¿Hacia donde va tu alma? ¿Al cielo o al infierno? ¿A donde te gustaría que fuera? Es tan sencillo como sorprendente las añadiduras que recibes por buscar el cielo. Si buscas el infierno, bien puedes, pero todas las cosas incluyendo la felicidad serán perecederos y el fin de ella tormentoso. Haz la prueba con Jesús, te irá mejor.
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