EDIFICANDO A LOS NIÑOS DE HOY , PARA
2° Crónicas 34:1-3
34:1 De ocho años era Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén.
34:2 Este hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en los caminos de David su padre, sin apartarse a la derecha ni a la izquierda.
34:3 A los ocho años de su reinado, siendo aún muchacho, comenzó a buscar al Dios de David su padre; y a los doce años comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los lugares altos, imágenes de Asera, esculturas, e imágenes fundidas.
Muchos de los padres de familia, mujeres y hombres hemos cometido el error de que a nuestros hijos no les damos la confianza de hacer algo porque son muy pequeños de edad, pensando en su seguridad, pero descubrimos que ellos son como esponja que todo lo que le enseñas lo asimilan de manera más fácil que nosotros. Prueba de ello es que mi hijo Moisés de 9 años puede usar la computadora de mi casa a la perfección y asimila todo lo que le enseño a tal grado que él después me enseña otros trucos que yo no los sabía en aplicaciones específicas.
El párrafo de
Josías era hijo del Rey Amón, y según lo que Biblia dice, Amón era alguien terrible apartado de Dios:
2Cronicas 33:21 De veintidós años era Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén .
33:22 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, como había hecho Manasés su padre; porque ofreció sacrificios y sirvió a todos los ídolos que su padre Manasés había hecho.
Sin embargo Josías marcó la diferencia en el linaje de estos reyes, pues cualquiera hubiera pensado que él iba a seguir los pasos de sus antepasados, producto de algunos factores tales como la influencia de la familia y la maldad de los padres. Observamos que en los ocho años siguientes, se da cuenta de la importancia de buscar a Dios (Hebreos 11:6), habla de que Dios es galardonador a quienes lo buscan) y él pone de su parte, pues no importando su edad llegó a tomar decisiones importantes aún cuando eso le costara críticas terribles.
Algunas madres de familia solteras le dicen a los hijos, cuando éstos se portan mal: “eres igual que tu papá” definiendo así que los hijos heredarán la maldad del padre. Sin embargo quiero motivarlos a que con nuestros niños seamos inspiradores a ser como nosotros en lo espiritual, en aquellos frutos visibles que el Espíritu Santo nos da y debemos de ser cuidadosos de ser un verdadero ejemplo de siervo del Señor para que ellos también aprendan a ser buenos servidores.
También quiero motivarte a que deje tú entres al mundo de los niños, de tus hijos, participando de sus juegos, de sus “inventos”. El Doctor Wess Stafford, presidente de Compasión International en su libro, “No te Olvides de los Niños” nos invita a que vayamos hacia ellos, a que entremos a su mundo. “Cuando los niños viven en un medio ambiente que los nutre y están a salvo, rodeados de familia, amigos y una comunidad que los apoya y los ama, cree en ellos y fortalece sus vidas, se atreven a soñar lo que vendrá”
Después hagamos que ellos entren a nuestro mundo, dándoles la confianza con cierta supervisión nuestra a que ellos pueden hacer las cosas que nosotros hacemos.
Quizás haya niños que nos dicen: ¡papi quiero cocinar un huevo! o ¡quiero hacer eso que usted hace” y nosotros por seguridad, les decimos que no estén en la cocina, porque se pueden “quemar” y es cierto, si no se tiene la supervisión adecuada con ellos.
Seamos forjadores de verdaderos diamantes en nuestros pequeño hijos, sabiendo que Dios no los rechaza, al contrario les da la oportunidad de encontrar la sabiduría ya la inteligencia, pero dependerá de nosotros si les enseñamos a que en
Salomón, fue otro rey que a corta edad llegó al trono y en un momento dado, Dios se le aparece en sueños y le dice que le pida lo que quiera:
1º Reyes 3:5 Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.
La respuesta de Salomón fue: “1° Reyes 3:9 “Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?
Pidió sabiduría, no riqueza, pero sabes porqué pidió tal cosa? Simple y sencillamente porque su padre David, le enseñaba este mandato.
En Proverbios Cap. 1 encontramos esto:
1:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Salomón recuerda de cómo su padre le decía estas cosas: Proverbios Cap. 4
4:4 Y él me enseñaba, y me decía:
Retenga tu corazón mis razones,
Guarda mis mandamientos, y vivirás.
4:5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca;
4:6 No la dejes, y ella te guardará;
Amala, y te conservará.
4:7 Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría;
Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.
En el Cap. 7 encontramos:
7:4 Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana,
Y a la inteligencia llama parienta;
Así que edifiquemos en
· Lean a leer su Palabra día tras día
· Participemos de su mundo
· Traigámoslos a nuestro mundo
· Animémosles con palabras de aliento y no prejuiciarlos a que ellos serán como nosotros en nuestra maldad, sino al contrario, serán mejores que nosotros en la gracia y favor para con Dios. DIOS TE BENDIGA.