jueves, 27 de marzo de 2014

LLAMADOS, ESCOGIDOS Y BENDECIDOS


LLAMADOS, ESCOGIDOS Y BENDECIDOS.

Mateo 20:1-16

20:1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.
20:2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
20:3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados;
20:4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron.
20:5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.
20:6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?
20:7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo.
20:8 Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.
20:9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.
20:10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario.
20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia,
20:12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día.
20:13 El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?
20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti.
20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?
20:16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos
                                    
                                                
Bien amados hermanos y amigos lectores, este es un día bueno, y todos los días son buenos, porque tal como dice su palabra “este es el día que hizo el Señor” y nos gozaremos en este día.
Pensando en este tema, Dios nos da la pauta de encontrarlo a él especialmente en su viña, en su redil con la promesa de que acá nos va a bendecir.  Por ello, el salmista David dice:  Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna  Mateo comienza su relato diciendo que en El Reino de Dios se compara con una viña y  se están contratando obreros.  El obrero trabaja y no se distrae en nada. En los Estados Unidos el trabajo se tiene que tomar con mucha seriedad y responsabilidad. No te andan contemplando faltas, y te ponen reglas hasta de no contestar tu celular en horas de trabajo.
Cuando hablamos de un contrato de trabajo hay algunas cláusulas en donde se conviene derechos y obligaciones del obrero y del patrón.  Pues para todo creyente, es un enorme privilegio el haber sido llamado por nuestro Dios a trabajarle en esta viña como en LA GRAN VIÑA DEL CIELO. La viña es su iglesia, su ministerio, su familia. Algunos somos llamados desde  bien temprano en nuestra  niñez y juventud, o somos llamados prontamente en nuestra iglesia a servir, porque se nos ven dotes y cualidades que pueden contribuir  a mantener ordenada y limpia su casa, así como prosperada en muchas áreas. El asunto en la juventud y niñez es que raramente queremos tener obligaciones y responsabilidades. No saben ejercer sus derechos y dejan que otros les gane las bendiciones. El joven quiere trabajar en la obra pero a su manera, a su moda, en su onda, en su forma de ser. Muchas veces no se someten a la autoridad familiar ya sea paterna o materna y ni mucho menos lo harán con el pastor. Hablarle de barrer la casa, limpiar muebles, vestirse decentemente, colaborar con aquél o con éste le da “pereza”, y algunas veces te dicen “¿Y por qué sólo a mí me manda a hacer esto y lo otro? Se trata de trabajar en la obra del Señor.  
Así también hay otros que son llamados, habiendo oído del Reino de Dios, pero han pasado la mayor parte de su vida sin Cristo y sin dirección, no sabiendo que hacer, desocupados en las cosas que si valen mucho en El Reino de Dios. Más así también entran a la viña y funcionan, son de provecho, tienen cualidades innatas y muchas fuerzas, sobre todo cuando se les orienta y asimilan la enseñanza.
Y hay otros que son llamados en el ocaso de su vida, en los momentos donde ya “el pecado atribuido a la lascivia sexual” ya no está, en donde algunos su casa no existe, la familia no existe, pues descuidaron a sus esposas, hijos, se olvidaron de ellos, están viviendo de la misericordia de Dios. Estos son los que llegan a la hora undécima a pedir una oportunidad a Dios y aceptan a Jesús como su Salvador. Muchos ancianos, en los hospitales, son muy fáciles de evangelizar porque ya la noche para ellos está llegando, las fuerzas no abundan, y tal como dice el Señor Jesús: “En verdad, en verdad te digo: cuando eras más joven te vestías y andabas por donde querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos y otro te vestirá, y te llevará adonde no quieras.  Mat. 21:18
En esta porción me detendré un poquito porque me inspiro mucho en verdad cuando en la iglesia veo a unas señoras, de avanzada edad trabajando incansablemente y con esfuerzo en los días de servicio de la iglesia. Es el caso de una hermana llamada María Castellón, que a sus sesenta y cinco años no falta a su iglesia con el ánimo de. 1) Asear y adornar  la casa de Dios, 2) ayudar a la iglesia con múltiples actividades como vendimias, rifas, proyectos de financiamiento para cubrir los gastos de la iglesia, 3)ayunos,  4) momentos de adoración, etc.  ahí está ella con su mejor sonrisa y el mejor deseo de agradar a Dios. Recibió a Cristo hace 4 años y desde entonces su vida ha ido cambiando, su entorno familiar y tiene la fe de que todas sus peticiones se harán realidad, tales como la sanidad en su hijo Manuel de Jesús que padece de parálisis locomotora, de la sanidad de su esposo  y de recibir de parte de él su mejor regalo: IR A LA IGLESIA JUNTOS. Son de esas personas que fueron llamadas en su vejez pero que aprovechan cada momento de su vida para hacer lo agradable a Dios. Ellas saben que su vida terrenal es escasa, y trabajan en la viña con toda la pasión.
Todos los llamados están en la viña, todas ellas tienen su pago de un denario, yo le llamo: su salvación. Ese denario representa su salvación y aunque usted amado lector le resulte difícil de comprender, en nuestra estancia en la viña, hemos cometido errores, errores pequeños, errores grandes, super grandes, pero todos ellos fueron perdonados en el mismo momento eterno en donde usted aceptó al Señor Jesús y eres siervo de ÉL. A esos errores, por ejemplo, los que fueron contratados a la hora primera, trabajaron de sol a sol, digamos que las ocho horas. ¿Pero que hicieron en esas 8 horas?  Muchos desperdician su tiempo en las iglesias, son solo oyentes y no hacedores, no suman en la producción del Reino, dejan que otros ganen almas para Cristo, muchos pierden su tiempo en discusiones con los mismos hermanos, con la iglesia, con el pastor, señalan errores acá y allá y nunca están bien. Andan en busca de la iglesia perfecta y se van de acá y se van para allá, regresan otra vez a la iglesia donde nacieron, y se vuelven a ir.  Son de los que poco hacen y exigen “su aumento”, su nombramiento en la iglesia como Diáconos, su milagro creativo, su milagro financiero, más no se dan cuenta que en esa área de las finanzas, del servicio, de la familia no están a cuentas con Dios.
Santiago dijo: y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. 4:17  de estos hombres y mujeres en las que hemos invertido tiempo en enseñarle, capacitarle, compartirle, etc. Y se queda sólo limpiando sillas, pues sólo lo justo recibirá. Para aquel que entró a trabajar en la viña ya casi de noche, le parecerá que no lo merece, pero date cuenta que se esforzó, ya no hubo un retroceso y sí Dios desea darle todas las bendiciones que no recibió en su juventud, DIOS ES SOBERANO.
Si en una empresa, me llaman a trabajar, con el tiempo, seré evaluado, me seguirán dando el empleo si aporto algo nuevo a la empresa, de lo contrario, me desechan pero si al contrario, no importa en qué momento me llamaron, pero si soy íntegro, honesto, fiel, servicial, etc, téngalo por seguro que será escogido para participar de buenos y abundantes frutos dentro de esa empresa. Así mi amigo, si el Reino de Dios es robustecido por tu enseñanza, por tu favor, por el alto grado de modelaje que le das a las demás personas dentro de tu viñas, no sólo te escogerá sino que también te bendecirá en abundancia de bienes, paz, sabiduría, etc.
Te animo hermano a que busques a Dios o déjate encontrar por él y sirve, adora y regocíjate y  verás que muchas cosas cambiarán. La Fe nos sostiene y nos hace caminar aunque a empujones algunas veces pero de algo estamos seguros: NO NOS DEJARÁ NI LOS DESAMPARARÁ.
Oración: Señor mi Dios, gracias por este mensaje, gracias por tu paciencia, gracias por tu bendición sobre nuestras vidas. Declaramos que en nuestro ministerio hay personas necesitadas de un abrazo y le daremos su abrazo, necesitadas de pan y les daremos su pan. Ayúdanos a ser diligentes en tu Reino, a trabajar de sol a sol o en los momentos en que tú nos llames, de una manera incondicional y alegre y que podamos ser bendecidos en los momentos de tu TIEMPO.
Un abrazo fraternal.
Roberto González
            Pastor

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