miércoles, 30 de abril de 2014

Cuando Llega El Momento De Valorar A Tu Esposa...



El matrimonio es una de las tres instituciones que Dios nos ha dejado en la tierra y quizás muchos no nos preparamos como debiese de ser. en primer lugar, son pocas las enseñanzas que dan los padres al respecto así como el buen modelo a seguir practicando los buenos valores morales y espirituales.  La institución del matrimonio está perdiendo su valor que Dios dejó, a tal grado que la unión “Hasta que La Muerte Los Separe” entre un hombre y una mujer, lo están retomando los “homosexuales y lesbianas” como queriendo decir que ellos sí podrán cumplir con lo que  fue encomendado al hombre y a la mujer desde el princiío de la creación.
Por ello posteamos una pequeña historia de dos personajes muy conocidos en el mundo secular, pero nos llama la atención lo que podemos aprender de un hombre que valora a su esposa, que valora su matrimonio, valores que incluso en el mundo del cristiano  evángelico se  ven amenazados.
¿Quién no oyó hablar de Celia Cruz y de su esposo Pedro Night? Ella, una mujer nacida en 1925 en Cuba y que tuvo una trayectoria sin igual en la música salsa y otros géneros
Según su historia, en un momento de su carrera artística, ingesó como  vocalista de la Sonora Matancera en 1950, una orquesta muy popular de los años 60. En dicha orquesta trabajaba como segundo trompetista Pedro Nihgt, quien tenía su trayectoria con la orquesta desde 1944. Un día, en uno de los ensayos de la orquesta con Celia, se empezaron a conocer más a fondo, logrando mantener un noviazgo por varios años, aún y cuando  Celia se separó de la Sonora Matancera  para unirse a otro proyecto musical.  Pedro seguía con la orquesta siempre como trompetista.
Celia y Pedro se se casaron el 14 de julio de 1962 en Connecticut. Seguían los contratos y las giras por Estados Unidos, pero él siempre dejó a su esposa tomar toda las riendas de su vida artística profesional, había contratos individuales, aunque él continuó viajando como uno de sus músicos. Cuando llegó el momento de tomar una decisión irrevocable, conversó con Rogelio Martínez y le dijo: “Rogelio, tengo un problema. O dejo a Celia viajar sola por todos lados y sigo con la Sonora. O dejo la Sonora y me voy con Celia. Pero el problema es que yo me casé con Celia… Rogelio… no con la Sonora Matancera. Así que tengo que irme con ella. Y si tengo que escoger entre Celia y la trompeta, yo escojo a Celia”. No obstante, Rogelio le dio la venia correspondiente y le dijo que si él decidía volver, su puesto estaría siempre disponible. Luego, comenzó a convertirse en su manager y representante exclusivo, dejando la Sonora Matancera y su trompeta inseparable el 30 de abril de 1966
Pedro tomó medidas para ayudar a la carrera de su esposa, quien también se hizo famoso y muy respetado a través de América Latina. Él sería entrevistado en múltiples ocasiones en programas de televisión e hizo muchas amistades en el mundo del espectáculo, incluyendo a Maria Celeste Arraras, quien expresó sus respetos hacia él casi tres meses después de la muerte de Celia Cruz, diciendo en la televisión “recordar (que) a todos (nosotros) nos gustas”.
La muerte de Celia Cruz devastó a Knight. Celia Cruz lo llamaba “Cabecita de Algodón”, “Perucho”. Él estuvo a su lado mientras que ella sufrió de cáncer, y en más de una ocasión expresó su esperanza que ella se recuperaría.
Un hecho que no es bien conocido por el público es que Pedro Knight luchó contra el cáncer; apenas un día después de que su esposa experimentó cirugía para quitar un tumor canceroso mamario, él pasó por la misma cirugía, ya que tenía un tumor canceroso.
Aunque él pudo asistir a varias actividades dedicadas a su última esposa (tal como una firma del libro de la autobiografía de Celia Cruz), su salud se vio seriamente afectada por su muerte, y, el 7 de julio de 2004, él se desmayó durante un evento para recaudar fondos para el cáncer en Miami, debiendo ser hospitalizado. Los doctores allí le diagnosticaron presión arterial baja, causada por su diabetes y por una quiebre emocional durante la ceremonia.
Reflexión:
¿Cuántas veces hemos valorado a la ayuda idónea que Dios nos dio?
¿Cuántas veces le hemos dado el lugar que le corresponde a ella como esposa, como madre, como amiga?
Pedro escogió estar con su esposa, apoyarla e inclusive ser su manager, eso hacen los verdaderos hombres, no se someten a las emociones o intereses personales, sino a la decisión que hará sentir alegre a la esposa.
Tomó un decisión irrevocable que le sirvió para estar con ella hasta el último de los días de Celia, quien murió en el año 2003 y Pedro murió en el 2007. Ambos llegaron a su vejez tomados de la mano, en todos los momentos de su vida no se separaron.
Tomemos ejemplo de lo bueno, valoremos a nuestro cónyuge, valoremos el matrimonio, que es la única institución en donde el varón se hace hombre y en donde se extiende la simiente para alabar a Dios.
Llegará el día en que los hijos ya no estarán en el día a día con nosotros como padres y entonces: ¿Quién estará con el esposo? ¿Quién estará con la esposa? Uno al otro, cuidándose mutúamente es como debiesen de estar. No permitas, tú, esposo, que el Señor te haga el siguiente reclamo:
"Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto." Mal. 2:14
Hazlo pronto, pues para algunos de nosotros es demasiado tarde.

Dios te bendiga.
Roberto Gozález,
Pastor.

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