¿A Quien Le Pides Consejo?
1er Libro de Reyes 12:1-18
12:1 Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey.
12:2 Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto,
12:3 enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:
12:4 Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos.
12:5 Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.
12:6 Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?
12:7 Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.
12:8 Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.
12:9 Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?
12:10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre.
12:11 Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.
12:12 Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día.
12:13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado;
12:14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.
12:15 Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat.
12:16 Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.
12:17 Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá.
12:18 Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén.
12:2 Y aconteció que cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, que aún estaba en Egipto, adonde había huido de delante del rey Salomón, y habitaba en Egipto,
12:3 enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo:
12:4 Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre, y del yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos.
12:5 Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.
12:6 Entonces el rey Roboam pidió consejo de los ancianos que habían estado delante de Salomón su padre cuando vivía, y dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que responda a este pueblo?
12:7 Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ellos te servirán para siempre.
12:8 Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.
12:9 Y les dijo: ¿Cómo aconsejáis vosotros que respondamos a este pueblo, que me ha hablado diciendo: Disminuye algo del yugo que tu padre puso sobre nosotros?
12:10 Entonces los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo, mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: El menor dedo de los míos es más grueso que los lomos de mi padre.
12:11 Ahora, pues, mi padre os cargó de pesado yugo, mas yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.
12:12 Al tercer día vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam, según el rey lo había mandado, diciendo: Volved a mí al tercer día.
12:13 Y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que los ancianos le habían dado;
12:14 y les habló conforme al consejo de los jóvenes, diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones.
12:15 Y no oyó el rey al pueblo; porque era designio de Jehová para confirmar la palabra que Jehová había hablado por medio de Ahías silonita a Jeroboam hijo de Nabat.
12:16 Cuando todo el pueblo vio que el rey no les había oído, le respondió estas palabras, diciendo: ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David! Entonces Israel se fue a sus tiendas.
12:17 Pero reinó Roboam sobre los hijos de Israel que moraban en las ciudades de Judá.
12:18 Y el rey Roboam envió a Adoram, que estaba sobre los tributos; pero lo apedreó todo Israel, y murió. Entonces el rey Roboam se apresuró a subirse en un carro y huir a Jerusalén.
Tengo por seguro que las personas ancianas siempre tienen una buena palabra para aconsejar a alguien que necesita un consejo. Es rarísimo encontrar a un anciano diciéndole a una persona que haga las cosas con malicia. Ahora bien, siempre vienen a nosotros situaciones en donde tenemos que tomar decisiones ya sea en el área familiar, laboral, espiritual y es bueno siempre saber pedir consejo a quienes han pasado por una crisis y ¡quien mejor que los ancianos! Sean nuestros padres, maestros, tutores o pastores de nuestra congregación.
En mi experiencia personal encuentro personas que acuden a mí para pedir consejo para algo en especial que les marcará la vida pero a la hora de tomar la decisión resulta que tomaron el consejo de un amigo, de un familiar o de un extraño, pues algunos acuden hasta aquellos que practican la adivinación. Algunos jóvenes consultan hasta el horóscopo del día para sentirse con expectativas ante una situación que le es difícil.
En el pasaje que les he transpuestota habla de un personaje llamado Roboam quien iba a ser proclamado rey de las 12 tribus de Israel. Mas antes de que esto pasara se acercaron a él todo el pueblo y le pidieron ser mejor tratado en lo relacionado con los tributos al reino. Sabía él que tenía que tomar una decisión y pidió 3 días para dar una respuesta. Sabia decisión fue el acudir a los ancianos la cual le dieron una buena respuesta, en donde los resultados iban a ser de convivencia y de paz. Pero su corazón también inclinó su oído al consejo que le dieron los muchachos, a los de su generación y en los jóvenes encontramos algunas veces un corazón altivo, soberbio y arrogante producto de aquella falsa visión de que “todo lo pueden, todo lo saben, que no necesitan esforzarse, etc.”
Dice el proverbio: “14:7 Vete de delante del hombre necio, porque en él no hallarás labios de ciencia. ” En muchos jóvenes encontramos esta necedad, también en los adultos resentidos o heridos por algún mal trato. ¿Quién los saca de sus manera de pensar equivocada? ¿Hasta cuando cambian de forma de pensar? Hasta que se dan en los dientes por su manera de pensar. “Vivir a su manera” no les trae nada bueno.
También encontramos a mujeres frustradas por haber mal escogido a una persona como su novio o esposo o viceversa y andan pidiendo consejo para saber si dejar al marido o a la esposa. ¿y sabes que es lo más común que les dicen? ¡Deja a ese hombre! No va a cambiar, tienes una vida por delante, ¡eres hermosa todavía! ¡todavía la puedes! Etc. Pero si le preguntaran a aquella anciana que está con su esposo, o aquella mujer que fiel sigue a Dios, la respuesta fuera distinta.
El resultado de haber escogido el consejo de los jóvenes fue que de las 12 tribus de Israel, sólo 2 se quedaron con Roboam, formando el reino del sur y continuando la dinastía de David y las otras diez se fueron con Jeroboam, formando el reino del norte.
Te invito a que si pides consejos a tu pastor o a tus padres oye con detenimiento y lee la Biblia, ella es el mapa de tu vida y no hay consejo equivocado en ella. Debes de aprender a pedir y a aceptar los consejos de las personas sabias y prudentes: si así lo haces, nunca tendrás de qué arrepentirte.
En el proverbio 19:20 encontramos: “Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.” Aquella persona que aprendió a escuchar consejo y a ponerlo en práctica también sabrá dar buen consejo. Busca y encontrarás personas de gran valor para tu vida.
Oración:
Mi Buen Padre Celestial, sabemos que tenemos un ayudador en el Espíritu Santo, y él es quien nos debe de hablar con las palabras que tú le dices o que Jesús mismo nos dice. Algunas veces nos equivocamos de ayudador y le hacemos más caso a los consejos de los amigos, a las palabrerías de la gente de la calle o de las mujeres ociosas. Pon siempre personas sabias y prudentes que nos ayuden a tomar buenas decisiones en todo nuestro caminar. Fortalece los lazos de amistad con nuestros líderes y pastores, maestros, y con nuestros mismos padres. Gracias por tu misericordia hasta el día de hoy, Amén.
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