viernes, 2 de octubre de 2009

CUANDO NOS FIJAMOS EN LO DE AFUERA, NO EN LO ADENTRO

CUANDO NOS FIJAMOS EN LO DE AFUERA, NO EN LO ADENTRO

Lucas 4: 21-27

4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
4:22 Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
4:23 El les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra.
4:24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.
4:25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;
4:26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.
4:27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.




El mensaje nos sitúa en el comienzo de la predicación de Jesús en Galilea y particularmente en Nazaret. Jesús predica en las sinagogas con la fuerza del Espíritu Santo quien lo escucha recibe la salvación prometida en los profetas: “Esta escritura que acaban de oír se ha cumplido hoy” (4,21) y todos se admiran de las palabras de “gracia” que salían de su boca (4,22).

Podemos decir que en esta lectura encontramos:

1. La palabra de Gracia

¿Que es la gracia?

1. f. Cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o cosa que las tiene. U. t. en sent. fig.

2. f. Atractivo independiente de la hermosura de las facciones, que se advierte en la fisonomía de algunas personas.

3. f. Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita.

4. f. Afabilidad y buen modo en el trato con las personas.

5. f. Habilidad y soltura en la ejecución de algo. Baila con mucha gracia

6. f. Benevolencia y amistad de alguien.

Jesús habla a un pueblo que bien entiende las palabras, que no hay nada oculto que él no quiere hablar a nosotros. Nos habla en un tono muy sencillo y entendible de lo que es su Reino, de lo que es el amor, de lo que es la unidad, en fin son tantos los terminos que nos enseña que los grandes filósofos y eruditos se quedan maravillados de su sabiduría.

2. Tenemos un clavo, un prejuicio.

Pero a la admiración sigue inmediatamente el escándalo. Desde el comienzo hasta el final de su vida Jesús será ocasión de escándalo para la mentalidad de sus contemporáneos: “¿No es éste el hijo de José?” (4,22).

La sencillez, la humildad y la pobreza de Jesús “que no haciendo alarde de su categoría de Dios se vació de sí mismo y asumió la condición de esclavo” (Filipenses 2,6), colocándose entre los últimos es motivo de escándalo para su pueblo.

Ellos creen conocer todo de Jesús porque conocen su familia humilde de Nazaret, además por la misma condición en que Jesús se desenvolvía dentro de su familia y sabiendo que eerá “un carpintero” ellos lo desechan, pues que enseñanza me puede dar un carpintero? mientras Jesús conoce sus pensamientos y desenmascara su realidad: “seguramente me van a decir el refrán: médico cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu tierra” (4,23).

3. Los rencores, las raíces de amargura, los prejuicios no nos ayudan a que Dios haga el milagro.

Los paisanos de Jesús en lugar de convertirse con “las palabras de gracia que salen de su boca” (4,22) se niegan a creer en Él y pretenden que haga para ellos los mismos milagros que ha hecho en Capernaum.

El conocimiento que creen tener de Jesús y la pretensión de verlo realizar milagros no les permite creer en Él. Y Jesús viendo su incredulidad les dice con autoridad: ningún profeta es bien acogido en su tierra. Te has puesto a pensar que en algunas ocasiones hemos desechado a un joven al oirlo predicar? Pensamos que por su juventud no tiene la madurez y quizas no la tenga para razonar de la vida y de sus problemas, pero a Dios le place hacer esto.

Recuerdo una ocasión, en donde me tocaba ir a predicar a una misión que teniamos en un caserio un poco lejos de la ciudad en donde está la iglesia y me hice acompar de algunos hermanos y dentro de ellos a uno de los jóvenes de ese entonces, cuyo nombre es Ronald Alberto. No me acuerdo del poqué no pude predicar y puse a este muchacho a hacerlo, pues ya lo habíamos entrenado para ello en la iglesia local. El oró y ministró a los asistentes de una manera especial, con la autoridad del Espiritu Santo. Mi sorpresa fue que a los quince días despues en uno de los cultos de la iglesia, una hermana cuya edad era como de 50 años se levanta nos pide la oportunidad de dar un testimonio y le dimos el tiempo, y resulta que dentro de su testimonio estaba la confesión de que ella había asistido al culto donde este joven habia ministrado y que ella al verlo parado ahí dijo en su mente:”¿Qué voy a aprender de este muchacho, si es casi un mocoso, o alguien infantil? Pero resulta que andaba cierto malestar de un tumor que le habia salido a la altura de su estómago y le empezaba a doler. Cuando nuestro joven predicador empezó a orar, el pidió a los asistentes que si había alguien con algún dolor o enfermedad que pusiera su mano ahí donde le dolía que el Señor iba a sanar. La hermana, al oir esto no dejó de pensar en su prejuicio, pero dijo, bueno que sea la voluntad de Dios y puso su mano en el lugar donde tenía el tumor. La sorpresa para ella fue que de inmediato el dolor cesó y al palpar su tumor, ya no tenía nada. Ese día le dio Gloria a Dios por que tuvo misericordia que a pesar de que ella habia dudado del joven Dios siempre hizo la obra. Con esto te recalco, que a Dios le place usar a quien él así le da la gana para llevar ese refrigerio a nuestras vidas.

Pero tambien Jesús no hace ese milagro por poner en duda cualquier cuestionamiento acerca de la iglesia, del predicardor, del pastor, del mensaje, de todo.

El rechazo que es dado a Jesús es el mismo que fue dado a los profetas. Elías y Eliseo no pudieron hacer milagros en Israel sólo en Sarepta de Sidón y en Siria (25-27) donde encontraron corazones abiertos para acoger la palabra de Dios (ver 1ªReyes 17,7.16; 2ªReyes 5,1.14).

4. Jesús pasa de largo en aquellos que tienen sentimientos negativos.

En cuanto Jesús está lleno del Espíritu Santo en su predicación, sus paisanos están llenos de rabia y quieren matarlo (4,28-29). “Pero Jesús pasando en medio de ellos se marchó” (4,30).

Lucas deja intuir algo extraordinario que no permite a los nazarenos acabar con Jesús: el Maestro se les sale de las manos, pasa por en medio de la rabia y el rechazo de su pueblo, no se deja atrapar ni afectar, sale libre de sus manos. En esta increíble libertad de Jesús se preanuncia su resurrección, su victoria sobre las garras de la muerte.

Quizás esta noche o este día tu sepas que JESÚS está aquí que te habla y te instruye en algo y tú no obedeces…entonces, él sólo pasa de largo por tu vida en este día y el milagro del que clamas no llega por tu incredulidad. Deje que JESÚS pase por tu ciudad, pero no cuestione, no dude, no vea el exterior de la persona, SINO EL INTERIOR DE ELLA, viéndola con los ojos de Dios para que la bonanza de Dios se quede con nosotros. EL QUE TENHA OIDOS PARA OIR QUE OIGA.

No hay comentarios: