Lea y Reflexione:
Es una historia para compartir.
Hace unos días atrás, una hermana me pidió prestarle una extensión eléctrica a su cuñado, por que la iban a necesitar por varios días para un negocio.
Le dije que si, que pasara a recogerla y al rato preparé una extensión de 7 metros que tengo por ahí, pero al llegar el joven que la necesitaba me explicó que necesitaba una extensión de 15 metros y si la tenía, nada más que estaba toda sucia y desarreglada y así se la llevó. Me dijo que nomás unos días la iba a tener, pero no fue asi, me la devolvió al día siguiente.
Mi sorpresa fue, que la extensión venía arreglada, con amarres y limpia como si fuera nueva. Eso me llamó a la reflexión: este joven deja puertas abiertas a la bendición, deja buena impresión de que es alguien en quien se puede confiar para cuidar lo ajeno, cualidad que no es común ver en las personas y aún en los creyentes.
La Mayordomia es un principio de éxito en la vida espiritual: el dar cuentas al amo, al dueño de todas las cosas que es El Señor.
Hay que cuidar las cosas pequeñas como grandes que nos den a cuidar, para que el día de mañana siempre tenga puertas abiertas en cualquier lugar.
«Por esto procuro tener una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres» (Hechos 24:16)
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