domingo, 1 de agosto de 2010

CINCO CUALIDADES DE UN CRISTIANO


CINCO CUALIDADES DE UN CRISTIANO.
Josué 1:7
Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 



Por correo electrónico me llegaba una presentación de powerpoint con el tema “El Lápiz” y hacía años había visto esta presentación y me dio en el Espíritu Santo presentarles estas líneas para edificación de la iglesia:

-          El niñito miraba a la abuela escribir una carta. En un momento dado, le preguntó:  Abuela, estás escribiendo una historia que nos sucedió a nosotros?
Es por casualidad, una historia sobre mí?
La abuela dejó de escribir, sonrió y le comentó al nieto:
Estoy escribiendo sobre ti, es verdad.
Ahora bien, más importante que las palabras es el lápiz que estoy usando.
Me gustaría que tú fueras como él, cuando crezcas.

El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial.
- Pero, si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!

- Todo depende de cómo mires las cosas. - Hay cinco cualidades en él que, si consigues conservarlas, te harán siempre una persona en paz con el mundo.

Primera cualidad:
Puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar nunca que existe una Mano que guía tus pasos. A esa Mano la llamamos Dios y Él debe conducirte siempre en la dirección de Su voluntad. 
A esta cualidad la podemos llamar: “Dejar que Dios me guíe”  Resulta que muchas personas incluyendo personas se portan como necios y quieren vivir su vida a su manera.  Se identifican con aquella canción de Frank Sinantra “A Mi Manera” y no con la palabra de Dios que es la que nos guía a toda paz, a todo buen éxito.  Cuando el hombre aplique al pie de la letra la instrucción “No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas”  comprenderá los múltiples beneficios que trae ser sumiso a la voz de Dios.
Si retomamos la condición del lápiz al ser tomado por los dedos de quien escribe, éste no se queja por la manera o la posición que lo agarran para escribir. Simplemente escribe y escribe. Dios tiene múltiples maneras de conducirnos a la salvación,  al éxito o a la perfección, y no se repite de la misma manera en otra persona. Sólo hay que dejarse guiar y saber que siempre Dios nos conduce a algo bueno o mejor de lo que tenemos.


Segunda cualidad:
De vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Con eso el lápiz sufre un poco, pero al final está más afilado. Por tanto, has de saber soportar algunos dolores, porque te harán ser una persona mejor.
Me gusta saber que somos útiles a Dios en aquellos momentos críticos en la vida de las personas, pero para ello debemos de entender y sentir lo que la otra persona siente.  Este proceso no es muy agradable para algunos cristianos, pues se les inyecta un mensaje equivocado de que todo será muy fácil y ya no habrá más llanto ni dolor. Pero acuérdese amigo lector que todo árbol que da buen fruto es apedreado muchas veces para bajar uno de sus frutos y a algunos árboles se les tiene que podar las ramas para que den nuevos renuevos o ramas con abundante cosecha. Todas aquellas situaciones un poco amargas son necesarias para que nos afine el carácter, el temple y las convicciones PARA QUE LUEGO PODAMOS ENTENDER A LOS DEMÁS QUE PADECEN UNA SITUACIÓN SIMILAR.
El libro de Isaías 43:2 nos dice: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti
No se trata de cruzar un remanso de agua y que de pronto te hundas, sino que tendrás que atravesar aguas turbulentas, sucias, etc, en las cuales podemos perecer ahogados, pero nos alienta la misma palabra que no nos anegará, no nos ahogaremos.

Tercera cualidad:
El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar los errores. Debes entender que corregir una cosa que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
En la 1ª Juan 2:1 nos dice: Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo
Ciertamente Jesús nos perdona todo error y ofensa que hemos cometido con ÉL y con el prójimo. 
Algunos olvidamos esta cualidad y pensamos que no somos dignos de estar en la iglesia o de ejercer un ministerio que se nos haya dado porque el pecado nos acusa. Jesús es nuestro borrador de faltas, delitos y pecados.

Cuarta cualidad:
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que lleva dentro. Por tanto, cuida siempre lo que ocurre dentro de ti.
Dice la Biblia que Dios no hace excepción de personas, a todos nos ama y  nos llama a que estemos bajo sus alas.  No le interesa su condición económica, ni como se viste, sino que lo que le interesa en última instancia es el corazón.  Cuando Jesucristo entra en nuestra vida, ocurre también que la presencia del Espíritu Santo se establezca como huésped en nuestro corazón.  Efesios nos dice:
1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa
1:14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. 
Estas arras están dentro de nosotros. Jesús nos dijo que El Espíritu Santo es nuestro ayudador, le animo a que nunca se sienta menospreciado sino al contrario, escogido de Dios y sellado para una nueva vida en la eternidad.

Quinta cualidad:
Siempre deja una marca. Del mismo modo, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará huellas y procura ser consciente de todas tus acciones.
En la vida de todo cristiano debe de haber un propósito y es que tiene que dar fruto. Ese fruto dice la Biblia en Proverbios 11:30  es árbol de vida, es decir que ha predicado la palabra de Dios y ha persuadido al pecador a entregar su vida a Cristo.  No se nos olvide que la marca que dejamos en el corazón de toda persona es inigualable.
En mi vida personal recuerdo a dos amigos que me marcaron la vida en el evangelio, que oraban y ayunaban por mí y me invitaban a la iglesia y a recibir a Cristo. Llevaba una vida muy desordenada a tal grado que llegué a separarme de mi esposa.
Uno de esos amigos  era Gustavo Serrano y el otro Wilfredo Ruano. Ambos eran compañeros de trabajo, cada uno a su tiempo.
Mi amigo Gustavo me invitaba a cenas organizadas por su iglesia y pagadas por él. Eran cenas en restaurantes de prestigio y después de la cena venía la palabra de reflexión. Nunca quise aceptar a Cristo. Me habla extensamente de Dios y le acompañaba a su iglesia de vez en cuando pero era duro como una piedra en mi corazón Luego en otro tiempo llegué a conocer a mi amigo Wilfredo Ruano, con quien desarrollamos en su momento una inapreciable amistad. En la oficina escuchábamos música,  tenía una pequeña radió grabadora  y cuando nos quedábamos tarde a trabajar la ponía para quitarme el estrés. Pero mi amigo Wilfredo ponía una radio que el llevaba y sonaba una radio cristiana,  que por cierto se llama Radio Bautista. La ponía suave y al principio me molestaba porque no me dejaba concentrarme en mi música, pero poco a poco, las predicaciones que oía del pastor de su iglesia fueron haciendo mella en mi vida.  Me invitaba a la iglesia de una manera especial hasta que un día sábado me pasó un terrible accidente y recurrí a mi amigo Wil  para decirle mi problema y me sorprendió cuando me dijo que todo estaba planeado por Cristo. Al día siguiente fui a la iglesia donde él se congregaba con el ánimo de aceptar a Cristo, me sentía atribulado. Fuimos pero no acepté al Señor sino que pensé que lo haría en el próximo domingo pero en la iglesia donde mi amigo Gustavo Serrano asistía y en servicio donde no hubiese alguien conocido, pues me daba pena. Así fue. Fue un domingo último de febrero de 1999 donde yo recibí a Cristo y después de ese acontecimiento me empecé a congregarme  en la iglesia bautista donde mi amigo  Wil se congregaba.  Fue él quien me sugirió hacernos misioneros asistiendo al interior del país a una misión en un penal de la zona oriental del país.  Empezamos a asistir con un grupo de hermanos de la iglesia incluyéndole a él y a un hermano de él. Dios puso en mi corazón seguir siendo misionero de convicción hasta que me quedé como pastor hasta la fecha en esta ciudad de El Tránsito.  Perdona que te haya narrado tanto de esto, pero ahora al revisar mi vida como pastor, quiero y procuro dejar una huella en la vida de las personas que no saben  de Jesús.   Han sido muchas las personas que hemos alcanzado a través de Jesús. Eso me satisface y me enorgullece de que Dios me haya utilizado para un propósito tan importante: acercar una vida a Cristo.
Así que procuremos no olvidar estas cinco cualidades de un lápiz y a empezar a buscar más de Dios para ser ejemplo y testimonio verdadero para transformar vidas a Jesucristo
DIOS TE BENDIGA.

     ****************************************************************












No hay comentarios: