sábado, 30 de junio de 2012

LA MARCA QUE NOS DA LA VICTORIA


LA MARCA QUE NOS DA LA VICTORIA
Hebreos 11:39-40
11:39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;
11:40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.  

Muchos de nosotros hemos sido deportistas o practicamos algún deporte y entre el calzado que nos hemos puesto quizás haya sido la marca “Niké”  y en lo personal jugaba baloncesto y me gustaba mucho usar esa marca. Y es que en la mitología griega, Niké o Nice (en griego Νίκη) era la diosa de la victoria. Era capaz de correr y volar a gran velocidad, aparte de lo cual no se le atribuían otras cualidades extraordinarias. Se la consideraba simplemente como portadora de buena suerte, y solía estar asociada con algún otro dios. Entonces, no es por causalidad que haya nacido una  empresa de zapatos e implementos deportivos que haya tomado este nombre como su distintivo: alcanzar la victoria.
A nosotros, como miembros de la familia de Dios, el dijo esta verdad: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”    Entonces, habla de recibir un poder, que es tan poderoso y mejor que la dinamita.  A esto se refería Hebreos cuando dice que proveerá una mejor cosa  para nosotros, siempre y cuando puedas creer, puedes sentir ese aire que se mueve en ti y te hace mover, te hacer reír, te hace llorar. No de llanto sino de alegría.  Cuando se refiere a Espíritu Santo, hace referencia  a la palabra griega  Pneuma, que  es “espíritu.” En el griego la palabra pneuma también se usa para hablar de aliento, aire, y otras palabras relacionadas con la acción de respirar. El “aliento de vida” que menciona la Biblia en Génesis 2 se podría también interpretar como “espíritu,” que es la palabra hebrea Ruaj, o en griego, la palabra pneuma.
Piensen en el aire por un momento: el aire es algo que no podemos ver, ni tocar, y sin embargo es absolutamente esencial para la vida. Nadie puede hacer una línea para determinar dónde comienza el aire y dónde termina. El aire lo envuelve todo y cuando no hay aire, morimos. Lo mismo pasa con Dios y su espíritu que nos llena y que está en todo lugar. Todos sabemos que la vida de la iglesia es Dios, como la dice la canción “Tú eres mi respirar,”. Pero a veces nos dejamos envolver por otras cosas como programas, métodos y estrategias que no tienen nada de malo en sí mismas, excepto cuando nos olvidamos de “respirar” y de dejar que sea el Espíritu de Dios quien nos guíe.
Nuestra sociedad sugiere que la experiencia de victoria sólo puede ser verdadera cuando obtienes aquello que quieres  y cuando lo quieres. Sin embargo, la Biblia nos enseña que tú ganas no cuando consigues lo que quieres, sino en el momento en que crees, en el momento en que crees y puedes permitir que el Pneuma de Dios, el Espíritu Santo te pueda rodear. Si estoy rodeado de problemas, no gano cuando encuentro la solución, sino en el momento en que creo que Dios me sustentará durante los tiempos difíciles o más allá. Si estoy enfermo, triunfo sobre la enfermedad no en el momento en que encuentro sanidad sino cuando confío en las promesas de Dios, que confirman a Jesucristo como Sanador vivo y real para mí. Si me encuentro en pobreza, obtengo la victoria en el momento en que creo en lo que Dios ha dicho acerca de mi situación económica. Tú y yo somos más que vencedores a partir del momento en que ponemos nuestra fe en el Hijo de Dios, y en lo que nos dice su Palabra.
Aduéñese de esta promesa, que nos ha dado algo mejor y que Dios nos quiere dar gloria ejecutando en nosotros prodigios, milagros, que aquél que no cree estará convencido de que en ti y en mí hay algo sobrenatural, lleno de poder.
Si combino  mi fe, creyendo en Jesús, en donde dice que “tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; ” Ef. 3:12 y creo en ese poder del Espíritu Santo, ejecutando  una acción, sea que vaya a orar por alguien, sea que me levante y a viva voz diga que amo al Dios de los cielos, que ría que llore de amor por él, sea que me levante y vaya a buscar empleo declarando con mi boca que encontraré, que ponga manos en ese muro de esa casa que deseo poseer, en ese vehículo, en donde pido el color, el modelo y las características principales, estoy haciendo una obra  que es producto de mi fe en Cristo.
Podrán pasar días, años quizás, y aquello por lo cual oras, quizás no se te de, es más quizás se le de alguien y no a ti, pero no importa, solo es cuestión de que has perdido el objeto de la fe, más no aquel que te fortalece y que está en ti, El Espíritu Santo, la fe misma.   
Acuérdate de que tú eres el siervo de Dios. Isaías nos dice:
49:3 y me dijo: Mi siervo eres, oh Israel, porque en ti me gloriaré. 
49:4 Pero yo dije: Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas; pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios. 
Podrá sentirte derrotado, sin respuesta de tus oraciones, sin sentido tus idas a la iglesia, estresado o desanimado por tu trabajo que tienes, etc,  pero acuérdate tenemos un poder, una promesa de fe, una victoria de gloria. Dios honra a los hijos pero da gloria a los siervos. Así que espero que digas, que TIENES FE. ESPERANDO TU MILAGRO ESTÁS, porque que ahí adentro hay poder, que en día Dios se gloriará en ti. No razones como el mundo razona, sino, que razona con el Espiritu Santo en ti y que tarde o temprano recibirás tu recompensa, de todo lo que has trabajado hace diez años, hace 5, 3 o dos años, meses quizás, pero tenemos la VICTORIA asegurada. Ten un poco de paciencia.
4:8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 
4:9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 
4:10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos  Esa gloria es de Dios en nosotros. Un día no muy lejano alguien confesará que en ti y en mi ha visto a Cristo, en el amor, en el perdón, en el servicio, en la bondad, en la solidaridad. Amén.
Sigue adelante, que en Cristo somos más que vencedores. Su Espíritu Santo nos ayuda. BENDICIONES-

2 comentarios:

Noemi dijo...

les visito nuevamente, es una bendicion poder compartir la palabra de Dios.
Un saludo afectuoso desde mi blog
www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com

Noemi dijo...

les visito nuevamente, es una bendicion poder compartir la palabra de Dios.
Un saludo afectuoso desde mi blog
www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com