SOLUCIONANDO PROBLEMAS SIN VIOLIENCIA
Mateo 6:9-14
6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
Como sabemos el hombre tiene emociones, de alegría, de tristeza, de nostalgia, de ira, de enojo, en fin una gran cantidad de situaciones en donde el estado de ánimo puede cambiar, debido a factores de su entorno o dentro de su casa.
Algunas veces, por las circunstancias que le rodean al hombre, altas temperaturas, problemas financieros, problemas de seguridad, diversas ansiedades hacen que el humor de la persona cambie y se vean con caras de enojadas, sofocadas y necesitando una palabra que les baje la temperatura.
Así que no es de extrañarse que recibamos palabras ofensivas, maltratos, achicones como dicen los jóvenes de algunos de nuestros amigos, conocidos, familiares y hasta de extraños.
¿Pero como responder ante una actitud hostil y/o agresiva?
En nuestro país, hace unas tres semanas más o menos, se ha revelado que ha habido un buen acuerdo entre dos pandillas, las más grandes y peligrosas del país, y ese acuerdo, aunque temporal es “que ya más muertes entre las bandas” y el intermediario en ese acuerdo ha sido una figura sacerdotal de la iglesia católica. Nos contentamos por dicho acuerdo y ¡cómo no quisiéramos que fuese de por vida, y que sea fundado en la Palabra de Dios. Es un buen acuerdo que ha beneficiado a todos los sectores de la sociedad y especialmente a los jóvenes, que es el sector más vulnerable y golpeado en nuestro país.
Al respecto, encuentro en la palabra de Dios varias instrucciones siendo algunas de ellas:
1. Tener Presente Que Todos Podemos tener una crisis y algunas veces por cosas tan sencillas, por un rayón de tu carro, por falta de papel higiénico y otras veces por inconvenientes mayores.
Lucas:
17:1 Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen!
2. La Biblia nos dice que todos podemos enojarnos, pero no llegar a cometer pecado en donde al espíritu interior le damos lugar a que tenga malos pensamientos, o de guardar rencores o de responder con palabras obscenas. CUENTE HASTA DIEZ decía un anuncio de TV de hace ratos.
Efesios:
4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
4:27 ni deis lugar al diablo.
4:27 ni deis lugar al diablo.
3. En Momentos de pleito, sea tardo para la ira y para hablar. En pocas palabras NO LE ECHE LEÑA AL FUEGO. Sucede también que hay veces en que tenemos que oir con detenimiento las justificaciones que nos tiene que decir la otra persona talvez por su mal carácter, por su irritación del momento
Santiago:
1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;
4. Para que haya pleito o violencia se necesita a dos o más personas en un ring. Desista de pelear, de su brazo a torcer, aunque eso parezca que le disminuye su orgullo, pero en realidad no es así, pues Dios exalta al humilde, y resiste al soberbio. En mis tiempos de infancia a esta actitud le llamaban cobardía y que parecía que éramos como niñas o afeminados.
Proverbios:
19:11 La cordura del hombre detiene su furor,
Y su honra es pasar por alto la ofensa.
Y su honra es pasar por alto la ofensa.
A muchos no nos gusta que nos abochornen, que nos maltraten, pero seamos sabios. Dicen por ahí que el escuchar consejos se llega a viejo.
Aunque nos digan que somos gallinas, mamayitas, niñas, gays, etc, es bueno bajar la guardia. La violencia siempre trae más violencia, y las consecuencias se vuelven imparable.
5. En vez de dar un respuesta agresiva, dar una respuesta suave y espiritual, confiando en que Dios es que le libra de todas las batallas.
Proverbios 15: 1
“La blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor”
Salmos 119:42 nos dice:
Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado
6. Hay que aprender a soportarse unos a otros, aceptar a aquella persona con sus defectos. Gracias a Dios como pastor he aprendido a tolerar a algunas personas que nos han hecho alguna maldad y han vuelto a esta casa
Efesios:
4:2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,
7. Para los jóvenes, bendita juventud, pues son muchas las oportunidades que se abren a cada uno, pero ciertamente hay momentos en esta etapa que todo es enojo, todo lo que se les pregunta como padre les molesta, confían en sus fuerzas, en su belleza, especialmente las jóvenes, y en general en sus habilidades. Pues bien hay una instrucción:
Eclesiastés 11:10
“ Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.”
¿QUIERES SER PERDONADO?
Tienes que aprender a perdonar, y especialmente a ti mismo. He visto muchos casos en donde la persona no se puede perdonar así mismo por un descuido de él, que le costó la vida a uno de los suyos, por algún robo, una tragedia. Perdonarse y perdonar es un don que Dios quiere poner en el corazón del hombre. Él mismo nos enseño en su modelo de oración donde nos enseña a pedir al Padre que nos perdone nuestras ofensas ASÍ COMO TAMBIÉN NOSOTROS, A NUESTROS OFENSORES O DEUDORES.
Atrévete a hacerlo, verás que Dios tiene muchas misericordias con tu vida y mucha honra para ti.
ORACIÓN:
Bendito Dios, Padre mío, te ruego fortalezcas a nuestro espíritu interior, a todo nuestro ser para pasar por alto a aquellas situaciones que son provocación a nuestro espíritu. Ayúdanos a ser de carácter dócil con todos nuestro prójimo y a saber perdonar toda ofensa, porque se que el enemigo me quiere desenfocar de la bendición que hoy tú tienes para mí. Gracias por ser mi padre, en el nombre de Jesús, amén. Pastor Roberto González.
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