lunes, 31 de agosto de 2009

¿Te Quieres Mojar Los Pies?

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

Juan 14:12

La Biblia está llena de promesas tan especiales, numerosas, de las cuales tenemos la oportunidad de hacerlas realidad en todas las áreas de nuestra vida. Pero tenemos un pequeño problema: ¡No queremos esforzarnos para ello! Porque las vemos con los ojos carnales, las analizamos con la lógica de la mente, pero no debería de ser así.

En el mundo actual se habla de crisis financiera, por consiguiente hay desempleos en alto volumen y alto nivel. Desde grandes directores, presidentes, (leía este día que en Japón estaba por renunciar el presidente del partido Demócrata Liberal por los resultados de las elecciones por que ha habido mucho desempleo), grandes empresarios, etc, han pasado a formar parte de las grades listas de desempleados y la gente llora ahora su situación. Pero en medio de esta CRISIS, Dios te está dando oportunidades. Sí, a ti, te está dando grandes oportunidades para sacarle provecho a esta crisis en todos los aspectos. Cristo viene pronto y deberíamos de estar preparados para recibirle con gozo y con satisfacción de haber hecho por lo menos lo mínimo de lo que nos mandó a hacer. Veamos algunas de ellas:

1. Oportunidad de Evangelismo. Mucha gente del mundo y aún cristianos no entienden la realidad de este momento, puesto que se han acostumbrado a un estilo de vida de lujos, de comodidades, de controles remotos hasta para la luz eléctrica, de teléfonos celulares, etc. Pero con esta situación actual se han desesperados, están confundidos, están empezando a vender parte de sus propiedades, de sus cosas y no es raro que el televisor, el carro, la bicicleta, etc, estén yendo a parar a un montepío o casa de empeño. Tarde o temprano estarán necesitando una palabra de aliento, y acá es donde entramos nosotros, los hijos de Dios, con palabra de aliento, de esperanza. Es el momento de levantar el nombre de Jesús, de decirle al mundo que hay esperanza, que él les espera. Hermano, no hay mejor gozo que ver a un amigo, a un familiar o extraño caer rendido a los pies de Jesús, y no es un gozo mezquino, sino de agradecimiento por la misericordia de Dios para con esa persona, que así que como a nosotros nos busco y nos perdonó, así también a ellas. En el libro de Proverbios 12:25 encontramos lo siguiente:

La congoja en el corazón del hombre lo abate;
Mas la buena palabra lo alegra.

Es el momento para llevar la Buena Palabra, la de Dios a estos hogares.

Muchos hermanos en Cristo también no han comprendido bien las palabras de él cuando nos dice: NO TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARÉ. Y Al igual que le pasó a FELIPE, cuando el Espíritu Santo le dice:

Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.

Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? Hechos 8: 28-29

Muchos cristianos aún sólo han oído de las promesas, pero no saben por donde comenzar a actuar y acá es donde entras tú, entro yo, entramos los evangelizadores.

2. Oportunidad de Levantar el Nombre Dios. Levantar el nombre de Dios es creerle a él, que el desea que Todos sean Salvos y que quiere derramar muchas bendiciones. Pero tenemos que esforzarnos. Muchos tenemos el problema de que queremos comer pescado, pero no queremos mojarnos los pies para agarrarlo. Estamos acostumbrados a lo cómodo, así como le pasó al pueblo de Israel, cuando salió de Egipto, Dios les abrió el mar Rojo y pasaron en seco….¿Estas oyendo? Pasaron en seco, sus pies no se mojaron, y aún en el desierto, Dios les proveyó de agua, les endulzó el agua cuando eran amargas, de comida tanto carne como maná, les proveyó de luz, etc. Esta generación de israelitas se acostumbraron a recibir, sin esfuerzo mediático para obtenerlo. Pero llegó otra generación, y esta generación esperaba lo mismo, el mismo procedimiento de Dios. Resulta que en Josué 3: 15 encontramos que el pueblo pasó el Jordán, pero lo pasaron mojando sus pies, ya no era lo mismo cuando pasaron el mar Rojo, ahora entraban a la tierra prometida, y en la tierra prometida Dios le dijo a Josué:

3: 10 Y añadió Josué: En esto conoceréis que el Dios viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, al heteo, al heveo, al ferezeo, al gergeseo, al amorreo y al jebuseo.

La tierra prometida es trabajo, es esfuerzo, es Dios hace su parte, Tú harás la tuya. Cuando él nos dijo “No te dejaré ni te desampararé” es que él siempre estará en estas acciones: en buscar, en pedir, en tocar puertas, etc. Queremos un buen carro, pero no queremos orar, no queremos diezmar, no queremos abrir nuestros labios, no queremos ganar almas, no queremos ser siervos de Dios, no le queremos servir en lo más mínimo y queremos siempre esa agua dulcita, queremos ese trabajo “Light” ganando mucho pero no queremos empezar de abajo, no queremos pagar un derecho de piso…

Es tiempo de que usted y yo levantemos el nombre de Dios, predicando nosotros con el ejemplo de que Dios está en todo lugar y en todo momento, no es la crisis financiera, no es escasez de lluvia, no es el patrono enojado, es solamente nuestra actitud de no levantar el nombre de Dios. Muchos emigran a otros países o lugares dentro del mismo país buscando la mejoría, pero seguirán igual.

En el libro de Hebreos 12: 12-13 encontramos lo siguiente:

Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado

Seamos sal de nuestra comunidad, dándole sabor a muchas cosas. LEVANTEMOS EL NOMBRE DE DIOS, en nosotros mismo.

3. Oportunidad de Desarrollar o afinar nuestra FÉ. La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.

Jesús nos ha dado la promesa de que mayores cosas de las que el hizo en los tiempos de Pilatos o de Herodes, haríamos y quizás te has puesto a pensar en cosas espectaculares, como quizás tener ese don de sanidad que con sólo mirar a las personas ya serán sanadas y puede ser que sea algo así, como también un gran milagro financiero, un gran milagro de resurrección en alguien en especial, y puede ser, pues lo que la Biblia nos dice YO LO CREO. Sin embargo se nos escapa aquellos ingredientes o detalles pequeños que le faltan a la sopa: un poco de sal, un poco de ajo, o un poco de perejil, o un poco de pimienta negra, o un poco de mantequilla, etc, es decir, detalles que al momento de probar la sopa hará que demos una gran sonrisa de placer o de buen gusto. Fíjate: NAAMAN era un gran hombre de servicio, acostumbrado a mandar y a dar órdenes, a recibir reverencia por su alto cargo, y según lo que nos dice la escritura, no creía que un proceso tan fácil, tan al alcance de su mano, lo iba a sanar:

Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.
5:10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.
5:11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra
.

En algo tan ordinario, y además absurdo a la mente de Naamán, pues tenía que zambullirse por siete veces en el río, Dios hizo la obra. Por lo mismo, sabiendo que él está en nosotros, que tenemos la autoridad de hacer que una persona sea sanada, sea restaurada, quizás con algo tan sencillo: abrir nuestra boca y decirle a alguien YO TE AMO, COMO MI DIOS ME AMA Y TE AMA A TI TAMBIEN. También puede ser tan sencillo como el de desarrollar el hábito de visitar el templo de la iglesia con más frecuencia, con más entusiasmo, con más diligencia.

Es tiempo de creerle a Dios y a actuar se ha dicho: TOQUE PUERTAS, busque el trabajo que desea, pida esa paz, busque esa paz que tanto necesitamos, anhele ese don de Dios, anhele su pronta venida.

EL QUE TENGA OÍDOS PARA OIR QUE OIGA. DIOS TE BENDIGA…..

Juan 1:50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.

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