El Porqué de Los Detalles
Ezequiel 40:4-10
40:4 Y me habló aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las mostrase has sido traído aquí. Cuenta todo lo que ves a la casa de Israel.
40:5 Y he aquí un muro fuera de la casa; y la caña de medir que aquel varón tenía en la mano era de seis codos de a codo y palmo menor; y midió el espesor del muro, de una caña, y la altura, de otra caña.
40:6 Después vino a la puerta que mira hacia el oriente, y subió por sus gradas, y midió un poste de la puerta, de una caña de ancho, y el otro poste, de otra caña de ancho.
40:7 Y cada cámara tenía una caña de largo, y una caña de ancho; y entre las cámaras había cinco codos de ancho; y cada poste de la puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña.
40:8 Midió asimismo la entrada de la puerta por dentro, una caña.
40:9 Midió luego la entrada del portal, de ocho codos, y sus postes de dos codos; y la puerta del portal estaba por el lado de adentro.
40:10 Y la puerta oriental tenía tres cámaras a cada lado, las tres de una medida; también de una medida los portales a cada lado.
40:5 Y he aquí un muro fuera de la casa; y la caña de medir que aquel varón tenía en la mano era de seis codos de a codo y palmo menor; y midió el espesor del muro, de una caña, y la altura, de otra caña.
40:6 Después vino a la puerta que mira hacia el oriente, y subió por sus gradas, y midió un poste de la puerta, de una caña de ancho, y el otro poste, de otra caña de ancho.
40:7 Y cada cámara tenía una caña de largo, y una caña de ancho; y entre las cámaras había cinco codos de ancho; y cada poste de la puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña.
40:8 Midió asimismo la entrada de la puerta por dentro, una caña.
40:9 Midió luego la entrada del portal, de ocho codos, y sus postes de dos codos; y la puerta del portal estaba por el lado de adentro.
40:10 Y la puerta oriental tenía tres cámaras a cada lado, las tres de una medida; también de una medida los portales a cada lado.
En mi tierra salvadoreña, hay personas que cuando no tienen mucha inteligencia, se dicen a sí mismas “me falta veinte para el peso” haciendo alusión a esa carencia, según ellas. Y al leer porciones de la Palabra de Dios como la anterior, se ven más influenciadas a pensar de que no entienden esa palabra, por medidas, salas, puertas, etc.
Pues de la misma manera, en esta ocasión quiero recalcar una vez más como Dios quiere siempre enseñarte como un buen maestro de toda palabra plasmada en el mejor y único libro que te habla de la eternidad: LA BIBLIA. Toda palabra plasmada en ella tiene un propósito específico para el que la lee.
Una vez más recordamos a Ezequiel, que significa “El que me fortalece”, “Aquel que tiene la Fuerza de Dios” Pues bien, en esta ocasión nos encontramos en el Capítulo 40, en donde Dios lo lleva en visión a lo que es el Templo de Dios, y le dice textualmente: y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las mostrase has sido traído aquí
Más de algún hermano, al leer porciones de la Biblia destinado a describir medidas, volumen, cantidades, censos, etc, como que no le agrada mucho. Más sin embargo es de ponerse a pensar de que Dios no ha puesto esos “detalles” sólo por ponerlos. Algo hay detrás de cada frase ahí descrito. Y es por ello que queremos motivarte a que pienses con denuedo y pedirle a Dios sabiduría el porque tienes que leer estas porciones.
En la lectura que te traigo como base habla de cañas, muros, de gradas, de salas, de postes, todo ello bajo la figura de el “Nuevo Templo Para Israel”, que tiene que ver con
el anuncio sobre la restauración del templo del milenio. En esta gran visión el profeta contempla el templo con todos sus detalles: la gloria de Dios, que vuelve al lugar santísimo, la Shekinah que se establece en el lugar santísimo una vez más.”
Así como esos detalles que narra Ezequiel, que vio, “cuenta todo lo que ves a la casa de Israel.” –le dice, sin omitir detalles. Es para el pueblo de Israel, que había estado en rebeldía, ahora le presenta una vez más la descripción de lo que era el “templo restaurado” orgullo nacional de un pueblo especial entre otras naciones, especial para Dios.
Ahora bien, esa instrucción de hablarles a cada uno de los que leen la Palabra de Dios, es también para nosotros los gentiles, hijos de Dios. Timoteo 3:16-17, expresa: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Te animo a que prestes atención a cada detalle de la Palabra de Dios, por muy complicada que suene. Leer de medidas, de cantidades, etc. no es en vano. Es porque ahí también hay palabra revelada. Todo lo que Dios pone como evidencia, como prueba, como simbolismo es algo que Dios lo pone por algo…
La misma Biblia nos dice: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” Mateo 5:18 Esa jota o esa tilde, puede ser esa palabra “complicada que leíste” y no te diste cuenta. Palabras son esos detalles de sabiduría, de instrucción. Mateo 24:35 nos dice: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” Esa palabra es la gloria del Espíritu Santo.
Pon atención y pide sabiduría a Dios, Santiago nos demanda a pedirla cuando nos sintamos que no la tenemos, que nos hace falta. Encuéntrale sabor a la Palabra, sea la que sea, descrita en el libro de Dios.
Oración:
Amado Padre, te pedimos discernimiento en lo que podamos leer u oír, palabra emanada de tu Santo Espíritu escrito en la Biblia. Queremos seguir caminando contigo, poniendo atención a lo que nos digas. Queremos ser oyentes que retengan lo bueno y poenerlo por obra. Espíritu Santo, dánosle gozo de leer siempre buscando la respuesta a toda duda, a todo dolor, a toda necesidad. Sólo con tu discernimiento oh Espíritu Santo podemos obtener la respuesta de cada palabra. Sabemos que los aman a Dios todas las cosas nos ayudan a bien. En el nombre de Jesús.
Un abrazo fraternal. ¡¡¡BENDICIONES!!!
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