《Todo Me es Licito》
Hay un fenómeno que se llama causa-efecto. Todo lo que haces tiene un efecto. Si hablas bien a una persona vas a tener amabilidad de la otra persona, si le sonríes a un niño él te sonreirá, en fin todo tiene un efecto.
Como vivimos en un mundo lleno de pasiones desordenadas, lleno de envidias, rencores y de muchas cosas negativas, tú puedes hacer lo que quieras, pero si te inclinas hacia esos valores vas a tener serios problemas.
Si eres cristiano, hijo de Dios, tienes que pesar todas tus acciones con este versículo. Lícito significa que lo puedes hacer sin dar cuenta si tu no quieres, que es legal bajo la norma de tu casa, de tu trabajo, de tu organización. El apóstol Pablo te da estas dos consideraciones: ¿te conviene? ¿Te edifica?
Si analizaras todas tus acciones en este mundo y las pesaras en estas consideraciones otro gallo nos cantaría.
Aunque sabemos que las pasiones juveniles son placenteras, tener venganza de un maltrato, sacar un clavo con otro clavo, dejar de ir al culto por mi propia opinión, ver una película pornográfica, mentir a mis padres, etc y todas me son lícitas tenerlas o hacerlas, pero al pasarlas por estas consideraciones me doy cuenta que no me conviene ni me va a edificar mi alma.
No te conviene porque saldrás salpicado o gastarás tus recursos, tendrás mala fama, no vas acumular puntos para el Reino de Dios, etc y no te edifica porque no hacer lo bueno en vez de edificarte te destruye, destruye tu paz, causa sensaciones o emociones que te animan a hundirte más y más lo malo. Pero si haces el bien, eso si si edifica tu alma, te hace ver bien en todo.
Procura que este versículo te acompañe en tus pensamientos y sopesa todo lo que piensas hacer.
