ES TIEMPO DE UN CAMBIO
“Y
decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome
su cruz cada día, y sígame”
Lucas 9:23
El hombre tiene por conducta general resistirse
a los cambios. Se acostumbran a ser lo que hasta ahora han sido, se acostumbran
a tener lo que hasta ahora han tenido y se acostumbran a hacer lo que hasta
ahora han hecho.
Sí de algo
estamos seguros es que cada persona que ha confesado a Cristo como su Salvador
Personal ha dicho dentro de sí: necesito un cambio, ya no quiero ser igual que
ayer. Ha dado un paso espiritual que lo hace diferente de su pasado. Pero ese
paso de fe, necesita de más cambios, cambios que tienen que ser día a día los
que te vayan acercando a tu meta, a tu propósito. Esos cambios tienen que darse
en:
- Tu manera de actuar (Cuerpo)
- Tu forma de pensar (Mente)
- Tu disposición de adorar. (Corazón)
San Pablo
le habla a los romanos con la siguiente aseveración: No se estanquen con lo que
ya saben, no se conformen con lo que hacen o con lo que reciben: “No os conforméis a
este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.”
Rom. 12:2
Y es que
cuando se refiere a siglo, se refiere a tiempo, a un período del tiempo mismo. No
es bueno el conformismo, ni es bueno quedarse estancado en el pasado, pues el
presente de este día viene a ser el pasado de mañana y Dios quiere que le abras
tu mente, que le abras tu corazón y todo tu ser a un proceso de renovación, a
un proceso de cambio.
Todo
cambia, dice una canción popular, lo único que no cambia es el amor de Cristo
por la humanidad, por su iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario