jueves, 2 de agosto de 2012

Y DARE POR RESPUESTA A MI AVERGONZADOR

Y  DARE POR RESPUESTA A MI AVERGONZADOR……
Y daré por respuesta a mi avergonzador,
Que en tu palabra he confiado.
Salmos 119:42

Me preparaba para ir a trabajar hoy 2 de agosto, por la mañana y vino a mi mente el deseo de prepararme con una palabra que me ayudara durante el día, y me llevó al Salmo 119. Leyéndolo completo, Dios me habló de tres cosas importantes que debemos de recordar:
1.   Priorizar los caminos de tu día a día
“¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos, Para guardar tus estatutos!”  Salmo 119:5
Decía ayer en la predicación del servicio de nuestra iglesia que tenemos diferentes roles que desarrollar en nuestra vida cotidiana. En el desarrollo de todos esos roles hay decisiones que tomar, iniciativas, creatividad, entretenimiento, educación, retroalimentación, etc. en los cuales no debemos de perder siempre la palabra espiritual que nos ayudará a conseguir aquello que queremos.  Cuando amanezca el día, el primer camino que debemos de agarrar es la de encomendar nuestro día a Dios y por supuesto alimentarnos con su Palabra. Su desayuno, su sol que le alumbra o calienta tiene que ser la Palabra Viva.
Dice Prov. 16:3 “Encomienda a Jehová tus obras,  Y tus pensamientos serán afirmados.”  Todo lo que empecemos, sea de palabra o de hecho tenemos que pensar en el Dios de Israel para que lo que hagamos lo hagamos bien.
Salmo 37:5 dice también: “Encomienda a Jehová tu camino,  Y confía en él; y él hará.”¡ No hay de otra manera!  Siempre tenemos que buscar a Dios para nuestro caminar y todo lo que hagamos en el.

2.   Conozca de sus mandamientos.
Nadie que maneje un vehículo sale a la calle sin conocer las señales de tránsito ni mucho menos las  normas de conducir en carretera o en la ciudad. Asimismo el cristiano tiene que saber del poder de la Palabra de Dios. Muchos tenemos la costumbre de aprendernos versículos bíblicos, “Si Dios es conmigo, quien contra mí,”, “en Cristo somos más que vencedores”, etc, pero no tenemos bien claro el porqué de esa palabra, el porqué se cumplirá en nosotros, etc.
Dice el Salmo 119:11-12 “En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos.
Asimismo nos dice en el Salmo 119:48 “Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, Y meditaré en tus estatutos. 
Mandamientos y estatutos es lo que conocemos como La Biblia. En ella encontramos una infinidad de conocimientos que nos llevan a conocer del amor de Dios y  de como llevar a la práctica su amor para con el prójimo y nosotros mismos, como para con Dos.

3.    Nuestra confianza de  vida y de sanidad  está en manos de DIOS.
Leyendo completo el Salmo 119, encuentro que nada de lo que el enemigo decrete contra mí puede prosperar si he confiado en su promesa. Me encanta sonreír cuando en el momento de la crisis Dios viene en nuestro auxilio. Salmo 119:42 nos afirma en esto “Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. 
Hoy el enemigo podría decretar contra ti humillación, muerte, aflicción, cárcel, hospitalización, desierto, soledad, pero ten esta palabra por salvación y por batalla ganada.
Mi Dios se convierte en escondedero y en mi escudo….Dice el Salmo 119:114 “Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado. ” y asimismo nos dice:  “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.
Hoy es un buen día para levantarnos de toda humillación, de toda enfermedad, de todo desánimo, de toda condición de derrota y comenzar a gozar de los beneficios de poner la confianza en Dios, el que nunca duerme, el que nunca nos abandona, por amor a  su hijo Jesucristo quien murió por ti y por mí.
Si en la oficina se burlan de ti, paciencia; si ene tu familia te provocan a enojo, si en tu negocio te quieren timar o estafar, ten presente esta palabra y pídele al Espíritu Santo esa palabra de paz, de confort, de guerra espiritual, de confianza en EL TODOPODEROSO, EN DIOS, MI REY. Dios te bendiga.

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