Gálatas 1: 6-10
1:6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado
del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio
diferente.
1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Dios nos ha llamado a un propósito en la
tierra y que tendrá vigencia allá en el cielo. Para alcanzar ese propósito, nos
ha sido encomendado entre otras cosas, el llevar el evangelio de Cristo a toda
criatura, sea de donde sea. Algunos que
hemos sido llamados a pastorear, a predicar su evangelio, nos ha pasado algo
parecido como le pasó Pablo. En el
versículo 1 de este capítulo usted encuentra la siguiente afirmación: “Pablo,
apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre
que lo resucitó de los muertos),” Gal. 1:1 Esto quiere decir que Pablo estaba
diciendo: Que él era un apóstol no por disposición de hombres, y en el griego,
la preposición "apo" da a la traducción el significado: "no de
parte del hombre", es decir, que no era apóstol debido a disposiciones
legales emanadas de los hombres. No había sido nombrado o comisionado después
de haber ido a algún colegio, o de haber completado algún curso especial. Pero qué bello es saber que a pesar de carecer
algún tipo de estos recursos, Dios nos utiliza para llevar liberación y
salvación a las almas de todo el mundo. Se predica de la verdad: Que Jesús
murió por todo el mundo y que se salvan recibiéndolo como Salvador y
arrepintiéndose de toda la maldad que había en nosotros.
Como
pastor, hemos hablado y se les ha leído La Palabra y se les ha enseñado sus
mandamientos y su amor tan grande sobre cada uno de nosotros y da tristeza ver o saber de cómo algunos se
alejan de la verdad, para seguir un evangelio diferente, una doctrina
diferente. Usted debe de saber que la
sana doctrina que Cristo nos dejó es que TODO AQUEL QUE EN ÉL CREA NO SE
PERDERÁ SINO QUE TENDRÁ VIDA EERNA. Pero
muchas personas, al igual que los Gálatas, habían sido enseñados en VERDAD pero
vinieron otros judíos y les persuadieron a que practican las obras de la ley,
entre ellas la circuncisión para ser salvos.
Y muchos de ellos aceptaron esta nueva norma a su salvación
Pablo
nos dice: No hay otro evangelio, sólo el de
Cristo. Mucha gente no se afirma en este evangelio, porque no están
persuadidos del grande amor de Dios a través de Cristo.
Así
para no caer en los errores de los gálatas, observe y reflexione en lo
siguiente:
1.- . ¿Cuántos
evangelios hay? Tal pregunta bien pudiera dar la impresión de que hay
más de un evangelio verdadero; es decir, que hay varias vertientes del
evangelio que, en su mensaje, son "la verdad de Dios". Después de
todo, oímos tan a menudo que "todas las religiones son buenas", o que
"todas las religiones llevan a los hombres al mismo Dios", etc.
Si bien es cierto que en el mundo
siempre hubo, hay y habrá muchas religiones, de ahí no sigue que todas, o tal
vez algunas de ellas sean buenas... que cuenten con el favor y aprobación de
Dios... que varias sean "legítimo camino hacia Dios". La
Biblia nos asegura que "hay un
solo Dios": "Yo soy Jehová, y no hay otro... Yo soy Jehová que
hablo justicia, que anuncio rectitud... No hay más Dios que yo, un Dios justo y
salvador; ningún otro hay fuera de mí" (Isaías 45:18-25). También nos
testifica la Palabra eterna que "hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5).
Dado el caso de que Dios es uno, y que su Hijo Jesucristo, el
Mediador, es también uno, no debe extrañarnos que la
Palabra también nos afirme, de manera categórica, que el "evangelio",
ese mensaje de buenas nuevas de lo que Dios ha obrado en su gracia a favor del
hombre pecador, sea uno también.
Pablo así lo afirma en los versos 7 al 9 cuando dice "no que hay
otro" y luego asegura que ni "un ángel del cielo" podrá traer un
evangelio distinto al que ya Dios ha revelado al hombre.
Los judaizantes, eran una secta de
cristianos judíos, los cuales no estaban dispuestos a aceptar la enseñanza de
los Apóstoles, en cuanto a la ley mosaica. Ellos seguían insistiendo en que los
cristianos se acercaran a Dios a través del judaísmo; que el gentil, para poder
ser cristiano, debía de hacerse judío y guardar la ley judaica. Ellos se dedicaban
a visitar las iglesias, intranquilizándolas y turbándolas. Ellos habían seguido a
Pablo hasta el país de los Gálatas. Ellos no cuestionaron ni pusieron en duda
los acontecimientos, los hechos del evangelio. Después de todo, quinientos
testigos habían visto al Señor después de Su resurrección. Y cuando usted tiene
tantas personas que aún están viviendo y que han sido testigos, uno no va de un
lugar a otro negando los hechos del evangelio. La herejía que ellos estaban
propagando tenía que ver con la interpretación de esos hechos, ellos estaban
cambiando la interpretación de esos hechos. Lo que ellos estaban diciendo era
lo siguiente, y lo hacían de una manera muy sutil, muy disimulada, posiblemente
preguntaban: "¿Ha pasado el hermano Pablo por aquí?" Y la gente les
contestaba: "Sí, él vino y predicó el evangelio, y nosotros lo aceptamos;
somos convertidos y conocemos ahora a Cristo como nuestro Salvador, y formamos
parte del cuerpo de creyentes". Entonces respondían, "Ah, así que él
dijo eso, ¡qué bien! Ustedes saben que el hermano Pablo es muy exacto en lo que
está diciendo, pero él no dice todo lo que tiene que decir. ¿Les dijo, por
ejemplo, que tenían que guardar la ley? ¿No les dijo eso, verdad? Pues bien,
les debería haber dicho que sí, que ustedes tienen que confiar en Cristo, pero
también tienen que seguir la ley de Moisés, o de otra manera, no serán
salvos".
Ésta fue una de las herejías conocidas más antiguas y aún está presente
en la actualidad. Implica añadir algo al Evangelio de la gracia; requiere hacer
algo en vez de creer simplemente en algo. Es la fe, y algo más, en vez de ser
fe únicamente. Toda secta o culto requiere que usted haga algo para poder ser
salvo.
La amenaza principal, insidiosa no era el
pecado que en la carne del creyente siempre se manifiesta de una manera u otra,
claro que no. Era, más bien, la perversión del único y verdadero evangelio que
resulta de la inclusión de lo mosaico con el evangelio del nuevo pacto en
Cristo.
2-¿Solo hay un evangelio
Cuando
Pablo alude a ese "otro evangelio" (v. 6), enseguida dice de manera
enfática: "no que haya otro" (v. 7). Es decir, NO HAY
sino un solo evangelio; NO HAY otro fuera del verdadero evangelio de
Cristo que le fue encomendado al apóstol. Lo que los judaizantes
procuraban introducir al evangelio de Cristo lo convertía, realmente, en
"otro evangelio", o para decirlo un poco más claramente, un evangelio
falso, un evangelio que no procedía de Dios. Y, si no es el verdadero, es
otro; es falso.
Así
pasa también con muchos hermanos:
Se
alejan de la verdad por escuchar otros mensajes que les amarra a algo. ¡Quieren
hacer algo más para lavar su alma. Se olvidan que la salvación es por gracia y
no por obras y acceden a practicar rituales que no se deben de observar.
Al
tener pláticas con diferentes personas, me encuentro con muchas que han
recibido a Cristo, pero que según ellas, de acuerdo a lo que se les ha
enseñado, están “caídas” o “sin salvación”. ¿Y cuál ha sido esa enseñanza? :
-que si no diezmas estás condenado, que el día sábado hay que guardarlo y que
el domingo no es para ir a la iglesia, que si un domingo no vas a la iglesia estarás
en disciplina y no tienes privilegios de hacer esto o lo otro porque estás en
pecado, que si pecaste, tienes que reconciliarte nuevamente con Dios yendo a la
iglesia y pasando al frente para que la iglesia sea testigo de tu
arrepentimiento, si no lo haces así está en pecado, olvidando que la verdadera
reconciliación se da en el momento en que el que la persona se arrepiente en su
corazón y se propone pedir perdón a aquel que le salvó. Lea la parábola del Hijo Pródigo que él
reflexiona dentro de sí y reconoce que está en problemas, muerto de hambre y
que hay un padre que lo tiene todo y que piensa ir a pedirle perdón. ¿Qué
encuentra ese hijo pecador? A un padre que lo está esperando con los brazos
abiertos y que lo recibe de una manera que él no se lo esperaba. Amado lector, aunque el evangelio de Cristo
es enseñado, también se enseña normas de hombre
que vienen a ser parte de la doctrina de la iglesia y ahí es donde se
contamina el evangelio.
Otros,
enseñan un evangelio muy suave, sin compromisos para con Dios, cuando el Señor
mismo nos enseña que hay que amar a Dios con todas nuestras fuerzas y con todo
nuestro ser. Esto requiere compromiso
para con Dios.Hubo alguien hace unos 7 años, llamado Jesús Miranda que enseñaba
que el pecado no existe y que él era Jesús, enseñaba un evangelio falso…… Así que es nuestro consejo, sugerencia o
instrucción para que si vas a oir un mensaje, sea de quien sea, tiene que tener
estos tres componentes:
a)
Que
Jesucristo es Dios
b)
Que
Jesús murió por ti y te perdonó todo pecado, si tú decides entregarle su
corazón y dejar el pasado sin Cristo.
c)
Que
la salvación es por gracia y no hay nada más que agregarle a esto.
Dios le bendiga a todos.
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