EL PORQUE CELEBRAMOS LA NAVIDAD
Lucas 2: 8-19
2:8 Había pastores en la misma región, que velaban y
guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.
2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
2:15 Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
2:9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.
2:10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
2:11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
2:12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
2:15 Sucedió que cuando los ángeles su fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
2:16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
2:17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
2:18 Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.
2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
¿Por qué celebramos la
NAVIDAD?
Veamos, ciertamente, así como el
mundo celebra el día de las brujas, así también celebra el nacimiento de un
Jesús, como también celebra su muerte y resurrección. En todos estos acontecimientos, la iglesia evangélica se
involucra, en el primero, contrarrestando esa presencia demoníaca en
cada hogar, colonia o ciudad. Y en segundo y tercer caso, aprovechando ese
acontecimiento, donde en forma universal se celebra el nacimiento de nuestro
Señor Jesucristo, nos unimos a ese gozo,
a ese espíritu que hace a los corazones más sensibles, como también en la época
de celebrar su muerte y resurrección.
Espero me entiendas, hay una promesa donde Dios nos dice que donde están
dos o tres reunidos en su nombre, ahí está él.
Mateo 18:20 Muchas personas, en
su entendimiento, se reúnen en fecha 24 de diciembre para estar con la familia,
personas queridas, y en algún momento de la noche invocan el nombre de Jesús,
resaltan su bondad, proclaman su misericordia, y por el eterno amor que nos
tiene, se que sensibiliza los corazones y los llama a arrepentimiento.
Pero bien, el mensaje va para
usted que ya en nacido de nuevo, que ya tuvo su navidad con Cristo. Para
entender el verdadero significado de la NAVIDAD, usted tiene que ser un hombre
o mujer espiritual, porque la navidad es espiritual, no material. No se trata de regalos, no se trata de modas
ni de estrenos, ni mucho menos de comida ni bebidas: Se trata de un
acontecimiento que vino a cambiar el destino del hombre. Antes de ese
acontecimiento, teníamos un gran yugo que nos impedía ser salvos. Romanos 3:23 nos dice: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos
de la gloria de Dios,”
CELEBRAMOS LA NAVIDAD PORQUE EN JESUCRISTO NO HAY TEMOR
En los tiempos antiguos, el temor
en el pueblo de Israel era el pan de
cada día. Asiria era su imagen del terror. Sólo eran noticias tristes, de muerte,
etc. Cuando Dios decide estar entre nosotros como
hombre, su deseo era que los hombres dejasen
de tener temor y tener una confianza en algo nuevo. Sembrar
temor era una de las estrategias del enemigo, para causar destrucción y
desánimo entre el pueblo de Dios. Por
ello, Dios le dice a su pueblo en el antiguo pacto: “No
temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia. ” Isaías 41:10
El temor te tergiversa las cosas,
te hace ver las cosas chicas como si fueran grandes, entonces así sucede, por
la fuerza de las palabras que están en tu corazón. La aparición a los hombres
del campo, a los pastores, era para transmitirles una noticia de alegría, que
una profecía se estaba cumpliendo en el tiempo de Dios a favor de su pueblo.
CELEBRAMOS LA NAVIDAD PORQUE TENEMOS UN SALVADOR
Sabía Dios que el hombre siempre
busca superhéroes de carne y hueso, que
se levantan, permanecen por un tiempo, pero luego con el paso del tiempo
mueren, decaen. Por ello nos revela
que Dios ama al hombre de una manera
extraordinaria para que éste le GLORIFIQUE al que es dueño de todo lo visible o
invisible. Aparte de ser un Salvador
para el hombre también es el intercesor que estará todos los días intercediendo
por nosotros. Hebreos 7:24-25 nos dice: “
mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio
inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por
él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” Por ello celebramos la navidad.
CELEBRAMOS LA NAVIDAD PORQUE A TRAVÉS DE LA OBRA DE JESUCRISTO PODEMOS
ENCONTRAR LA VERDADERA PAZ.
Este suceso, donde se aparecen a
gente sencilla, de corazones dispuestos a llevar la buena nueva al pueblo de Belén, es el comienzo de comenzar a ver grandes
cosas, cosas que ojo no vio ni oído oyó.
El aparecimiento de cosas extraordinarias, hacia los pobres, los
enfermos, los endemoniados, los marginados.
El encuentro entre Dios hecho hombre con el hombre traería motivos para
glorificar a Dios, tal como se lo merece, ya no en lugares altos ni
corrompidos, sino en el corazón. Cuando el hombre lo hace de corazón a corazón
de Dios, entonces podemos decir que hay paz entre los hombres. Ya no importa cuánto
tenemos, sino cuanto nos ha alcanzado la gracia de Dios.
El hombre tiene que entender que
Dios ha llegado de una manera especial, donde no hay temores y que se revela a quien él quiere y a quien lo anhela.
Romanos 1:17 nos dice: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se
revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”
Le damos gracias a Dios por nacer
en la tierra, aunque no sea en diciembre, y aunque se publique la fecha
correcta de su nacimiento, lo cierto es que el nace entre los hombres, así como
quiere nacer en cada corazón que ha entrado a la adolescencia, para que se
prepare a ser un varón que se prepara para ser hombre. Ese nacimiento, es el principio de la
verdadera victoria del amor de Dios
hacia el hombre. Dice Romanos 5:12 “Por
tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la
muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron. ” Cada hombre vive su
navidad en forma individual y es cuando Cristo nace dentro de cada corazón y el
Espíritu Santo se queda a morar en el hombre. ¡Qué felicidad! Y empieza a vivir la paz a su alrededor. DIOS LES BENDIGA A TODOS.
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