martes, 26 de noviembre de 2013

UNA HISTORIA PERSONAL...TESTIMONIO

Una Historia en Mi Vida Personal
Lo que prometes a Dios, no tardes en cumplirlo. Te lo recuerdo.

Sucedió el domingo antepasado, por la mañana, antes de dar el servicio de las 10:00 AM. Había sido inspirado para hablar de ser agradecido con Dios, de darle gracias a Dios por lo que tenemos y no renegar por lo que no tenemos. 
Que la gratitud se manifiesta en nuestra actitud al cantarle alabanzas al Señor.
Pues bien con las baterías encendidas y dispuesto a ser siempre el que ministra la Palabra a todo sediento, fui a mi aposento, ahí encontré a mi mascota, una perrita llamada Licha, la cual había comido pero no se le había dado agua, por lo que dispuse darle agua en un recipiente de capacidad de medio galón.  Andaba en mi bolsillo de la camisa mi celular, un modelo que aunque no ostentoso, estaba con las funciones básicas que alguien de “la nueva era tecnológica necesita”: Internet, Wi-Fi, Blue Tooth. Al agacharme a darle el agua, mi celular cayó en el agua, sin darme cuenta y quedó ahí por 30 minutos.  Cuando regresé por otro asunto,  me acerco a mi perrita y veo al celular en lo profundo del recipiente. Bueno, pensé, ya se arruinó, y poniendo en práctica los consejos que nos dan, lo saqué del agua, le retiré la batería, no se había mojado por dentro, era un milagro y después de secarlo por fuera, lo sopletee con una secadora de cabello y uno de mis colaboradores lo conectó otra vez y encendió y aparentemente todo estaba bien, más no funcionaba la pantalla táctil.  Le pregunto a un “Cuasi” ingeniero, que le podría haber pasado y me dice: -eso, ya es cadáver de teléfono, es lo típico que les pasa cuando se caen al agua, etc. Bueno, dí el servicio comos siempre y terminamos glorificando a Dios, me fui a comprar alimentos para el almuerzo y cuando venía de regreso a la iglesia, una voz me dice: “Bueno, da gracias por lo que tienes” y viendo el aparato, dije: Sí Señor Gracias, que tengo a un Dios Poderoso que puede hacer funcionar a un “cadáver” de tel. tal como me lo dijo el hermano, pero se que puedes cambiar eso y dispuse conectarlo a mi computadora y “walla”  funcionaba perfecto, no tenía ningún daño en su sistema. En ese instante me dice otra vez ese susurro de Voz, da gracias y publícalo, y dije: Te lo prometo, lo publicaré  hoy en el servicio de la tarde y en mi blog, en mi perfil de Facebook, etc.
En el servicio de la iglesia de la tarde si lo dí, pero no así en mi blog, ni en Facebook, ni en ninguna de las redes en las que interactúo. Todavía el jueves por la noche me vino el recordatorio de que no la había hecho la publicación, y bueno, llegó el viernes y nada. Ese día, en mi oficina llegaron unas visitas de dos parejas que nunca los había visto, preguntando de unos servicios comerciales, y en un movimiento planificado por ellos, una pareja se quedó platicando conmigo,. Mientras que la otra pareja aprovechó el espacio y tiempo para introducirse a mi escritorio y sacar los teléfonos, el “resucitado” y otro de mi hijo. Me vine a dar cuenta de que me los habían hurtado hasta media hora después que quise hacer una llamada y no hallé a ningún teléfono. Entonces, ¿Qué cara crees que puse?  Me acordé de la Palabra que te dice: “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
¿Y Ahora? ¿Qué hago? Simplemente dale gracias a Dios por lo que tienes, me volvió a replicar aquella voz bendita.  Tengo vida, tengo buena salud, pero sobre todo tengo a Cristo, que es mi amigo. Ya nuestro Dios proveerá.  Y cambié mi enunciado y una vez más Señor, GRACIAS., SIMPLEMENTE GRACIAS. Y te aseguro esto: Mientras preparaba esta crónica hoy lunes, ya Dios me bendijo triplemente más de lo que el enemigo hurtó.  Y es más, alguien me invitó a ser parte de una aventura: ir a buscar a un indigente, bañarlo, darle de comer y vestirlo como príncipe y demostrarle que Cristo le ama. Alguien más me invitó a una cena de gala, mi hija salió bien librada de su parto, alguien me llamó para dar más de lo que se le había solicitado como colaboración a la iglesia…..
Así que te recuerdo aquel dicho que dice; que hasta el más listo se le caé la cuchara en el plato de sopa, pero no hay que descuidarse en las cosas del Reino que merecen toda nuestra atención. 

Dios, eres grandemente maravilloso conmigo,. No hay como pagarte todos tus favores, pero una cosa si sabes muy bien: Que cuentas conmigo en todas aquellas tareas que quieras mandarme. Te amo Dios, te amo Jesús, te amo Espíritu Santo. 

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