
DIOS TE BENDIGA.






martes, 24 de agosto de 2010

¡ABANDONADO A MIS DIOSES!


ABANDONADO A MIS DIOSES
Ezequiel 20:39-44
20:39 Y a vosotros, oh casa de Israel, así ha dicho Jehová el Señor: Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos. 
20:40 Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas. 
20:41 Como incienso agradable os aceptaré, cuando os haya sacado de entre los pueblos, y os haya congregado de entre las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros a los ojos de las naciones. 
20:42 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando os haya traído a la tierra de Israel, la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres. 
20:43 Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis. 
20:44 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros caminos malos ni según vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor


Hay etapas en nuestras vidas muy difíciles, tanto en la vida del evangelio como en la vida sin Cristo. Precisamente en la vida en el evangelio, el cristiano que  no se ha entregado por completo a Cristo, o más bien dicho, no han entregado aquella área que parece muy sana e inofensiva, pues hay que darse por completo a Cristo, es donde  se dan casos terribles, pues por su necedad, por su capricho, por amor natural a sí mismo, no doblegan su brazo a Cristo sino que tratan de hacer lo que mejor les parece.
Cuando somos llamados a Dios, es para servirle y obedecerle a él. En el libro de Éxodo encontramos esta cita que es aplicable para nosotros los gentiles:
3:18 Y oirán tu voz; e irás tú, y los ancianos de Israel, al rey de Egipto, y le diréis: Jehová el Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios

Dios nos ha librado de la condenación eterna a través de la sangre de Cristo, y hemos sido comprados con precio de sangre. Así lo dice 1ª. Corintios
6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Somos propiedad de Cristo y a su vez nos traspasa al Padre Celestial, pero no queremos ser propiedad de él. Nos negamos a morir completamente al viejo hombre, no nos ofrecemos nosotros mismos como sacrificio vivo a él, queremos servir al mundo, a las viejas amistades, queremos seguir practicando las viejas costumbres en provecho nuestro.
Es muy triste oír este texto dicho por Ezequiel por instrucciones de Dios:
Andad cada uno tras sus ídolos, y servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi santo nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos.
Es como quien dice, ¡Basta!, ¡ya me cansé de buscarlos! ¡me cansé de aconsejarles!, me cansé de esperarlos en la casa!, ¡me cansé de tocarles las puertas para que conversemos!, ¡me cansé de tenerles paciencia o de tolerarlos!, en mi casa. ¡Hacen las cosas al revés de lo que se les dice!
Conozco de un muchacho que tienen actualmente 19 años y desde que lo conozco de niño le quisimos formar en los caminos de Dios. Desde pequeño mostró malas costumbres, robaba a las personas, a los mismos hermanos en Cristo, a las personas que querían ayudarlo, terminaba robándoles. Orábamos por él, pero nunca quiso enmendar su error. Recientemente, apenas unos cinco días atrás, él vino a mí pidiéndome ayuda, pues se había metido en las maras y por un error que él cometió lo quieren matar, los mismos que le aceptaron una vez y le dijeron que ellos eran todo para él. Y resulta que terminé escondiéndole en la iglesia, confiando en que por el mal momento que estaba pasando iba a empezar a hacer las cosas bien. Nadie le quiso ayudar, ni amigos, ni familia, hermanos, nadie Pero resulta que no, llegó a la iglesia, se le dio de comer, donde dormir, pero a las pocas horas me dijo que quería seguir huyendo, y me dijo que se iba, pero me dijo: ¡si quiere revise mi maleta aver si llevo algo! Accedí a hacer un registro pero no tan minucioso. Le dije: andate, pero revisando mi escritorio vi que me faltaba mi laptop y otras cosas. Le pregunté por ellas, más lo negaba rotundamente hasta que le saqué la verdad dicinéndole que si no las entregaba que se atuviera a las consecuencias, pues era a Dios a quien le robaba. Me devolvi´mi laptop, más no así las otras cosas, pero le dije: No muerdas la mano del que te da de comer. La próxima vez, no te ayudaré en nada y le expliqué este versículo de Ezequiel….
¿Te imaginas que Jesús nos diga: apártense de mi iglesia porque contaminan a las demás ovejas?  Hay pastores muy celosos de la disciplina y del orden y de la reverencia a Dios que no es de extrañarse que saquen a un hermano o hermana por no acatar las normas de la iglesia o porque es recurrente en la misma acción.
A los testarudos del pueblo de Israel les mandó a decir por medio de Ezequiel: anden y sirvan a sus ídolos y sírvanles, ¡si! Hasta en estos ídolos se requiere que sirva el hombre. O sea de que ya sea para Dios o para el enemigo, siempre hay que servir.  Ya Jesús nos dijo:

Mateo 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Pero lo transcendental de esto es que Dios no quiere un corazón dividido, él lo quiere todo de nosotros, pues somos de su propiedad, pero él no hace uso de este derecho que le asiste sino que espera, pero ¿qué hace el hombre algunas veces, y especialmente algunos cristianos? Vienen a la casa de Dios a servirle, pero su corazón está puesto en la confianza de su inteligencia, de su poder económico, o hacen ofrendas a Dios pero el origen de esas ofrendas son de dudosa reputación, no fueron bien habidos.
No permitamos ser abandonados a nuestro propio ídolo, o sea al “Yo”, yo tengo la razón, yo mando y que, “es mi vida”, etc. y no contaminemos a los demás.
Pero llegará el día en que Dios nos recogerá nuevamente, pero esta vez en la ciudad santa, en la Nueva Jerusalem, pero mientras tanto sufriremos por nuestras propias desobediencias.  Dice un proverbio: 23: 29-35

29¿Para quién será el ay? ¿para quién el ay? ¿para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos?

30Para los que se detienen mucho en el vino, Para los que van buscando la mistura.

31No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en el vaso: Entrase suavemente;
32Mas al fin como serpiente morderá, Y como basilisco dará dolor:
33Tus ojos mirarán las extrañas, Y tu corazón hablará perversidades.
34Y serás como el que yace en medio de la mar, O como el que está en la punta de un mastelero.
35Y dirás: Hiriéronme, mas no me dolió; Azotáronme, mas no lo sentí; Cuando despertare, aun lo tornaré á buscar.

Dios no nos quiere insensatos, nos quiere cuerdos y conscientes, de que él es y será  lo mejor de todo lo que nos haya sucedido. Venga a él, y prepárele un casa linda y adornada, con olor agradable para todos los días que el quedan de vida y hasta la eternidad.  EL QUE TENGA OÍDOS PARA OÍR QUE OIGA. DIOS TE BENDIGA.