jueves, 6 de octubre de 2011

NO DIGAS “TODO SE DERRUMBO”


NO DIGAS “TODO SE DERRUMBO”
Ezequiel 37:1-14
37:1 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 
37:2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 
37:3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 
37:4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 
37:5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 
37:6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. 
37:7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. 
37:8 Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. 
37:9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
37:10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. 
37:11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. 
37:12 Por tanto, profetiza, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. 
37:13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. 
37:14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová. 





 


Antes que nada queremos decirte que este capitulo de Ezequiel tienen que ver con el reavivamiento espiritual y político de Israel.y que se aplica también, para anunciar la restauración futura de Israel y Judá de sus varias dispersiones y su estado
de dicha en sus días postreros, bajo el Mesías.-

Ya hemos hablado de cómo Dios le habla a Ezequiel, el cual estando cautivo en Caldea, Dios le revela y  le manda que advierta de las calamidades espantosas que vienen a Judea, particularmente a los profetas falsos y a las naciones vecinas. El objetivo principal era consolar a sus hermanos cautivos.
Pues bien encontramos ahora a este profeta otra vez en la comunión con Dios pues dice que se lo lleva en El Espíritu y lo coloca en un valle lleno de huesos.  En nuestros tiempos actuales, este valle es comparado con lo que nosotros le llamamos “cementerio”
que aunque esté muy lindo, sea llamado “parque memorial”, esté adornado y no haya  típica cruz que siempre se le ponemos a un sepulcro, NO DEJA DE SER UN CAMPO SIN VIDA PARA EL HOMBRE”
Una vez más nos encontramos con el profeta, alguien de que no debemos de olvidar es un hombre, de carne y hueso. Un hombre que así como otros profetas, cuando se le encomienda algo de parte de Dios lo encontramos ANIMADO, DECIDIDO, DISPUESTO….
Hoy en día pareciere que estuviéremos en medio de un campo lleno de huesos ya que hay  muchas personas que no tienen esperanza en nada, después de haber deleitado buen prestigio, buenas comodidades, tener casa, familia, ahora no tienen nada. Pero aquí viene la buena noticia: DIOS NO SE OLVIDA DE SU PUEBLO….
Un día de estos salía de un supermercado de la ciudad cuando en la salida encuentro a un borrachito llamado Walter, el cual tengo más de 10 años de conocerle. Le hemos insistido una y otra vez en la Palabra de Dios, se estuvo congregando por un tiempo,  aunque no en nuestra iglesia, pero volvió a caer presa de ese mal espíritu y sigue y sigue y no quiere parar. Pues ese día me pidió dinero y sólo lo saludé, pasé de largo y ciertamente si detenerme, cuando me llama:
 -pastor, me dijo: no me ignore. Usted piensa que ya no tengo remedio y por eso ya no me habla, no me dice nada…..y  piensa como los demás….más no debe de pensar como los demás sino como un hijo de Dios…..  Eso me cautivó y me hizo regresar y platicar largo y tendido con él, porque ciertamente al igual que Ezequiel al ver aquel hombre destruido, demacrado, sin nada en la bolsa, en la mente de cualquiera debe solo vería despojos pero en la mente de Dios, dijo Ezequiel: “TU LO SABES” , sólo en la mano de Dios estamos vivos y con la mano de Dios estamos fuertes y libres.

En el versículo 2 le pregunta a Ezequiel  “¿vivirán estos huesos?”  y me alegro en la respuesta de Ezequiel, pues muchas veces nosotros nos olvidamos de que Dios es siempre el que actúa como a él le place, no como a mí o a usted le gustaría sino como debe de ser en la voluntad de Dios. “Tú lo sabes”  fue la respuesta. Dándole la soberanía a Dios.  

Pero lo quiero recalcar es que sea lo que sea como Dios nos haya disciplinado, sea que estemos ya acabados en todas aquellas áreas donde Dios nos prosperó, acabamos siendo objeto de la misericordia de Dios para con cada uno de nosotros. No se olvida de su pueblo, no se olvida de aquel que fue llamado a su gloria. En cualquier situación  en que hayamos quedado, después de una disciplina de Dios, él viene nuestro auxilio, esa fe, esa esperanza es la que no se debe de olvidarnos.
Cuando David pecó por censar al pueblo de Israel, Dios le mandó a decir por medio de Gat, profeta:
“Y viniendo Gad a David, le dijo: Así ha dicho Jehová: 
 Escoge para ti: o tres años de hambre, o por tres meses ser derrotado delante de tus enemigos con la espada de tus adversarios, o por tres días la espada de Jehová, esto es, la peste en la tierra, y que el ángel de Jehová haga destrucción en todos los términos de Israel. Mira, pues, qué responderé al que me ha enviado. 
Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia. Ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo; pero que no caiga en manos de hombres.  2º  Samuel 21:11-13

Confió David en las misericordias de Dios, que  aunque nos discipline, sus bondad para con su elegido, para con sus hijos son muchas. ¡No se te olvide! 
Así que cuando el hombre diga aquella frase “TODO SE DERRUMBÓ” o diga  “He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.”  bueno es Dios para decirte  tu fin no será éste, sino que si aún en la cárcel, en el hospital, en el lecho de muerte, aún en aquella familia dispersa, aún en aquel marido que te abandonó, aún así, DIOS Viene y te dice  “CLAMA A MI Y YO TE RESPONDERÉ.  Jer. 33:3 en ese contexto, nunca nos ha abandonado.  No todo está perdido.

Oración:
Señor, oramos por aquellos hermanos que están en momentos de angustia, en situaciones de muerte, en situaciones de derrota, de dispersión familiar, de alcohol, etc. Permita Dios siempre en su voluntad que vuelvan a resurgir como aquel renuevo de aquel tronco del árbol caído, que haya esa esperanza en todo. Oro por aquella mujercita cuyo esposo es infiel, por aquella familia que hace un padre o una madre, por aquella familia que tiene un hijo que está en las maras, por aquel o aquella que está sin ánimos y sin esperanza para que seas tú mi buen salvador el que vengas a levantarlo como estandarte de bien y de misericordia en nuestra comunidad, en nuestra iglesia.









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